HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

lunes, 16 de abril de 2012

UNA SUCESIÓN DE ERRORES.

El amargo final de la VI Cumbre de las Américas no hizo más que cristalizar una sucesión de contradicciones y errores de cálculo de la diplomacia argentina. La falta de acuerdos entre los presidentes reunidos en Cartagena de Indias por la exclusión de Cuba en la cumbre fue la excusa perfecta que utilizó el gobierno de Cristina Kirchner para justificar su imposibilidad de imponer en la región una cerrada defensa por la causa Malvinas. Pero el malestar de la Presidenta por su desliz en Colombia no se pudo ocultar públicamente ni siquiera anteponiendo una coartada como la de Cuba: Cristina Kirchner no sólo se retiró intempestivamente de la cumbre, sino que también retó en público al anfitrión del encuentro, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por no mencionar el caso Malvinas en su discurso inaugural. ¿Creyó deliberadamente la Cancillería que por arte de magia Washington apoyaría la causa Malvinas, enfrentándose así a sus históricos socios ingleses? ¿Nadie advirtió a la Presidenta que el caso Cuba empantanaría al tema Malvinas en la firma final del documento? ¿O se pensó que el poder de la diplomacia argentina es tan fuerte como para arrastrar al resto de América latina a un aislamiento de los Estados Unidos? Sólo la sucesión de errores o una política exterior potenciada por la arrogancia pueden explicar tantos traspiés de la Argentina en una cumbre de presidentes. Ver más

El Gobierno dijo que hubo "amplio apoyo" en la cumbre por la causa Malvinas pero que el tema se "empastó" en Cuba. Es cierto: no hubo declaración final de la cumbre porque los Estados Unidos y Canadá no apoyaban la postura de inclusión del régimen castrista, tal como promovían Venezuela y sus socios. Pero la diplomacia de la región advirtió hace un mes que Cuba opacaría la cumbre. No fue casual que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, no asistiera por este tema a Cartagena. Además, se sabía que el texto final debía ser por consenso. No era el caso de Cuba.

No obstante, Cristina Kirchner, asesorada por el canciller Héctor Timerman, se empecinó en instalar el tema Malvinas en un documento que naufragaría desde el primer minuto. Fuentes de la Casa Rosada aseguran que la Argentina buscó forzar a Obama a una definición por Malvinas para aislarlo de la región. Si ésta fuera la lógica oficial, ello resulta contradictorio con el optimismo que reinó en la comitiva argentina tras el encuentro bilateral de Obama con la Presidenta, donde Timerman habló de "amplios acuerdos", eludiendo la traducción fiel del comunicado de la Casa Blanca que menciona una "preocupación" de Washington por los recientes conflictos comerciales con Buenos Aires.

QUEJAS EN LA OMC

Los errores y zigzagueos de la diplomacia argentina no terminan allí. La Presidenta creyó que el malestar de muchos países de la región por las trabas a las importaciones en la Argentina no sería impedimento alguno para que fracase el reclamo por Malvinas. Por esto Cristina Kirchner fue más lejos en su retórica en Cartagena y pensó que muchos de los países que denunciaron a la Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por las trabas a la importación terminarían avalando el calificativo de "piratas" destinado a Gran Bretaña, sin enturbiar por ello sus vínculos comerciales con Londres.

Nada resultó como esperaba la Presidenta en la Cumbre de las Américas porque en la política internacional todos los temas se entrecruzan. Si no habrá que preguntar por qué el presidente de México, Felipe Calderón, dijo que el tema Malvinas no era "fundamental" en la reunión de presidentes. No fue el único país que dudó en respaldar a la Argentina por una cláusula sobre Malvinas. Hubo otros.

Precisamente México, Panamá y Costa Rica son algunos de los 40 países que presentaron sus quejas contra la Argentina en la OMC hace tres semanas. Estos países llevaron junto con los Estados Unidos y la Unión Europea sus planteos a la OMC. Hay otros presidentes que ayer estaban en Cartagena y también están molestos con la política proteccionista de la Argentina, como Paraguay, Perú, Uruguay y Chile, entre otros.

El maleficio volvió a rodear a la Cumbre de las Américas. Al igual que en la reunión de presidentes de Mar del Plata, en 2005, ayer México quedó del lado de Washington junto con otros socios latinos, y la Argentina se alineó con la Venezuela chavista. Esta vez no hubo peleas públicas como en 2005. Fue suficiente con la salida intempestiva de Cristina Kirchner y el fracaso en la redacción final con los casos de Cuba y Malvinas como telón de fondo.

Entradas populares

ARCHIVO DEL BLOG