WALL STREET |
LA AGENDA ARGENTINA PERTENECE A LA BANCA INTERNACIONAL
El Gobierno no tiene ningún apuro en avanzar con el proyecto moyanista para distribuir ganancias de empresas a los trabajadores. Todo lo contrario, le espera, sobre todo en el Senado, un lento avance y, quizás, el freezer. Como en todo viaje presidencial, la comitiva aprovechó para ajustar éste y otros temas pendientes con la tranquilidad que da la lejanía de Buenos Aires. «La Argentina necesita inversiones, ésta es una cuestión que no es tan fácil de discernir», se razonó en Nueva York antes de emprender anoche el regreso al país. No era para menos: con empresarios ofreciéndole inversiones a Cristina de Kirchner y Wall Street incitándola a la colocación de un bono, el Gobierno no puede permitirse el lujo de dar el brazo a torcer para conformar a Hugo Moyano cambiando reglas en un año en el que le será políticamente más rentable mostrar apertura de fábricas y obra pública que aparecer cediendo ante la CGT.
En ese encuentro le prometieron a la Presidente inversiones en energía, laboratorios y turismo; de hecho, hasta hubo chistes porque uno de los hoteles a construir se hará en Villa La Angostura, y Cristina de Kirchner se quejó por dejar de lado El Calafate. Pero todas esas promesas se dan en las actuales condiciones y sin pensar en que al menos un 10% de los dividendos de esos emprendimientos deberán ser repartidos entre los trabajadores. La decisión de calmar el debate de la ley Recalde, de todas formas, ya había trascendido en el Congreso. Por ejemplo, en ningún momento los Kirchner le comunicaron a sus hombres allí la intención de forzar la aprobación de la ley. Lo sabe José Pampuro que tampoco recibió en Nueva York instrucciones para apurar el tema. De ahí que las definiciones en las caminatas por la calle 57 fueran tajantes: «El parlamento no corre detrás de la CGT, ni lo va a hacer», dijeron en el kirchnerismo, «Esto hay que charlarlo bien». En el lenguaje del Congreso eso significa que Héctor Recalde y Moyano podrán apurar el tema en Diputados, inclusive con algún guiño de aceptación de parte de la oposición, pero en el Senado ya se activó la barrera para frenarlo por un tiempo. Pampuro ayer dio algunas pistas durante su visita a las Naciones Unidas para escuchar el mensaje de Cristina de Kirchner al G 77 mas China que desde enero presidirá el país: «Yo no tengo la opinión del gobierno, pero en lo personal creo que este proyecto necesita un tiempo de maduración». Imposible mas claridad.
FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO