SILVIA MERCADO

OPERACIÓN DE KIRCHNER PARA "CONTENER" A SECTORES MEDIOS ESCANDALIZADOS.

SILVIA MERCADO ESCRIBIÓ EN lapolíticaonline:

Un sector del gabinete aprovechó a Filmus para manifestar su disidencia.

Luego que el senador liderara la rebelión del Senado, ministros como Tomada, Garré y Sileoni lo acompañaron en la presentación de una revista. En ese grupo abundan las críticas a Aníbal Fernández, Boudou y Timerman. Se analizó la crisis de Ecuador y prevaleció la desconfianza hacia Rafael Correa. La explicación para el faltazo de Lula. Las broncas con Kirchner y una frase: “no somos como los intendentes que se quedan para aprovechar la caja hasta el final”.

Exactamente en el mismo momento en que el Gobierno argentino se aprestaba a realizar una cumbre de emergencia entre presidentes de la Unasur para resistir el golpe contra el ecuatoriano Rafael Correa, varios ministros se reunían en la versión módica del Sheraton (Córdoba y Maipú) para participar del lanzamiento de la revista “Desafíos. Del Proyecto Nacional”.

El dato no es casual. Entre los más altos funcionarios kirchneristas reinaba esa noche la convicción de que Correa no se enfrentaba a ningún golpe, sino que se trataba de otra sobreactuación de un presidente que no goza del aprecio de quienes lo conocen -lo juzgan de maltratador compulsivo-, y hasta temían por el fracaso de la cumbre en Buenos Aires, ya que descontaban que Lula (uno de los mayores críticos del ecuatoriano) no brindaría su respaldo.

Por las razones que sean, Cristina Kirchner logró que aterrizaran cuatro presidentes. Pero lo llamativo es la ausencia de empatía de los máximos funcionarios kirchneristas con la estrategia de emergencia ideada por la Presidenta: a ninguno se le ocurrió suspender el evento para una ocasión donde no corriera peligro la democracia latinoamericana.

La revista tiene un animador central, Daniel Filmus, quien viene desplegando en forma consistente, sin prisa pero sin pausa, la estrategia de “diferenciarse, sin romper”. La primera vez que la puso en práctica fue cuando se negó enfáticamente a ser candidato a diputado nacional en las elecciones que terminaron con Carlos Heller como primer candidato. La anteúltima, cuando acordó con el más que diferenciado Miguel Bonasso un texto para la ley de glaciares, y se esforzó para que senadores del Frente para la Victoria lo acompañaran, algo que logró con creces, ya que obtuvo el sorpresivo respaldo de Miguel Pichetto y José Pampuro, entre otros.

El último movimiento de su estrategia lo realizó el pasado jueves, cuando con delicadas filigranas, atrajo al ultrakirchnerista secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, a bendecir el encuentro al que asistieron los ministros Nilda Garré, Carlos Tomada y Alberto Sileoni, la senadora Marita Perceval, más decenas de funcionarios de segunda y tercera línea de todos los ministerios y oficinas públicas, e incluso algunos intendentes como el "Barba" Gutiérrez de Quilmes y Darío Díaz Pérez de Lanus.

El curioso escenario fue la excusa ideal, además, para la reaparición pública de Jorge Taiana, el ex Canciller que formó parte activa del grupo de ministros y altos funcionarios que comparten las ideas centrales del gobierno de los Kirchner, pero están cada vez más lejos de lo que consideran “exabruptos que ponen en riesgo la lucha de décadas”. Que se entienda, están adentro y no piensan sacar los pies del plato, pero se sienten distintos a la línea más brutal del kirchnerismo.

Los exabruptos

Listan en esa columna de exabruptos acontecimientos que van desde la Comisión Papel Prensa-La Verdad, liderada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, hasta las movilizaciones frente a la Corte Suprema de la Nación, pasando por la intervención al INDEC y al Banco de Datos Genéticos, los escraches y juicios públicos a periodistas, y la obsesión porque Rudy Ulloa y otros “empresarios” kirchneristas se apropien de la mayor cantidad de medios en todo el país.

Solamente observando a los convocados, es posible deducir que este colectivo de funcionarios kirchneristas no está de acuerdo con las posiciones de Hebe de Bonafini, ni con las políticas sociales que devienen de organizaciones como el Movimiento Evita, ni tampoco con el respaldo que los K le dieron en forma excluyente a un sector de la CTA para destronar al otro, y mucho menos con los estilos confrontativos de otros ministros: Aníbal Fernández, Amado Boudou y Héctor Timerman. No se les escapa, por otro lado, que el matrimonio presidencial no observe la ausencia absoluta de compromiso en la lucha por los derechos humanos cuando éstos realmente peligraban, a la hora de evaluar lealtades.

El ostracismo de Chacho

Pero Filmus se jugó a más. Y convocó a escribir a Chacho Alvarez, uno de los primeros excomulgados del mundo K, por sus consejos que intentaban integrar expresiones no domesticadas de la política, para evitar la fracturas y promover que los Kirchner gobiernen la diversidad. Este grupo considera imperdonable el distanciamiento del otrora líder de los progresistas nacionales y populares de la Argentina, y cree que su aporte es esencial para salir airosos de la batalla del 2011, que se avecina.

Ninguno de los asistentes confesará en público que duda de las posibilidades de los Kirchner de ganar en las elecciones del año próximo. Por supuesto que preferirían a Cristina, ya que cayeron en la cuenta que Néstor no ganó ninguna de las dos elecciones nacionales en las que se presentó, 2003 y 2009, en cambio su esposa ganó en el 2005 y en el 2007. Pero conocedores, por trayectoria política, de los humores urbanos, temen por el futuro de sus ideales si siguen pegados a la agenda ultraK. Igual, claro, se cuidan en salud. Ninguno sacará los pies del plato, y seguirán considerándose kirchneristas o, mejor aún, “parte del modelo”.

“Sé que vas a pensar que actuamos como intendentes del conurbano, aprovechando hasta el último momento la caja, pero nosotros protegemos las ideas, nuestra lucha de siempre, no los cargos ni contratos”, aseguró a LPO un secretario de un ministerio que no aportó ministro a la presentación de la revista Desafíos. No quiso que se lo mencionara, y se preocupó por saber si habíamos hablado con otros asistentes a la reunión. Por supuesto, dijo, “todavía no es tiempo de hablar mucho de estas cosas”, como las que revela esta nota.

FUENTE: lapoliticaonline