El periodista Premici identificó a quiénes apuntan: “(...) En el caso de la soja, un poco más de la mitad de la totalidad de la cosecha es exportada por Cargill, Noble Grain, ADM, Nidera y Bunge. Las 10 primeras cerealeras del país explican el 96% de las ventas al exterior. (...)”. No sería la primera vez que los K intentan sancionar a esas empresas. Ricardo Echegaray y Guillermo Moreno se especializaron en la tortura. Nunca obtuvieron algo importante pero si hay alguna carencia en la Administracion Cristina es de antídoto contra la necedad. Los exportadores de cereales ya anticiparon al Estado argentino, en concepto de prefinanciación de ventas, US$ 1.820 millones. La idea era llegar a US$ 2.000 millones pero no se pudo porque varias empresas con casa matriz en el extranjero recibieron advertencias de sus jefes que se abstuvieran de ayudar a un Estado que les adeuda devolución de IVA de 3 y hasta 4 campañas anteriores.
¿A esos exportadores de cereales se refiere Carlos Casamiquela, ministro de Agricultura y Ganadería, cuando afirmó a Sebastián Premici, de Página/12, “Según nuestros cálculos, hay 8 millones de toneladas de granos, mayormente soja, sin liquidar. Esto equivale a US$ 3.500 millones que podrían ingresar al país”?
Resultaría interesante conocer las estimaciones gubernamentales que, tal como se conoce, es propenso a la distorsión de cifras, estadísticas y fuentes (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, sin ir muy lejos).
“Los pequeños y medianos productores no tienen capacidad de mantener en silos y silobolsas su producción. Generalmente venden cuando van sacando cosecha. Quien tiene stock de soja cuenta con una espalda financiera importante. Hace 3 meses, los exportadores, a través de la Mesa de Enlace, reclamaban una devaluación. Y ahora con el nuevo tipo de cambio siguen presionando”, dijo Casamiquela. Pero ¿qué quiso decir Casamiquela?
El periodista Premici decidió 'interpretar' para el vulgo los dichos del funcionario: “(...) En el caso de la soja, un poco más de la mitad de la totalidad de la cosecha es exportada por Cargill, Noble Grain, ADM, Nidera y Bunge. Las 10 primeras cerealeras del país explican el 96% de las ventas al exterior. (...)”.
No sería la primera vez que los K intentan sancionar a esas empresas. Ricardo Echegaray y Guillermo Moreno se especializaron en la tortura. Nunca obtuvieron algo importante pero si hay alguna carencia en la Administracion Cristina es de antídoto contra la necedad. Moreno se encuentra aprendiendo italiano en Roma pero Echegaray sigue agazapado en la Administración Federal de Ingresos Públicos, resistiendo las críticas. A Echegaray apuntan por todo aquello que Página/12 intenta incorporar a Casamiquela.
Ahora, ¿están seguros Echegaray/Premici que los productores les están vendiendo el producto a los exportadores? A Urgente24 no le consta. En general, los productores a quienes se ha consultado son muy críticos de los perjuicios que les provoca el kirchnerismo y afirman que prefieren vender lo menos posible a esas empresas citadas por Premici.
En cambio Premici afirma haber hablado “con varios productores sojeros, pequeños” (?), “y les consultó si estaban dispuestos a vender soja con el actual tipo de cambio. La respuesta fue que ellos no tenían los granos, sino que ya habían sido vendidos a los exportadores.”
Es evidente que los productores con quienes dialoga Urgente24 no son los que consulta Página/12. Pero lo que habría que conocer es en qué grupo se encuentran los más parecidos a la mayoría de los productores agrícolas.
Premici consultó a un supuesto dirigente de la para nada representativa Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo): “Las cámaras empresariales del campo que especulan con la venta, y que decidieron retirarse del mercado granario para evitar liquidar divisas al Banco Central, constituyen uno de los sectores con más renta del país, que menos invierten en mano de obra y que más explota nuestros recursos naturales. Con su maniobra, de neto corte especulativo, están atentando contra el crecimiento y la estabilidad económica y consecuentemente el poder adquisitivo del salario de los trabajadores”.
Canpo fue una invención nac&pop de Guillermo Moreno que ahora promueve la recreación de la Junta Nacional de Granos, que se llamaría Agencia Nacional de Comercialización, “que garantice a los pequeños y medianos productores el real valor de su producción”.
Un disparate que resultaría estupendo que avanzara, afirman muchos, para que el ladriprogresismo termine de estrellarse con sus ideas locas.
Luego ¿es obligatorio liquidar la producción? ¿Dónde está escrito que los productores no pueden disponer libremente de su producto? ¿Acaso el Estado K considera que el producto le pertenece al Tesoro Nacional en nombre de un irreal “interés colectivo”? ¿Proteger el patrimonio propio reteniendo el producto ya que es peligroso tener pesos ante la inflación prevaleciente, es apostar a un golpe de Estado? Al fin de cuentas, ¿quién provoca la inflación?
Pero la polémica se encuentra en ascenso.
"Cada uno hace el ahorro que puede. Se ahorra en soja, ¿en qué se va a ahorrar?, ¿en pesos? El productor va a comercializar cuando considere oportuno. Mientras tanto el productor va hacer lo que quiere porque todavía estamos en un país libre", declaró Pedro Apaolaza, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, en diálogo con radio La Red.
El jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, arremetió contra los productores que aún no vendieron su cosecha. No obstante, el jefe de Ministros aseguró que hay proyecciones a largo plazo de un fuerte ingreso de dólares. (Otra vez: provocan terror las proyecciones de los funcionarios públicos porque siempre las acomodan a sus deseos y necesidades).
Apaolaza admitió que hubo una reunión con funcionarios gubernamentales, buscando una alternativa para que los productores vendan la soja que tienen acopiada. El productor explicó que las entidades acordaron no aceptar la propuesta porque no se resolvía el problema de fondo, que es la inflación. "Está muy mal todo y no veo la forma de que esto salga adelante", resumió.
Casamiquela dijo que en enero del año pasado se había liquidado el 97% de la cosecha de soja, mientras que en la actualidad sólo alcanza un 83%. Pero ¿el Ejecutivo Nacional no asume la inestabilidad que ha generado y la destrucción de la moneda nacional? ¿Qué fue lo que realmente dijo Casamiquela?
“Uno presupone que la decisión de no vender soja se había tomado con un dólar en torno de los $5. Hoy la situación es totalmente diferente.
Después de esta devaluación, vemos una estabilidad manifiesta del tipo de cambio, lo que presupone que deberían vender”, agregó el funcionario aunque .
Antes que nada habria que recordarle a los funcionarios que el dólar agrícola exportador no es $8. Sería interesante que verifique cuánto subieron, en dólares estadounidenses, los insumos.
Casamiquela transpira porque Echegaray le reclama a él un equivalente a US$2.016 millones (el equivalente a derechos de exportación aplicados sobre exportaciones agrícolas al final del 1er. trimestre de 2014 por US$5.760 millones). El recaudador ex titular de la ex ONCCA y ex de la Aduana, tiene un número en su planilla y quiere cumplirlo porque cree que, de lo contrario, o Jorge Capitanich o Axel Kicillof volverán a la carga por el control de la Afip.
Página/12 tiembla porque ve peligrar el pago gubernamental en tiempo y forma de los subsidios que lo financian. Por eso Premici afirma: “(...) Si se toma el valor actual del tipo de cambio, en torno de los $8,03, la ganancia para los exportadores, descontadas las retenciones, sería de $30.000 millones. “Con este nivel de rentabilidad, si no liquidan a partir de marzo, es porque quieren una mayor devaluación o porque están pensando más en sus pretensiones políticas que en sus negocios”, explicaron a este diario desde la cartera de Agricultura. (...)”.
Si no cobran el salario en tiempo y forma, los de Página/12 ya saben a quien reclamarle: a la Mesa de Enlace.
¿Qué es lo que está ocurriendo?
La ingeniera agrónoma y periodista Susana Merlo lo explicó, en parte, en su web Campo 2.0: sigue deteriorándose la relación entre el Ejecutivo Nacional y los productores. Bastante poco hace Casamiquela al respecto, todo lo contrario.
“El país necesita divisas (genuinas) pero el Gobierno mantiene restricciones y trabas –escritas y no escritas– prácticamente para todas las ventas al exterior de casi los únicos productos que le pueden dar al país recursos en el corto plazo: los alimentos.
La Argentina precisa aumentar con urgencia sus alicaídas reservas, pero favorece la compra de divisa extranjera, a precios subsidiados y que no queda en el sistema.
Se requiere aumentar rápidamente la cantidad de pesos (sin aumentar aún más la emisión, alias, “darle a la maquinita”), y casi se fuerza la salida de esos pesos para comprar dólares, mientras no se aumentan las tasas de interés como para que resulte de algún atractivo quedarse en los bancos, en moneda local.
La producción no tiene plata y se cortaron, prácticamente, todos los créditos oficiales y comerciales lo cual, a la luz de lo que ocurre, es perfectamente comprensible, ya que los comerciantes saben que los precios a los que tendrán que intentar reponer su stock son sensiblemente mayores a los que tenían hace 2-3 semanas atrás.
Pero si no se puede exportar, y tampoco hay con qué producir, ¿qué es entonces lo que se está pretendiendo el Gobierno?
¿Hacia dónde se supone que se orienta?
El tema desvela a la mayoría de los empresarios, aunque algún distraído siga pensando que la última devaluación “sirve” para favorecer las exportaciones.
En el caso del campo, la liberación total del comercio es clave. Caso contrario, los escenarios de la carne vacuna en 2011/12, o del trigo el año pasado, con precios internos extraordinarios debido al déficit de oferta, se multiplicará en otros muchos rubros. De hecho, no falta tanto para que ocurra también con la leche.
Sin embargo, el Gobierno que sigue dando vueltas con los “diagnósticos” no quiere reconocer los (propios) errores del pasado, e insiste con repetirlos: Roes, precios de corte, cierre de registros, amenazas (muchas infundadas), etc., siguen muy vigentes como si con esas herramientas hubieran logrado algún éxito.
Con semejante escenario, no puede llamar la atención la “inmovilidad” de muchos, y la reticencia de los productores a deshacerse adelantadamente de sus activos. Tanto granos como carne fueron, históricamente, su moneda de anclaje, el lugar en el que se sienten líquidos.
Pero además, ni el campo, ni casi ningún otro sector productivo hoy cree que, efectivamente, las medidas económicas hayan terminado con las de la semana pasada. Al contrario.
Aunque realmente, a la mayoría les cuesta pensar que el Gobierno corrija, excepto cuando ya no les quede más remedio y entonces, como ahora, seguramente se volverá a llegar tarde, y cada vez el abismo está más cerca.
De hecho, si las correcciones que se piden desde hace más de un lustro se hubieran realizado hace 1-2 años atrás, o la misma devaluación de la semana pasada se hubiera llevado a cabo en 2011-2012, probablemente hoy no se estaría hablando de esto.
Por caso, ¿qué pasaría si el Gobierno hubiera corregido su política triguera en 2008 cuando la resolución 125, y ahora, justo en este momento, tuviera 20 millones de toneladas de trigo para exportar, lo que hubiera sido perfectamente factible con otra política? (...)”.
