Moyano tensa la pelea con el Gobierno y amenaza parar el transporte esta semana. En medio del conflicto por despidos en una tercerizada de Camuzzi, el jefe de la CGT parece decidido a disputarle la calle al kirchnerismo. Reúne a su gremio para definir un plan de lucha.
Hugo Moyano y su hijo Pablo amenazan con protestas y paros que suponen un fuerte desafío a la paz social.
La paciencia parece haberse agotado para Hugo Moyano. Después de los cruces verbales y las amenazas y advertencias de las últimas semanas, el jefe de la CGT decidió pasar a la acción en su enfrentamiento y, con un perfil netamente confrontativo, disputarle la calle al kirchnerismo con marchas y protestas que supongan un fuerte desafío a la paz social. El conflicto por el despido de unos 170 choferes de camiones de una firma tercerizada de la empresa Camuzzi le ofreció al líder camionero la oportunidad de llevar a otro nivel su disputa con la Casa Rosada y avanzar en una estrategia de confrontación que incluye la amenaza de paralizar esta semana las principales ramas del transporte de cargas.
Moyano dará hoy el primer paso en ese objetivo con la huelga por tiempo indeterminado que realizarán los choferes de la rama correos a nivel nacional en solidaridad por los despidos en Correo Sur, una tercerizada de Camuzzi. A la par, para esta mañana está previsto un plenario de la cúpula de Camioneros, que encabezará el propio Moyano, en la que podría definirse la paralización de sectores estratégicos como el transporte de caudales, de combustibles, de cereales y la recolección de residuos. Además, fuentes del gremio anticiparon que también se resolverá una serie de movilizaciones y protestas, que contemplarían una multitudinaria marcha a Plaza de Mayo. “Con 5 llamados telefónicos podemos tener toda la actividad parada ”, advirtió el secretario gremial de Camioneros, Marcelo Aparicio, en declaraciones a la prensa.
La decisión de profundizar las medidas de fuerza fue tomada el viernes por el propio Moyano tras el fracaso de las gestiones ante los representantes empresarios y el Ministerio de Trabajo para destrabar el conflicto por los despidos. Apenas un rato después de que su hijo, Pablo Moyano, se retiró de la cartera laboral con amenazas de paros y protestas, desde un acto en la provincia de Santa Fe el jefe cegetista advirtió que no va a “ceder un milímetro en la defensa de los salarios y las condiciones laborales” y cargó con dureza contra los funcionarios del gabinete nacional a los que tildó de “che pibes” y “chirolitas”. “No me interesa lo que dicen algunos funcionarios que no pueden hacer ni una mueca de truco si no se lo autorizan, son chirolitas. A mí me interesa lo que digan los trabajadores”, apuntó.
Y no se privó de agregar un contundente mensaje respecto del inminente arranque de la ronda de paritarias: dijo que rechazará los “porcentajes vergonzosos” de aumento salarial que alienta la Casa Rosada con su apuesta por un tope de 18%.
Mientras voceros del moyanismo desestimaron ayer posibles contactos con funcionarios del Ejecutivo para limar asperezas, desde el Ministerio de Trabajo reiteraron que sigue vigente la conciliación obligatoria y no descartaron eventuales sanciones a Camioneros si avanza con medidas de fuerza. Además, en un comunicado de prensa difundido anoche, la cartera laboral informó que Tomada se reunirá hoy con la empresa Correo Sur para articular soluciones por la vía del diálogo.
La intención gubernamental apunta a exponer públicamente a Moyano como quien busca profundizar los conflictos y afectar la paz social.
En tanto, desde el gremio aseguraron que nunca fueron notificados de la resolución dispuesta por la cartera laboral, por lo que están decididos a mantener las medidas.
A su vez, el dirigente moyanista Omar Plaini (canillitas) salió al cruce de la denuncia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sobre una supuesta actitud de “apriete” de Moyano y sostuvo que el camionero “no atenta contra nadie, solo defiende a los trabajadores”.