Por Ámbito Financiero.-
Un tribunal de Estados Unidos llegó hoy a la conclusión de que la condena emitida por Ecuador contra la petrolera estadounidense Chevron por daños ambientales en regiones amazónicas no deberá ser acatada por haberse producido alentada por hechos de corrupción.
El tribunal de Nueva York a cargo rechazó el pedido presentado desde Ecuador para que la sentencia, ya dictada por la justicia ecuatoriana y que exigía el pago de 9.500 millones de dólares por parte de la petrolera, fuese ejecutada en Estados Unidos.
La decisión judicial de este martes fue criticada por la defensa de los pobladores amazónicos, cuyo abogado Juan Pablo Sáenz expresó que la sentencia, emitida por el magistrado estadounidense Lewis Kaplan, es "un fallo injusto, producido por un juez ilegítimo, dentro de un proceso absurdo", por lo cual se presentará una apelación ante cortes superiores de Estados Unidos, aseguró.
Sáenz anunció que acudirán ante el Segundo Circuito de Cortes de Apelaciones de Estados Unidos, estrado superior al de Kaplan, y señaló que "los argumentos de fondo para la apelación son sólidos" y servirán para que "este absurdo jurídico pueda revertirse en el futuro cercano".
La sentencia de Kaplan se basa en que en la demanda de Chevron se encuentran pruebas "convincentes" de que la contraparte sobornó a un juez ecuatoriano para que emitiera una sentencia a favor de los pobladores afectados en su salud por contaminación ambiental.
El juzgado neoyorquino decidió que la sentencia emitida en Ecuador tuvo lugar con intervención de acciones "corruptas", por lo cual "los demandantes no debieran verse beneficiados de ningún modo", según palabras del juez Lewis Kaplan en su informe de casi 500 páginas.
La decisión de este martes prohíbe hacer cumplir en Estados Unidos la indemnización por 9.500 millones de dólares a la que la justicia ecuatoriana obligaba pagar.
Al respecto, Sáenz indicó a la agencia gubernamental Andes que el dictamen se circunscribe solo a los Estados Unidos y "que las acciones de ejecución en otros países no tienen por qué verse afectadas".
Los abogados ecuatorianos de hecho iniciaron acciones de cobro en contra de Chevron en Argentina, Canadá y Brasil y anunciaron que proseguirán procesos en los países donde la multinacional tenga activos.
Chevron, que adquirió Texaco en 2001, está acusada de arrojar a ríos ecuatorianos unos 18.000 millones de galones de desechos tóxicos durante su operación petrolera entre 1964 y 1990.
Por esa contaminación fallecieron pobladores y otros sufren graves afecciones de salud además de que aún hoy persisten en unos 400 lugares piscinas de petróleo tal cual las dejó la Texaco en suelo ecuatoriano, razones por las que los afectados enjuiciaron a la Chevron-Texaco hace 30 años.
El 2011, la justicia ecuatoriana condenó a Chevron al pago de 19.000 millones de dólares por daños ambientales. El monto fue luego reducido a la mitad, pero Chevron sostuvo que la defensa de los demandantes había sobornado a la justicia.
El gobierno de Ecuador, al que Chevron pretende inmiscuir en el proceso por medio de un juicio en un tribunal arbitral de La Haya, proclamó paralelamente a la ejecución de la sentencia una campaña que denominó "la mano sucia de Chevron", que busca difundir a nivel internacional los perjuicios a la naturaleza que ocasionó Chevron-Texaco.