Es probable que para TBA la pérdida de la concesión de los ramales Mitre y Sarmiento puede volverse casi un alivio. Si bien el monto de subsidios que dejará de percibir es una cifra millonaria, también es cierto que le alcanzaban para pagar sueldos y tener los trenes en marcha, y no mucho más. Al mismo tiempo, al dejar de gestionar los trenes queda a resguardo de que se repita una desgracia como la de Once. Si bien las causas que la generaron todavía están bajo investigación, es real que las frágiles condiciones con las que funciona todo el sistema ferroviario no hacen imposible esta posibilidad. La pata más fuerte de su negocio no quedó afectada. Al contrario, si el Estado cumple lo que promete, debería verse fortalecida. Emprendimientos Ferroviarios (Emfer) es la empresa en donde reparan y modernizan los viejos vagones de los trenes metropolitanos. De sus talleres salen las unidades de dos pisos, cuya provisión a las líneas urbanas el ministro Julio de Vido prometió incrementar. En el corto plazo, el esquema de la gestión ferroviaria no cambiará. De hecho, es posible que se complique, porque los ramales que sumarán Metrovías y Ferrovías son de alto volumen de tráfico y personal. Habrá que seguir agradeciendo día a día que los trenes salgan y lleguen a destino sin sufrir un contratiempo.
