HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 17 de junio de 2014

¿HAY PLAN B?: el Gobierno, urgido por la falta de créditos y frente al problema de tener que "volver a empezar"


   Por Lucila Lopardo/iProfesional.- La administración K venía haciendo los deberes para hacerse de dólares. Repsol, Ciadi, nuevo índice de inflación, Club de Paris. Ahora, el Ejecutivo se encuentra ante la encrucijada de endurecer el “relato” o plantear una alternativa que lo acerque a los mercados. La caja apremia
La decisión de la Corte de Estados Unidos de no aceptar el caso argentino -pasándole la "pelota" al juez Thomas Griesa, que ya había convalidado el pago a los fondos buitres- puso en jaque la estrategia en la que venía avanzando el Gobierno argentino. Esta era, ni más ni menos, la de "hacer bien los deberes" con la idea de volver a los mercados internacionales de crédito para así llegar a fines de 2015 con una situación económica y financiera menos apremiante. El acuerdo con el Club de París, la indemnización a Repsol, la presentación de un nuevo índice de inflación y el pago de los juicios en el Ciadi fueron todos pasos tendientes a acercarse a este objetivo. Para los analistas, estos avances sufrieron un duro revés, luego de que el Máximo Tribunal norteamericano desestimara la apelación en el caso contra los holdouts y dejara abierta la posibilidad de embargos de activos argentinos. "El fallo de la Corte marca un quiebre en la idea del Gobierno de recomponer la situación del país en el mercado internacional", afirma Marcos Novaro. Para este analista, el problema del Ejecutivo es que "empezó a mostrarse más conciliador, pero tarde. La sentencia también ha sido resultado de la política de guerra por la que optó el kirchnerismo". Y sostuvo que "nadie cree que Cristina Kirchner pueda liderar una rebelión contra la Corte Suprema de los Estados Unidos". 


 En diálogo con iProfesional, Sergio Berensztein coincidió con la postura de Novaro sobre el "timing" de la Rosada. Pero aclaró que, dentro de todo lo malo que trae consigo el fallo, si el Gobierno "opta por resolver el problema de manera razonable, se despeja una incertidumbre que iba estar presente mucho más tiempo". Así las cosas, el primer impacto muestra que la Argentina quedó vulnerable ante el mundo, ya que hasta los compromisos que tenga que cerrar en el exterior -como lo acordado en París- ahora se verán más condicionados. "El acuerdo con el club de París ahora encuentra mayores limitaciones, porque el Gobierno no sólo va a tener que realizar pagos sino además encontrar la forma de hacerlos sin que sean embargados", señala a iProfesional el analista Diego Dillenberger. Los expertos coinciden en señalar que la "heroica" negociación de Kicillof ya no resultará tan funcional al "relato". Y aclaran que el principal impacto para lo que resta del mandato de Cristina Kirchner recaerá en las fuertes complicaciones que deberá afrontar la administración K en materia económica. "El Gobierno apuntaba a ganar algo de tiempo para llegar a diciembre del 2015", afirma Dillenberger, para que así un eventual acuerdo con los fondos buitres no abra la puerta a que otros bonistas reclamen una cifra del orden de los u$s15.000 millones. "La continuidad del plan económico entra en un mar de interrogantes", asevera. El economista Roberto Chachanosky es más duro en sus apreciaciones: "Quisieron dejarle el problema al próximo gobierno, pateando la pelota afuera y esa estrategia no resultó". 

 ¿Hay plan B? 

La pregunta que queda por responder es si el Gobierno cuenta con margen de acción para sortear este duro traspié. "El plan de Kicillof era el ‘plan A'. Hay que ver si existe un plan B", señala Dillenberger, quien considera como una posibilidad que desde la Rosada se opte por "profundizar la verborragia contra los buitres y que no se resuelva el conflicto de fondo". Para el politólogo Rosendo Fraga, "ahora se requiere de una mayor prudencia más que discursos encendidos". En coincidencia con Dillemberger, Novaro advierte: "El problema es que no veo que haya un plan B para resolver este tema. Daría la impresión de que el Gobierno aún no tiene resuelto cómo hacer para llegar a buen puerto". Fraga coincide en este punto: "Las crisis suelen escalar por error de cálculo. El Gobierno había apostado a que, por uno u otro camino, iba a haber una postergación de la sentencia, que evitaría la posible extensión a los acreedores que entraron el canje, del pago que se deberá hacer a los que quedaron fuera". 

 En este contexto, para los especialistas quedó en evidencia que la negativa de la Corte era una alternativa que pocos habían barajado en profundidad. Destacan que el equipo económico se tuvo que reunir de urgencia y no emitió ningún comunicado durante la jornada para calmar los ánimos y apaciguar un desplome de los mercados. Otra arma que impuso el Gobierno -y que a ojos de los expertos no funcionó- ha sido el argumento de que una sentencia en contra de Argentina iba a sentar un precedente negativo para otras naciones a la hora de renegociar sus deudas. "En los argumentos dice bien claro que la Argentina no merece que la Corte intervenga, porque lo que los jueces ya han declarado es correcto. Esto le quita valor al argumento de que un fallo a favor de los buitres condiciona las futuras reestructuraciones. El tribunal en este sentido fue contundente al aclarar que el caso argentino no va a contagiar", agrega Novaro. 

 Que pague el que sigue 

 Con respecto a la postura que debería tomar la oposición, para los especialistas no es conveniente que los "presidenciables" salgan a vapulear al Gobierno. "No es momento para demoler con facilidad las improvisaciones estratégicas del Gobierno argentino. El drama es nacional. Se hereda", subraya Jorge Asís. La sentencia adversa también complica los planes de varias provincias que apuntaban a tomar deuda para reordenar su situación financiera. Un ejemplo claro es el de Buenos Aires. El gobernador Daniel Scioli necesita hacerse de fondos para afrontar el pago de salarios de empleados públicos y aguinaldos. Dado el mayor distanciamiento del kirchnerismo, es poco probable que reciba dinero de la Nación, por lo que endeudarse era una alternativa a la que apuntaba. Scioli, consciente de este panorama, llamó a "a que todos los sectores se encolumnen detrás de la estrategia argentina". "Todo el tablero político hay que volver a dibujarlo. 

Con el fallo de la Corte, Scioli y varios gobernadores se verán más limitados en sus planes", señala Dillenberguer. Bajo su óptica, esta situación favorece indirectamente a Massa, que "no tiene problemas de gestión", y puede obtener rédito político, ante un panorama de caja más complicado que deba enfrentar el gobernador bonaerense. "La oposición tratará de sacar rédito de este traspié del Gobierno, porque puede hacer una política razonable de planteos y dejar de hacer ‘nacionalismo retórico", que termina resultando muy caro. El discurso cuesta y se termina pagando mucho más a todos los que se critica", sentencia Novaro. Berensztein destaca que la Argentina no puede seguir aislada del mundo, "porque ningún país está en condiciones de sobrevivir sin contactos efectivos". Sin embargo, cree que la decisión de la Corte, en parte puede ser positiva para terminar de una vez la reestructuración de la deuda que se inició a fines del 2001, algo que tarde o temprano iba a terminar sucediendo. "Tratará de liberarse de la negociación y que esa reestructuración la pague el próximo Gobierno", apuntó. Por lo pronto, la verdadera misión para la próxima gestión será, como subraya Asís: "Heredar el desastre que queda y reconstruir la credibilidad".

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