Por Alejandra Gallo/El Cronista.-
En tiempos de máxima tensión política, el Gobierno de Cristina Kirchner volvió a su receta original: la fragmentación del sector empresario. Justo cuando el freno al crecimiento económico y el fin de ciclo comenzaban a unir diferentes sectores; la Presidenta reactivó su radar para trabajar (con éxito, hasta ahora) ‘debilidades’ empresarias.
El Grupo de los Seis (G6) estaría al borde la fractura; por eso sus directivos prefieren no verse cara a cara para discutir las secuelas económicas del caso Nisman. La Cámara de la Construcción estaría por dar el portazo, luego de no haber firmado el documento en el que el G6 pidió el esclarecimiento de la muerte del fiscal a cambio, según trascendió, de que se aceleren pagos por $ 2.400 millones atrasados a constructoras por obra pública.
El pase de facturas recrudeció en los últimos días en el frente empresario hasta ahora compuesto por la Unión Industrial, la Cámara de Comercio, la Bolsa, los bancos nucleados en Adeba, la Sociedad Rural –quienes sí firmaron aquel documento– y la CAC. En esa última entidad hay demasiadas tensiones en danza. La discusión por su representación gremial-empresaria es ínfima en comparación con otros temores.
Por ejemplo, el miedo que dominan los directorios de varias constructoras (de todo tamaño) por la posibilidad de que el juez Sebastián Casanello cite a declaración indagatoria al empresario Lázaro Baéz por presunto lavado de dinero. Si eso ocurre, muchas compañías del sector quedarían mucho más que salpicadas por sus dichos.
También hay caras largas dentro de la Mesa de Enlace, luego del encuentro de la Federación Agraria con el titular del Banco Nación y tres ministros: el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el de Economía, Axel Kicillof, el de Agricultura, Carlos Casamiquela. Fue justo cuando el resto de las entidades agropecuarias evaluaban llevar a la Justicia al Banco Nación por su nueva disposición en torno al otorgamiento de crédito a cambio de liquidación de granos.
"Nuestro objetivo es priorizar las demandas y necesidades de nuestros pequeños chacareros", explicó Omar Príncipe, flamante titular de la FAA.
"Entendemos las necesidades, lo que nos preocupa es la falta de coherencia en las políticas del Gobierno nacional: bajan las retenciones a 1% las petroleras porque baja el precio del crudo pública pero no modifican las de la soja aunque varíe su cotización internacional", retrucó Luis Miguel Etchevehere, titular de la SRA.
En concreto la FAA logró que el Nación segmente en hasta 600 toneladas para tomar esa decisión y dejó, así, fuera de conflicto a 20.000 productores chicos. Ahora rige una tregua de15 días para que se efectivice esa medida. También trascendió entre los economistas del Gobierno que habría anuncios para el trigo en los próximos días para tratar de aplacar los ánimos en las asambleas provinciales donde se reaviva la idea de hacer tractorazos sin cortes de ruta como ya ocurrió el año pasado en Córdoba, Chaco y Santa Fe.
De paso, se afianzaría la cuña que el Gobierno logró volver a meter dentro de las entidades agropecuarias que fueron al paro en 2008, aunque hoy timoneadas en todos los casos por otros dirigentes.
Las virtuales fracturas en la dirigencia empresarial, en el fondo, no hacen más que reflejar dos corrientes que hoy conviven ene se ámbito. Quienes consideran roto y sin retorno el diálogo con un Gobierno en sus últimos meses de gestión y quienes, por el contrario, sostienen que hay sentarse a dialogar justamente por eso. En medio de este escenario se reactivó una nueva tensión. En la moda de modificar códigos con tratamiento exprés en el Congreso, al ministro de Trabajo, Carlos Tomada ya le hicieron llegar, una vez más, desde la Cámara de Comercio que preside Carlos de la Vega la preocupación por una iniciativa del diputado Héctor Recalde de sancionar un nuevo código de trabajo.
Los empresarios dicen que le temen a las "propuestas populistas sin consensos"; el antecedente inmediato fue la Ley de Abastecimiento.
Mientras tanto, se suman señales de una economía fría que no reconoce temperaturas veraniegas. La magra colocación de YPF en el mercado internacional, a pesar de haber ido de la mano de presentadores de primera línea, alertó a varios embajadores argentinos en el exterior debido a las numerosas consultas que, repentinamente, tuvieron por el desempeño de la petrolera y por su alianza con la china Sinopec. Habrá que ver si la colocación local de hoy cambia las expectativas para YPF. Por ahora, todo parece indicar que la herencia K en materia de economía internacional será un guinche pesadísimo para el próximo Gobierno.
