Por Diario HOY.-
El surgimiento de Enarsa anunciado con bombos y platillos por parte de Néstor Kirchner en diciembre del 2004, sirvió para que el oficialismo colocara en el tema un estado de ficción donde hubo muchos negocios, pero no un desarrollo petrolero y energético global.
La empresa en vez de explorar y de establecerse como una empresa petrolera que era su objetivo, se dedicó a hacer cosas que las alejaron del estatuto, y fue una especie de comodín para efectuar obras en el sector eléctrico y energías renovables, y todas otras cuestiones por fuera del estatuto. Se creó una empresa para explorar el mar en busca de petróleo, cosa que no se hizo, de ahí radica su incapacidad.
“Lo de Enarsa fue un fracaso total, y si uno toma en cuenta que el objetivo central a la hora de su creación era el explorar el mar en una superficie de más de 500.000 kilómetros cuadrados, ese objetivo no se logró y no se descubrió ni un solo litro de petróleo, o sea, que fue un fiasco”, señaló a Hoy el exSecretario de Energía de la Nación, Jorge Lapeña.
Para el exPresidente de YPF durante el gobierno de Raúl Alfonsín, “hubo muy mala administración de la gente que gestionaron a Enarsa en estos diez años, y falta criterio en los que la propusieron. Esto se debió más que nada a inutilidad por parte de la gestión y a la falta de capacidad de la gente que la ideó”.
Datos de la realidad muestran que Enarsa terminó siendo una propaganda mediática de que el país tenía un desarrollo en la propia Venezuela a través de acuerdos con la petrolera venezolana PDVSA, cuando ciertamente no había ingenieros petroleros argentinos en este acuerdo de producción con Venezuela, es decir, hubo un fracaso de la política oficial, que terminó impidiendo lo que se expresaba como objetivo del modelo kirchnerista.
Lapeña resaltó que “estaban equivocados los objetivos, estaban errados los gerentes. Si se propuso un objetivo con todo el apoyo del gobierno argentino y todo el apoyo del gobierno venezolano, y no pudo producir un solo litro ni vender un litro de petróleo, me parece que el fracaso está muy claro. Esto se debe a una falla e inoperancia y una mala gestión del sistema”.
El fracaso de la empresa estatal ha llevado a que el relato oficial modifique constantemente los objetivos trazados para el sector, donde la imprevisibilidad y la falta de rumbo reinan, haciendo de un sector estratégico para el crecimiento del país
El kirchnerista es un gobierno necio, que rechaza una realidad que de por sí es muy evidente en el tema de la energía, siendo imposible para el oficialismo admitir que tuvo una política errada para el sector. Decir que desacertaron es de alguna manera ir en contra su idiosincrasia, que es seguir con la ficción, no reconociendo una realidad que lo desmantela por todos los costados.
Acciones que favorecen a las multinacionales
La crisis energética que sufre el país, ha llevado al gobierno kirchnerista a recurrir a acciones que van en contra del discurso “nacional y popular” que ha venido ejecutando desde su llegada al poder en el 2003.
De ahí nacen iniciativas como la Ley de Hidrocarburos aprobada por el Congreso nacional por pedido expreso del Poder Ejecutivo, donde el petróleo en el mar argentino que estaba en manos del Estado nacional a través de Enarsa, ahora se lo van a regalar en forma impune a las multinacionales del sector, casos Chevrón y Petronas, para la explotación de Vaca Muerta, considerado uno de los yacimientos de gas y petróleo no convencional más importantes del mundo.
Especialistas consultados por Hoy, remarcan que con la nueva Ley de Hidrocarburos las naftas saldrán más caras y van a seguir aumentando, con cargas en el dólar petrolero y en los subsidios que el pueblo argentino deberá seguir pagándoles a las petroleras extranjeras amigas del poder.
Es el único país del mundo donde suceden cosas como esta. Prórrogas ilimitadas para las empresas amigas de los K, limitaciones para las empresas del Estado, beneficios extraordinarios para las multinacionales, acumulación de áreas y excepciones impositivas mientras se llevan las riquezas del país sin reinvertir nada de ello. Hay un enorme déficit en el sector energético del cual el gobierno kirchnerista es su principal responsable, por no haber sabido llevar adelante una política ordenada y adecuada a las necesidades del país.
