PREOCUPA A LA CÚPULA SINDICAL LA SUBA DE PRECIOS Y TEMEN ESPIRAL INFLACIONARIA.
Moyano amenaza boicotear el diálogo si avanza la ofensiva judicial contra gremios.
En la CGT exigen un freno a las causas judiciales contra sus obras sociales para sentarse a negociar con empresarios. Moyano desliza acusaciones contra funcionarios.
ELIZABETH PEGER de EL CRONISTA
El avance de las causas judiciales que tienen bajo la lupa a decenas de obras sociales sindicales determinó en las últimas horas a la conducción de la CGT, encabezada por Hugo Moyano, a tomar una distancia llamativa de la apuesta del Gobierno por el pacto social y hasta a poner en duda su compromiso con el diálogo tripartito sin algún tipo de garantía oficial de poner freno a lo que, según la interpretación sindical, constituye una abierta ofensiva política en su contra. Y en esa estrategia la preocupación por el aumento constante de precios y la exigencia de una inflación por debajo de los dos dígitos articularon el argumento público que privilegió la central obrera para plantear sus reparos a la posibilidad de un acuerdo social sin necesidad de tener que exponer su inquietud sobre el embate judicial contra sus obras sociales en medio del debate con Gobierno y empresarios.
El propio Moyano fue el primero en lanzar su queja el viernes al clausurar la cumbre empresaria iberoamericana que sesionó en Mar del Plata. Planteó allí que el esfuerzo que hace el Gobierno para controlar la suba de precios “a lo mejor no alcanza” y, en un cambio abrupto de su tradicional opinión de que “un poco de inflación no hace mal”, advirtió su temor de que “pueda descontrolarse”. La advertencia moyanista fue profundizada durante el fin de semana por otros dirigentes, que hasta alertaron sobre la alternativa de que el escenario derive en una “espiral inflacionaria”.
En esa línea, el líder de la UOM, Antonio Caló, sostuvo que “hay que hacer lo imposible para que la inflación disminuya a un dígito, que es lo normal”, y anticipó que su gremio pedirá a las cámaras empresarias de la actividad el adelantamiento de las paritarias del sector. Otro moyanista, Juan Carlos Schmid (dragado) fue un poco más allá y enfatizó que comparte con la sociedad “la preocupación por que haya un espiral inflacionaria”.
Al exponer sus temores sobre el alza de precios, la conducción cegetista puso en evidencia sus reparos a la convocatoria al diálogo social. Sin embargo, dentro de la entidad admiten que su falta de entusiasmo con el acuerdo tripartito tiene una razón más de fondo, vinculada a las complicaciones judiciales que atraviesan las obras sociales sindicales.
Al respecto, dirigentes de la central confiaron que esa cuestión fue el eje de una charla reservada que Moyano mantuvo el viernes con un grupo de gremialistas de confianza, ante quienes transmitió que no estaba dispuesto a comprometerse con el diálogo sin una garantía del Gobierno de que se frenarían las causas judiciales contra gremialistas. Según las fuentes, incluso el camionero habría deslizado la posibilidad de “boicotear” las negociaciones tripartitas y hasta habría achacado a un funcionario del gabinete la responsabilidad por las complicaciones judiciales que enfrenta su obra social. “Me están soltando la mano”, habría sido la frase pronunciada por el jefe de la CGT en alusión a la Casa Rosada.
Dentro de la entidad atribuyeron el creciente malestar de Moyano a los rumores que en las últimas horas mencionaron un inminente procesamiento de la esposa del camionero, Liliana Zulet.
FUENTE: EL CRONISTA COMERCIAL