Por Bernardo Vázquez/El Cronista.-
Separado de su puesto a instancias de Gils Carbó, fue restituido en julio, luego de que el proceso en su contra quedara trunco. El viernes se cumple el plazo para enjuiciarlo
El jueves se cumplirá un año exacto de que la Sala V de la Cámara del Crimen decidió apartar al fiscal José María Campagnoli de la investigación contra el empresario santacruceño Lázaro Báez, por considerar que intercedió sin autorización en un expediente paralelo que tramitaba la justicia federal por presunto lavado de dinero. Sin embargo, será el viernes cuando, se presume, caerá el juicio que desde el Ministerio Público impulsaron contra el fiscal. Ese día habrán pasado 180 días hábiles exactos desde que se suspendió al fiscal de instrucción de los barrios porteños de Núñez y Saavedra. Y ahí sí Campagnoli será confirmado oficialmente en su cargo, más allá de que lo restituyeron el 18 de julio pasado.
A finales del año pasado, la procuradora Alejandra Gils Carbó promovió el juicio contra el fiscal, solicitando su suspensión y posterior destitución. Por haber cambiado el objeto procesal de la causa, el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público decidió por cuatro votos a tres sancionar a Campagnoli hasta que se decidiera su futuro en un juicio, que comenzó en junio, durante el Mundial de fútbol, y en el que fueron citados a declarar, por ejemplo, la legisladora Graciela Ocaña y el periodista Jorge Lanata.
Cuando el Tribunal debía definir si destituía a Campagnoli como fiscal, la defensora María Cristina Martínez Córdoba renunció a su puesto por estrés y comenzó una cadena de recusaciones que terminaron frenando el proceso. Ese escenario derivó en la inmediata restitución de Campagnoli al cargo, al menos hasta que se iniciara otro juicio. El jueves es la fecha límite, y resulta casi imposible que se rearme el jurado y se dicte una sentencia contra el fiscal. No obstante, entre hoy y mañana se reunirá el Tribunal de Enjuiciamiento para definir qué sucederá con las recusaciones de sus miembros que lo llevaron a quedar desierto.
Después de ser restituido, en agosto, Campagnoli se reunió con Gils Carbó en un encuentro en el que "hicieron las paces".
La Procuradora le garantizó devolverle los empleados que habían sacado de su fiscalía en el tiempo en que había sido suspendido. El fiscal, en tanto, le manifestó que su intención era seguir trabajando con normalidad y que no tenía intenciones de ser candidato por la oposición en 2015.
Como fiscal de Núñez-Saavedra, Campagnoli recibió una denuncia por extorsión de Federico Elaskar, quien estaba a cargo de la financiera SGI conocida como "La Rosadita" y había sostenido que allegados a Lázaro Báez lo habían presionado para quedarse con esa firma. La causa la tramitaban el fiscal Guillermo Marijuan y el juez Sebastián Casanello, quienes sobreseyeron a Báez y a su contador Daniel Pérez Gadín en mayo de este año por considerar que no existían pruebas. En cambio, en el expediente central, en el que se los acusa de desviar 55 millones de euros al exterior, Casanello procesó sin prisión preventiva a Elaskar y a Leonardo Fariña, aunque no a Báez.
A mediados de junio hubo una multitudinaria marcha convocada desde de las redes sociales a favor del fiscal y contra el jury.
