“Si la comparamos con Mauricio Macri,
Cristina Kirchner es Rosa Luxemburgo.
Si no la comparamos, no.”
(aforismo implicado)
“El juez federal Claudio Bonadío dispuso el secreto de los trabajos periciales que se están realizando en Once para establecer las razones por las cuales el tren 3772 no frenó al llegar a la estación. El magistrado sostuvo que toma la medida “para evitar que la propagación de resultados parciales genere confusión y sean utilizados en campañas periodísticas resultando perjudicadas las víctimas y la población en general”. La medida de Bonadío consiste básicamente en que los peritos no podrán revelar detalles de sus trabajos, salvo a quienes los contrataron. También ayer, el juez rechazó el planteo de un abogado mediático que, en representación de grupo de heridos, se opuso a que Bonadío haya aceptado al Estado como parte querellante. “A un querellante le está vedado pedir el apartamiento de otro. Esa facultad corresponde al imputado o a su defensa”, dictaminó el magistrado”. (Página 12- 7/3/2012). Alfredo Grande, APE (Agencia Pelota de Trapo)
Siempre conté chistes. Una de las mejores herencias paternas. La escena temida del contador de chistes es que nadie se ría. Un chiste era bueno o era malo. Y punto. Ahora, como digo en mi unipersonal, la cuestión es bien diferente. La sociedad paranoica, una de los perfiles de la cultura represora, vigila y castiga todo chiste en lo que alucina intenciones discriminadoras, agraviantes, insultantes, degradantes. La sociedad paranoica carece del sentido del humor y prefiere lo solemne a lo serio. Y por eso no pocas veces confunde una causa con una cruzada.
El héroe escolar por excelencia, Jaimito, traía a la superficie todo lo que la escolaridad castradora prefería dejar en los sótanos de la cultura. Por eso digo en mi unipersonal, que antes de contar un chiste consulto con un abogado civil, otro penal, también comercial, libro oficios al Inadi, a la Fundación Vida Silvestre, a la Pastoral Social, etc, etc. No sea que aquellos que son más macartistas que macarthy, me hagan blanco de sus diatribas. Toda esta franela discursiva (no mayor que la de algunos funcionarios, que para colmo de graciosos nada tienen) es para contar un chiste. “Un hombre entra a su casa, va al dormitorio, y encuentra a Cacho, su mejor amigo, teniendo relaciones sexuales con su esposa (la del hombre, no la de Cacho) Apesadumbrado, le dice: pero Cacho, que lo haga yo, vaya y pase porque soy el marido..pero vos…¿qué necesidad? Recordé este cuento cuando terminó el discurso presidencial. O mejor dicho: cuando leí los comentarios diversos que fue generando. Después de más de tres horas de discurso, es imposible un análisis inclusivo. O sea: que contenga todo lo dicho. Por eso, como siempre llevamos agua para nuestro molino, tomaré pocos aspectos, con la convicción que “en una cultura no represora, una golondrina hace verano”. La referencia a los docentes fue lo primero que me hizo recordar el chiste. ¿Qué necesidad de hacer una descalificación discriminatoria contra uno de los sectores que sostuvieron la lucha contra el arrasamiento de la escuela pública? La Carpa Blanca fue un punto de inflexión en la lucha contra el menemato neoliberal. Incluso no se trata de verificar la veracidad de los dichos.
Dicen que se ha recuperado la política y por lo tanto no tiene importancia la certeza de una película documental. La Presidenta al poner resaltador en el ejercicio del trabajo, en este caso de los docentes, sienta en el banquillo de los acusados a los trabajadores en su conjunto. Otro ministro del imposible, dice que aunque ganaran $10.000, tampoco estarían conformes. Y como siempre digo, la derecha siempre tiene razón, pero es una razón represora. La pregunta es: ¿Por qué deberían estar conformes? El ministro confunde, y debe ser por el smog del poder, el conformismo con la conformidad.
Recuerdo los cantos de la “juventud maravillosa”: “conformes, conformes, conformes General. Conformes los gorilas el pueblo va a luchar”. Eran otros tiempos, pero para la memoria histórica de las luchas populares no hay demencia que valga. Dentro del movimiento obrero, trabajador, se podrán hacer multiplicidad de críticas, incluso de reproches. Pero ante la cadena nacional de radio y televisión, en el Parlamento donde descansan sus traseros los privilegiados de las urnas, la ironía o furia presidencial merecía otros destinatarios. Después de todo, es mejor trabajar cuatro horas, tener tres meses de vacaciones, y hasta llevarse alguna tiza a la casa, que provocar una masacre con un tren a 20 km por hora. Y con advertencias contundentes desde el año 2005. Los maestros, como los médicos, son actualmente agredidos por aquellos que descargan su frustración y su bronca por sistemas burocratizados que tienen una oferta que no da cuenta de la demanda siempre en superavit y cristalizada en el fetiche siniestro de las “necesidades básicas insatisfechas”.
No pretendo, bueno, en realidad sí pretendo, que desde el Poder Ejecutivo nos informen algo más de las andanzas de Vanderbroele, en los caminos de Cristóbal Lopez y Lázaro Baez. Después de todo, que el Jefe Supremo del Operativo “Deshaciendo Buenos Aires” entienda que la desmanicomialización que la Ley de Salud Mental exige, se realiza demoliendo con topadoras Talleres que funcionan en el Hospital Borda, no puede sorprender, ya que está en su naturaleza, como el escorpión le enseñó a la rana.
Por eso me sigo preguntando: “¿Presidenta: que necesidad?”. Porque descuento que la hay, pero ignoro cuál es. ¿Blanquear empresarios del capitalismo - joda ensuciando trabajadores del capitalismo - serio? Un discurso de tres horas peca más por omisión que por exceso.
La masacre de Once es siniestra en sí misma. Pero mucho más siniestra si la pensamos como analizador de que “los 90 que vos matáis, gozan de buena salud” Y yo al menos no pretendo que la suma genocida de dictadura militar y menemismo se cure alguna vez. Pero sí pretendo, y exijo, que no se continúe propagando la enfermedad. La ministra de otro imposible que insinúa la culpabilidad de la víctima por haber viajado en lugares “prohibidos”. ¿Se detuvo a pensar cómo es posible que el tirano encerrado en una cárcel, dé entrevistas a publicaciones españolas? ¿Qué tipo de traición a la patria es permitir que el matarife Videla hable desde su lugar de “detención” al mundo exterior? Para que Karina Germano, la entrañable Galle, tuviera salidas, la Gremial de Abogados tuvo que implementar en forma constante, todo tipo de recurso jurídico. Al psicópata con gorra le acercan un grabador y ya está. Su pestilencia se desparrama mas allá de nuestras fronteras, sin gendarmería que valga, muy ocupada en el proyecto X. Pero si el diario hoy no hablaba de tí, tampoco los diarios le han dado demasiada importancia a un decreto que apuñala a la salud solidaria. Leo en la revista Unisol Salud: “el fin de año nos sorprendió con una noticia que no esperábamos: la reglamentación de la Ley de Regulación de Medicina Prepaga modificó sustancialmente los sujetos alcanzados, incorporando cooperativas, Mutuales, Obras Sociales Sindicales, Asociaciones Civiles, Fundaciones, en la redacción del artículo 1 de la ley 26.682. Mediante un decreto de necesidad y urgencia, el 1991/2011, el Ejecutivo le otorga igualdad jurídica a las entidades de la economía social y a las empresas de salud con fines de lucro”.
En buen o mal romance, es igualar a King Kong con el Topo Gigio. Mi cooperativa ATICO, fundada en 1986, está en igualdad jurídica con La Suizo Argentina. Debe ser lo único en que estamos iguales. En todo lo demás, nada tenemos que ver. Pero así están las cosas, porque como dijo Paulo Freire, pueden ser de otra manera. Lo jurídico es la cara visible de la política, y es la justicia, como en el tema de los subtes, la que debe decidir…políticamente. La Corporación Estatal tampoco cree en lágrimas, y los reclamos desde el tercer sector de la economía, son molinos sin viento y sin agua. Estuve en el acto de las empresas recuperadas y las cooperativas de trabajo. Regresé con el entusiasmo de escuchar: “unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode”. Mientras se confunda un salario con una ganancia, un derecho con un privilegio, mientras Boggiano siga cobrando su jubilación privilegiada por privilegio de casta, es difícil que alguien resigne sus deseos y acepte frustrar sus necesidades. Mi esperanza es que nadie se bañe dos veces en el mismo discurso, y menos cuando las palabras bajan turbias.