PROBLEMÁTICO Y FEBRIL
PERSONAL JERÁRQUICO RECLAMA EL PAGO DE DIFERENCIAS SALARIALES DE CONVENIO
Por paro petrolero peligra el acuerdo de paz social que negoció De Vido. La medida es por tiempo indeterminado en Chubut y Santa Cruz y podría extenderse a Neuquén. Los gremios niegan haber violado el acuerdo firmado con las petroleras y el Gobierno.
El primer y único acuerdo tripartito sectorial logrado por el Gobierno en la actividad petrolera quedó ayer al borde de la ruptura. Pese al compromiso de paz social suscripto entre las empresas y gremios del sector hace sólo dos semanas, el sindicato que agrupa al personal jerárquico de los yacimientos de YPF en las provincias de Chubut y Santa Cruz inició un paro por tiempo indeterminado en reclamo del pago de diferencias salariales, conflicto que de profundizarse en los próximos días amenaza poner en peligro la producción petrolera de la región patagónica. La medida de fuerza comenzó el miércoles y fue ratificada ayer por los gremios a pesar de las gestiones realizadas desde el Ministerio de Planificación, que conduce Julio de Vido, para evitar la continuidad de la protesta con el argumento de que pone en peligro el acuerdo logrado con las empresas.
“Esto es solo un paro, no estamos haciendo cortes de ruta ni perjudicando a la población, por lo que no hay ninguna violación del acuerdo”, dijo a este diario el secretario general de los petroleros jerárquicos de Chubut, José Llugdar. Su par de Neuquén y Río Negro, Manuel Arévalo, anticipó que los trabajadores de esas provincias analizan plegarse a la huelga en los próximos días y advirtió que “ningún acuerdo puede impedirnos que reclamemos por nuestros derechos con las medidas que sean necesarias, mientras no cortemos rutas”.
El paro que ya cumplió 48 horas y se mantiene por tiempo indeterminado en los yacimientos de YPF en Chubut y Santa Cruz fue dispuesto para exigir a la empresa el reconocimiento de la afiliación gremial del personal jerárquico y el pago total de los adicionales de convenio, que representan una diferencia salarial de entre $ 6.000 y $ 8.000 respecto de lo que actualmente cobran los trabajadores, según explicaron desde el gremio. Además, Llugdar denunció el despido de más de 300 trabajadores de empresas contratistas de YPF y advirtió que de no hallarse una solución a lo que definió como “una situación regional extrema”, se profundizarán las medidas en el sector.
En tanto, en la empresa prefirieron quitarle trascendencia al conflicto de los jerárquicos y explicaron que “YPF cumple con todo lo que exigen las normas laborables y jurídicas en general. No hay elementos que permitan comprender el reclamo”.
En el entorno petrolero, sin embargo, apuntaron que les resulta sugestivo que el conflicto ocurra tan solo 15 días después de que la presidenta Cristina Fernández ofició de anfitriona en la firma de un acuerdo marco que debía sostener la paz social durante todo 2011.
El gremio en conflicto evitó romper algunos puntos claves del acuerdo, como la realización de cortes de ruta y de producción. Aunque, según fuentes empresarias “cometieron desmanes en la sede de YPF en Las Heras y con cierta violencia intentaron convencer a la gente para que se sume al conflicto”.
Acuerdo paradigmático
El conflicto entre YPF y los empleados jerárquicos asestó un duro golpe al riñón del acuerdo social, el esquema de diálogo permanente entre el sector privado y los trabajadores bajo la tutela del Gobierno que emergió tras la muerte del ex presidente Néstor Kirchner para canalizar conflictos.
Sucede que el convenio con los petroleros fue el primero en firmarse y actúa como punto de referencia para los que lo seguirán. Entre sus puntos sobresalientes estipula que “resulta imprescindible que las relaciones laborales se desarrollen en un marco de paz social y de ausencia de conflictos que interrumpan el normal desenvolvimiento de la actividad”.
Un acuerdo similar con el sector minero, por ejemplo, se rubricará la semana próxima, mientras De Vido quiere realizar convenios similares con el sector de la construcción y del comercio antes de que termine diciembre.
FUENTE: EL CRONISTA COMERCIAL
