Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Hugo Moyano y su CGT fueron los que más batallaron para que se suba el mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias de trabajadores activos y jubilados. A estos esfuerzos se les sumaron prácticamente todos los partidos de la oposición. Pero fue el claro éxito de Sergio Massa en las primarias bonaerenses lo que obligó al gobierno a resolver que el mínimo pase a 15.000 pesos brutos de sueldo.
Después de la derrota oficialista, Ricardo Echegaray sostuvo en reiteradas oportunidades que no se podía desfinanciar al Estado y que había que estudiar la compensación con un impuesto a la renta financiera. Finalmente, el gobierno, urgido por el calendario electoral, tomó la decisión y lanzó asimismo un impuesto a la distribución de dividendos pero omitió incluir una suba a la base de los autónomos y monotributistas, que son millones. Se puede concluir que la mejor forma de arrancarle al gobierno concesiones favorables para la población es derrotarlo en las urnas, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
Los nuevos problemas que se inventa el gobierno
La jugada del gobierno apunta también a favorecer a sus sindicalistas preferidos de la CGT Balcarce, liderados por Antonio Caló y Raúl Pignanelli, que últimamente estaban de capa caída ante las perspectivas de reunificación de la CGT, que hasta podría acordarse en Roma como regalo al papa Francisco. En este plan, asumiría como secretario general Juan Carlos Schmid, secretario general del gremio de dragado y balizamiento y hombre de confianza de Moyano. Éste es otro triunfador del aumento del mínimo. A partir de ahora, es probable que se conozcan encuestas que dirían que Martín Insaurralde subió su intención de voto al 33/34%. El problema para el gobierno es que la tendencia que se está marcando dice que el Frente Renovador obtendría más del 40% en octubre, lo que no impediría que haya una nueva manipulación de encuestas en las próximas semanas, algo que ya probó su ineficiencia en las primarias.
En cuanto al nuevo canje y el cambio de domicilio de pago de los bonos reestructurados para que se paguen no en Nueva York sino en la Caja de Valores local, es muy difícil que se pueda hacer. Es que la caja de valores de EEUU difícilmente se haga cómplice de una maniobra dilatoria para eludir la justicia de ese país. Así las cosas, podría haber default técnico por no pagarles a los holdouts y un full default si el gobierno no logra que pueda cambiársele el domicilio de pago a la deuda estructurada. Esta situación, a su vez, gatillaría los seguros contra default que hoy en día la Argentina tiene al doble que Grecia.
También vale apuntar que la presidente, que tanto critica las medidas cautelares, está aprovechando ahora una cautelar de la Corte de Apelaciones del segundo distrito de Nueva York denominada in stay, que permite que las cosas sigan igual hasta que la Corte Suprema decida si toma o no el caso argentino.