Por Guillermo Cherashny/El Informador.- Una difícil situación política, económica y social sigue persiguiendo al cristinismo, que ha recurrido a la recesión y a la restricción salarial para bajar la inflación a partir de abril, porque febrero y marzo ya parecen jugados en torno a unas décimas por encima del 3% mensual.
Pero al mismo tiempo sigue utilizando el miedo como instrumento principal de sus políticas. Así es que amenazó con una ley que regule toda la cadena de valor de los alimentos de primera necesidad, aunque después fue desmentido el proyecto por Jorge Capitanich, el jefe de gabinete, aunque horas después el diputado porteño del FpV Carlos Heller presentó un proyecto de ley algo similar a un control de precios actualizando la ley de abastecimiento.
Un mar de dudas
Hay también aprietes indirectos, como los escraches del grupo Quebracho a cadenas de supermercados, que lejos de ser condenados por el gobierno son custodiados por la Policía Federal para que amenacen a los comercios de forma similar a los afiches que el oficialismo mandó pegar contra los ejecutivos de los supermercados y cadenas de electrodomésticos.
Hoy es un día clave, por la discusión de la paritaria docente, en la cual el gobierno ofrece el 25% de aumento que los gremios rechazan. Éstos ayer pidieron $ 4.850, que no están lejos de los $ 4.400 que ofrece el gobierno, ya que hoy está en $ 3.500 por turno más el 25% de esa cifra cercana a los $ 4.400, con lo cual se podría dar este primer paso. Es cierto que no todos los gremios docentes aceptan, pero no están tan lejos como hace unos días entre lo que ofrecen y lo que piden.
Si el gobierno sortea este primer paso, tiene confianza en que Antonio Caló, de metalúrgicos, y Ricardo Pignanelli, de SMATA, acepten el 25%, pero se produjo un rechazo tajante de Hugo Moyano, quien volvió a reiterar que no acepta ningún techo a sus reclamos. Hacia fin de mes la expectativa está puesta en qué dirá el gobierno en su remozado IPC, ya que la inflación de febrero da más de 3,2% y existen dudas de que el INDEC vuelva a repetir un 3% por segundo mes, aunque se haya comprometido con el Fondo Monetario Internacional.
En la plaza cambiaria, los bancos privados ya le aportaron al Banco Central 1500 millones de dólares, a razón de más de 100 millones dólares por día, y las cerealeras ya liquidaron cerca de 1.000 millones de dólares de los 2.000 que prometieron.
Y lo grave es que las reservas siguen en 27.700 millones de dólares, la misma cifra que había cuando Juan Carlos Fábrega paró momentáneamente la corrida cambiaria, o sea que el Central dejó de perder reservas pero no recuperó nada de ellas. Lo único que logró es que las reservas netas subieran a 18.600 millones de dólares y éste es el número que hay que tener en cuenta para enfrentar una corrida cambiaria y no los casi 28.000 millones de dólares de las reservas brutas, por lo cual las reservas netas son pocas frente a una base monetaria de 300.000 millones de pesos y 500.000 millones de pesos depositados en los bancos a plazo fijo. Más aún teniendo en cuenta que ayer el dólar blue subió a $ 11,85 y después de muchos días las reservas del BCRA bajaron 95 millones dólares ayer.