Cristina, los jubilados, Cuenca y Felisa Miceli
Cristina anunció límites al costo de los créditos para jubilados. Pero la presidente denunció y condenó operaciones de la Caja de Crédito Cuenca en las que la tasa de interés llegaba al 122%. Esta financiera les prestaba dinero a los empleados públicos y estuvo vinculada al caso del ‘ladrillo’ de Felisa Miceli.
Por cadena nacional, Cristina Fernández viuda de Kirchner, en Lomas de Zamora, anunció límites al costo de los créditos para los jubilados.
Cristina se trasladó a Villa Albertina, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, para decir:
“(Que iba a hablar de un tema) que afecta a 2 millones de jubilados y para reparar una situación que tiene que ver con descuentos de jubilados”.
La Presidente agregó que:
“(La medida alcanza a las) mutuales que cobran tasas usurarias a nuestros jubilados”.
La presidente denunció (en medio de un juego tipo Mirtha Legrand de lo digo o no lo digo) operaciones de la Caja de Crédito Cuenca en las que la tasa de interés llegaba al 122%, mientras que la tasa promedio del resto es de 70%.
“(La medida se dirige a finalizar lo que llamó) la renta financiera”.
“La tasa de descuentos sólo puede ser hasta 5 puntos más alta que lo que cobra el Banco Nación”.
Recordando Kausalidades:
La Caja de Crédito Cuenca saltó a conocimiento público a través de los medios, cuando el lunes 16/07/2007, presentó su renuncia la entonces ministro de Economía de Néstor Kirchner, Felisa Miceli, por el recordado escándalo y misterio de la bolsa con dinero encontrada en el baño de su despacho en el Ministerio de Hacienda.
Esa renuncia se produjo 3 días después del lanzamiento de la 1era. candidatura presidencial de Cristina Fernández, viuda de Kirchner en La Plata.
El jefe de Gabinete de aquel entonces, Alberto Fernández, almorzó con Kirchner y Cristina y está según se supo sepultó a Miceli con esta frase:
"Tenemos un gobierno que tiene como bandera la lucha contra la corrupción y no podemos permitir que existan dudas al respecto".
Los hechos se habían sucedido de la siguiente forma: el bisemanario Perfil reveló que, en el curso de control de rutina de la Policía Federal en el despacho de Felisa Miceli, se encontró una bolsa de papel madera en un placard de su baño privado con dinero ($ 100.000 y US$ 31.000).
Los $ 100.000, a diferencia de los dólares, estaban en un paquete cerrado al vacío y tenía una etiqueta del Banco Central con un número de lote, el 38057 bco 30.
Según la investigación pudo establecer, ese dinero salió del Banco Central y fue en camiones de caudales hasta la Caja de Crédito Cuenca, una financiera del partido de San Martín. Ni Miceli, ni su hermano Horacio —que le prestó parte del dinero, según la propia ministra dijo a la prensa— era clientes de esa entidad.
El Fiscal de la causa Guillermo Marijuan puso el ojo en el ladrillo termosellado que la transportadora de caudales Prosegur llevo desde el Banco Central hasta la "humilde" financiera, porque en los hechos así funciona, Cuenca.
El fiscal Marijuán actuante en la causa consideró que las pruebas obtenidas sobraban para asegurar que los $ 100.000 habían salido, sin la debida documentación que respaldara tal movimiento, de la Caja de Crédito Cuenca.
Además a 20 días del hallazgo de la bolsa con dinero en el baño del despacho de Felisa Miceli, se encontraron folletos de la Caja de Crédito Cuenca, en los que se ofrece el acceso a créditos a toda la administración pública.
Esos folletos decían:
"Agentes de la Administración Pública Nacional, Fuerzas Armadas y de Seguridad. Los mejores créditos personales del mercado".
Los requisitos para acceder a esos préstamos eran presentar el DNI, el último recibo de haberes original, y la factura de algún servicio a nombre del interesado.
Se trataban de créditos personales a sola firma, a ser descontados directamente de los haberes de los empleados.
Caja de Crédito Cuenca, con el código 90252, se había convertido así en la única entidad autorizada para comercializar créditos a sola firma en los despachos de la Administración Pública Nacional.
Según la denuncia sólo había que citar el código 90252, que es el nomenclador que se le otorgó a Cuenca para que pueda otorgar créditos a empleados públicos que son descontados automáticamente del salario.
También podían acceder a esos préstamos los empleados de los ministerios de Defensa, Trabajo, Interior, Salud, Educación, Justicia, Desarrollo Social y la Jefatura de Gabinete.