Por DIARIO HOY.-
La fuga de presos de Ezeiza desnudó la grave situación que atraviesa el país en lo que respecta a estas instituciones. El rol del exjefe del Servicio Penitenciario Federal, bajo la lupa
la fuga de presos de la Cárcel de Ezeiza volvió a poner en el centro de atención al gobierno kirchnerista y a sus discutidas políticas en materia de seguridad. Tan grave es la situación que lo que empezó siendo una crisis se transformó en un caos en donde la ausencia de respuestas es cada vez más notoria frente a los reclamos de las distintas fuerzas. De hecho, el constante ninguneo de parte del kirchnerismo dejó al descubierto que el interés de las autoridades nacionales a la hora de proteger a sus propios compatriotas es nulo.
No hay que retroceder demasiado en el tiempo para certificar que este dolor de cabeza para la administración K es crónico: En febrero de este mismo año, efectivos de Gendarmería y Prefectura convocaron a una concentración frente al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, ubicado en el mismo edificio del Ministerio de Defensa, para exigir un aumento en sus sueldos.
Pero esta última protesta fue una secuela del fuerte reclamo que se tuvo lugar en octubre de 2012 y que derivó en el polémico pase a disponibilidad de un gendarme y dos prefectos que oficiaban de voceros durante la manifestación.
Sin lugar a dudas, este tipo de represalias de parte del Gobierno no sólo no pusieron fin a los conflictos internos en las fuerzas de seguridad, sino que echaron leña a lo que ya se convirtió en un incendio de puertas para adentro, con La Cámpora como principal culpable del desorden que derivó en este nuevo escándalo nacional (el ahora exjefe del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, está estrechamente ligado a Vatayón Militante, una agrupación K que realiza trabajos de resocialización en los centros de detención).
“Hay una suerte de confusión de rol”
Consultado sobre el hecho, el juez de Casación Martín Manuel Ordoqui aseguró a Hoy que “Hortel ha sido un jefe de servicio bastante particular. Tengo entendido que renunció y antes de eso removió a 19 funcionarios, a los que en principio los asocia con esto. Lo vive como una traición”.
“En lo personal me parece que, más allá del respeto que tengo, hay una suerte de confusión de rol. No quiero decir que el jefe del servicio penitenciario sea un tipo malo o un duro. Pero por lo menos no tener este nivel de vínculos que terminan generando situaciones disfuncionales en los internos y algún resquemor o duda de conducción respecto de los cuadros del servicio penitenciario, del último al primero. Con un jefe que se disfraza de hombre araña, después es difícil seguir las órdenes que él da”, sostuvo Ordoqui, en referencia a la desorganización que existe hoy en las fuerzas de seguridad en el plano federal.
Aumentan las sospechas sobre una posible maniobra orquestada dentro de la cárcel
Tiempo atrás nuestro diario alertaba sobre la intromisión de la agrupación juvenil K La Cámpora en las cárceles y el cuestionado proyecto que lleva adelante Vatayón Militante con los reclusos. La metodología implementada, sin lugar a dudas, fue objeto de una profunda discusión en el seno de la sociedad y planteó varias interrogantes en torno a la función del flamante exjefe del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, luego de que éste defendiera con uñas y dientes la modalidad implementada en el Servicio Penitenciario Federal.
Con el correr del tiempo, la situación en las cárceles se fue complejizando de tal manera que, en la actualidad, el desorden de puertas para adentro es total: lo sucedido ayer es un fiel reflejo de la falta de autoridad de quienes ostentan los cargos más altos a nivel jerárquico, que tampoco atienden como corresponde a las demandas salariales de los efectivos.
“Los métodos que se utilizan para reclamos gremiales son variados y básicamente diferenciados de acuerdo al organismo en el que se trate. Y en aquellos organismos que no tienen posibilidad de sindicalizarse, de tener representantes gremiales, puede ser que se recurra a actitudes gremiales putativas. Es decir: ‘hago esto para demostrar quién manda acá’”, indicó a Hoy el juez de Casación Martín Manuel Ordoqui.
Asimismo, el magistrado señaló que “la fuga en concreto es un hecho posible, que generalmente las veces que ha ocurrido cuenta con una colaboración directa por parte del personal de la unidad”.
“Yo tuve la oportunidad de ver el pozo en un medio y, realmente, es un pozo llamativo. Y también es llamativo que la tierra se encuentre en la celda. A mí me da la pauta de que en este caso concreto ha habido colaboración por parte del personal, los celadores, los vigiladores, los soldados que están afuera. Pasaron dos o tres muros de alambre, que son difíciles de pasar y esto sólo no se puede hacer”, advirtió.
Comi: “La gestión de Hortel fue un cambalache”
El diputado nacional santafesino Carlos Comi (Coalición Cívica ARI) calificó ayer de “verdadero cambalache” a la gestión del renunciante jefe del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Víctor Hortel, y pidió que asuma “un funcionario responsable, honesto y que garantice el respeto a los derechos humanos en las cárceles”.
Comi había denunciado a Hortel por la salida de detenidos para participar en actos políticos de la agrupación “Vatayón Militante”, donde causó un escándalo el caso del músico Eduardo Vázquez, condenado por la muerte de Wanda Taddei.
“Hortel es no sólo el responsable del escándalo de Vatayón Militante y las salidas indiscriminadas de presos amigos para participar de actos kirchneristas, sino también de la fuga de represores acusados de gravísimas violaciones a los derechos humanos, por eso su renuncia la esperábamos desde hace mucho”, aseguró Comi.
Para finalizar, el legislador remarcó que “la renuncia de Hortel se debió haber dado hace mucho tiempo. Su gestión es un verdadero cambalache, que por suerte hoy termina”.