El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el envío de otros 30.000 soldados norteamericanos a Afganistán, llevando el total a cerca de 100.000, y aseguró que el repliegue de las zonas de combate comenzará en julio de 2011.
Obama eligió el solemne escenario de la academia de West Point, en el estado de Nueva York, para hacer el anuncio del envío de más tropas, que -según la última encuesta de la cadena televisiva CNN- es rechazado por el 62% de los estadounidenses y apoyado por solamente el 45%. Por ello, Obama comenzó su discurso recordándole a sus compatriotas que las tropas estadounidenses combaten esta campaña en respuesta a los atentados del 11 de setiembre de 2001, perpetrados por extremistas islámicos del grupo Al-Qaeda, cuya base de operaciones se encontraba en Afganistán. "Nosotros no pedimos esta guerra", dijo Obama, quien aseguró que, "si no pensara que la seguridad de Estados Unidos y de los estadounidenses estuviera en juego en Afganistán, con todo gusto ordenaría mañana mismo el regreso a casa de cada uno de nuestros soldados". "Es importante recordar porqué Estados Unidos se vio obligado a combatir esta guerra en Afganistán", dijo Obama frente a cientos de cadetes que lo escucharon en respetuoso silencio. Los aviones secuestrados por Al-Qaeda y lanzados contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York, matando unas 3.000 personas, fueron utilizados como misiles contra "nuestros centros vitales militares y económicos", señaló, y "tomaron las vidas de hombres, mujeres y niños inocentes sin distinción de raza o religión". "Como sabemos, esos hombres pertenecían a Al-Qaeda", dijo Obama en referencia a los secuestradores. El presidente afirmó que, en aquel momento, "la base de operaciones de Al-Qaeda estaba en Afganistán". Tras defender las razones de la presencia estadounidense en Afganistán, Obama confirmó las versiones que ya habían circulado durante la jornada y anunció el envío de 30.000 soldados a partir de la primera mitad del año entrante. Las nuevas tropas, que se sumarán a los alrededor de 68.000 soldados estadounidenses ya desplegados en Afganistán, tendrán como principal objetivo "la insurgencia" y "asegurar centros poblados clave", dijo Obama. La presencia de más soldados, añadió, "aumentará nuestra capacidad para entrenar fuerzas de seguridad afganas competentes, y asociarnos con ellas para que más afganos puedan involucrarse en la lucha". "Y ellos ayudarán a crear las condiciones para que Estados Unidos pueda transferir la responsabilidad a los afganos", dijo Obama, quien la semana próxima viajará a Oslo para recibir el premio Nobel de la Paz. Según el presidente, "entre todas, estas tropas estadounidenses e internacionales adicionales nos permitirán acelerar el traspaso de la responsabilidad a las fuerzas afganas, y nos permitirá iniciar la transferencia de nuestras fuerzas fuera de Afganistán en julio de 2011". "Así como lo venimos haciendo en Irak -continuó-, vamos a ejecutar esta transición de manera responsable, tomando en cuenta las condiciones en el territorio" de batalla. Obama prometió que Estados Unidos seguirá "asesorando y asistiendo a las fuerzas de seguridad afganas, de manera que puedan tener éxito en el largo plazo, pero le dejaremos en claro al gobierno afganos y, más importante, al pueblo afgano, que ellos serán en última instancia responsables por su propio país". Poco después de llegar a la Casa Blanca, adonde ingresó el 20 de enero último, Obama puso en marcha un calendario para la retirada de Irak y anunció que concentrará los esfuerzos militares de su país en Afganistán, en cuya zona fronteriza con Pakistán están resurgiendo los talibanes y Al-Qaeda. "Como este es un esfuerzo internacional -añadió-, pedí que nuestro compromiso sea acompañado por contribuciones de nuestros aliados". Según el presidente, "algunos ya proveyeron tropas adicionales, y confiamos en que otros" harán lo mismo "en los próximos días y semanas". "Nuestros amigos han luchado, sangrado y muerto junto a nosotros en Afganistán" y "ahora tenemos que unirnos para poner fin a esta guerra de manera exitosa", añadió. "Porque lo que está en juego -dijo Obama- no es solamente un examen de la credibilidad de la OTAN, sino la seguridad de nuestros aliados y la seguridad común del mundo". FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO