Se lo confió a varios de diputados afines. Así buscaría dividir a la centroizquierda, clave para que el kirchnerismo perdiera la mayoría de los integrantes en las comisiones. Tomaría como base un proyecto de Juliana Di Tullio que amplía los casos de abortos no punibles, y que nunca encontró eco en el propio bloque oficialista.
Desde su flamante rol de diputado nacional, Néstor Kirchner está dispuesto a avanzar con la despenalización del aborto, un tema que profundizaría su enfrentamiento con la iglesia, y hasta obligaría a interceder a las máximas autoridades del Vaticano, como ocurrió en cada país que abordó el tema. Según pudo saber LPO, el ex presidente ya les confió esa intención a varios diputados de su bancada, donde ya hubo posiciones encontradas sobre este asunto. Como en todo de ahora en más, la postura de Kirchner sería determinante. Su posición esconde una estrategia que repetirá en cada acción: dividir a los once diputados de centroizquierda, determinantes para que el oficialismo quede con la minoría de todas las comisiones. Los apuntados provienen de diferentes extracciones que apoyaron las últimas medidas del Gobierno: 5 de Proyecto Sur, 3 de Solidaridad e Igualdad, 2 de Libres del Sur, y uno de Diálogo por Buenos Aires. Para fortalecerse, en un recinto de suma paridad, todos ellos buscan aunar posiciones con los 6 del socialismo, los 5 del Gen, y los 3 del cordobés Luis Juez. Con cuestiones como la legalización del matrimonio gay y la despenalización del aborto, Kirchner intentará fragmentar este espacio. Para introducirse en este último tema, tomará el camino recorrido por la diputada del Frente para la Victoria-PJ Juliana Di Tulio, quien nunca logró imponer un proyecto para ampliar los casos de aborto no punible. La mayoría adquirida por el kirchnerismo para varias iniciativas, no alcanzó para hacer prosperar ésta, según señalan cerca de la diputada, “por propias divergencias” en el bloque. El artículo 86 del Código Penal establece hoy que no serán penados los abortos “si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios”, o “si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”. Para este último caso, establece que la intervención sólo será posible con “el consentimiento de su representante legal”. En su proyecto, Di Tullio amplía estas opciones. Libra de cualquier pena si el aborto “se ha realizado con el fin de evitar un peligro para la salud o la vida de la madre”, aclarando que “el peligro, generado o agravado por el embarazo, debe ser inevitable por otros medios científicamente reconocidos”. También si “la gestación fuere consecuencia de una relación sexual no consentida”, y “si un tratamiento médico fuera necesario e irremplazable y tuviera contraindicaciones en caso de mujeres embarazadas”. Además, la diputada pidió que se declare “la obligatoriedad de exhibir en el ingreso a todos los centros de atención médica públicos y privados, en forma clara y visible, la pauta interpretativa que deberán acatar todos los actores sociales vinculados directa o indirectamente con casos de aborto no punible”. De fuerte amistad con el matrimonio presidencial, Di Tullio figuró decimoquinta en la lista de candidatos a diputados en la lista que lideró Kirchner en junio, y podrá conservar su banca por cuatro años con la renuncia de Nacha Guevara. Con Kirchner de alidado, la despenalización del aborto sería su tema predilecto. FUENTE: lapoliticaonline