Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Con la excusa de luchar en forma conjunta contra el consumo de drogas, ayer en el Cabildo se reunieron jóvenes de La Cámpora con la presencia estelar del “Cuervo” Larroque y el joven del PRO Piter Robledo, quien asistió con la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad Carolina Stanley, el padre Juan Molina, titular de la SEDRONAR, Juan Carr y el radical Leandro Santoro, joven del sector denominado “Los Irrompibles”, que responden al ex candidato presidencial Leopoldo Moreau, que colabora con el gobierno cristinista en la provincia de Buenos Aires, obteniendo cargos principalmente en la ANSES de muchos distritos. Este cónclave contó con la aprobación de la presidente y de Mauricio Macri, lo que queda probado por la concurrencia de la ministra Stanley, cuyo marido, Federico Salvai, es el principal operador de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires.
11 años de complicidad con el narcotráfico
Esto demuestra que Macri quiere exponerse dialogando con todos, pero por el otro lado es contradictoria con su posición de que lo voten a él porque tiene gente nueva que no participó en la política de los últimos 30 años y que no causó el desastre económico y social que vive el país. Al acordar políticas contra el consumo y el tráfico de drogas con un gobierno sospechado por lo menos de hacer la vista gorda ante el narcotráfico o bien de promoverlo, no hay dudas de que se hace el distraído con el lavado de dinero proveniente de los narcos. Ya está probado que la UIF que conduce José Sbatella cajoneó muchos ROS, es decir, reportes de operaciones sospechosas, que emiten los bancos. La supuesta buena voluntad del PRO huele así más bien a un contubernio con la presidente para que Macri sea el sucesor de ella, que recibiría el trato de líder de la oposición después del 2015. Así las cosas, esta reunión pública confirma esas versiones y complica la futura alianza con el FAU, ya que la mayor parte de la dirigencia radical, si bien no pidió la expulsión de Moreau, está claro que no quiere saber nada de un contubernio con el cristinismo.
Curiosamente, sólo Elisa Carrió le perdona a Macri estos acuerdos explícitos con Cristina, porque tiene la teoría de que hay que juntar a todos para derrotar a cualquier candidato peronista del matiz que sea. Pero esta posición de Carrió es contradictoria con un pacto de Macri con el cristinismo, al que ella denunció ante la justicia como una asociación ilícita para cometer negociados. Sería bueno también que la UCR, a través de su Comité Nacional, exprese su opinión ante estas reuniones obscenas del cristinismo con el macrismo, donde participa una supuesta juventud radical autodenominada “Los Irrompibles”.
El factótum de esta reunión no fue otro que el secretario general de La Cámpora, Larroque, un dirigente estrechamente ligado a la presidente y a Máximo Kirchner y que cuenta con una gran desaprobación de la sociedad, que está cansada de la violencia verbal del cristinismo y de su repentina lucha contra el narcotráfico, luego de que permitiera su expansión en estos últimos once años.
