El Tesoro de Estados Unidos ejercía una brutal presión para que a la Argentina se le aplique la máxima sanción en el organismo multilateral de crédito, luego del acuerdo del gobierno con Irán, el enemigo número uno de la potencia del norte. La presión de los países latinoamericanos y de Francia salvó a la Argentina de un castigo mayor. Las opciones que el FMI barajaba para sancionar a la Argentina por la manipulación de los índices del Indec iban desde una “declaración de censura” hasta la expulsión del país del organismo multilateral de crédito, pasando por la suspensión del derecho a votar adentro la aprobación de créditos y paquetes de ayuda económica.
Al final, la entidad conducida por Christine Lagarde optó por la opción más liviana, a pesar de la brutal presión por parte de el Tesoro estadounidense de castigar con la mayor sentencia al gobierno argentino. La noticia del FMI se dio a conocer el mismo día en que el gobierno presenta su defensa en la corte de Estados Unidos ante los fondos buitre, luego del fallo de Griesa que obligaba a pagarles el 100% de lo que reclamaban. Pero lo cierto es que no existen vinculaciones entre las dos circunstancias, porque el Tesoro "detesta a los Elliot", el fondo de inversión que demandó al gobierno.
El otro país que estaba a favor de una sanción más dura era Suiza, mientras que Francia y los países latinoamericanos buscaban el resultado más leve. Incluso Rusia y China proponían que no hubiera castigo alguno. Estos países lograron presionar lo suficiente para torcer la balanza del lago del gobierno, contó a LPO una fuente al tanto de las negociaciones.
La oposición de EEUU a la Argentina fue consecuencia de las declaraciones de Cristina durante su visita a Nueva York, en la última cumbre de la ONU. En ese entonces, la presidenta cargó duro contra el FMI ante la amenaza de que el organismo le sacara “tarjeta roja”. Al parecer, al stablishment yankee le molestó la asociación que hizo Cristina en su discurso entre EEUU y el Fondo.
Pero el otro punto que causó malestar en los círculos de Wall Street fue el acuerdo con Irán, que fue anticipado en esa ocasión. El gobierno de Obama leyó de la peor manera esa iniciativa y la forma prepotante en que fue transmitida por parte del Canciller Héctor Timerman, con amenazas de por medio. La decisión menos conveniente para mantener buenas relaciones con la potencia del norte, si se tiene en cuenta que el terrorismo es la preocupación número uno en el país del norte y una de sus principales premisas es no ceder ante la extorsión.
Hoy el país árabe es el enemigo número uno de Washington por sus vinculaciones con terroristas y la posibilidad de que llegue a fabricar la bomba nuclear es una de las mayores preocupaciones en la política estadounidense. En ese sentido, la alianza del gobierno con Irán fue leida de la pero manera y actualmente las relaciones bilaterales son sumamente tensas.
Por el momento, sin implicancias
En cuanto al aspecto económico, la consultora Elypsis advirtió que la decisión del FMI “Si bien el procedimiento podría en teoría finalizar en negación del acceso a créditos o incluso en la expulsión, no tiene efectos inmediatos". "Dado el estado actual de autarquía financiera del país, no esperamos implicancias de peso, a menos que desencadene acciones por parte del gobierno”, concluyeron.
