BUENOS AIRES, 06 Oct. 09 / 02:17 am (ACI)
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, advirtió las diferencias que existen entre las cifras dadas por el Gobierno sobre el porcentaje de pobres y las que dan otras entidades, e indicó que habría que ponerse de acuerdo en los parámetros de medición y basarse no solo en el acceso a la canasta básica, sino también en otros factores como la educación y el respeto a la vida. En el programa televisivo Claves para un Mundo Mejor, el Prelado se refirió a la discusión periódica acerca del índice de pobreza, pues mientras el cómputo oficial señala 13 por ciento, "otras investigaciones privadas, dignas de confianza, registran cifras mucho más altas, que llegan al 35 por ciento". "En la medición de la pobreza habría que incluir otros capítulos; no sólo el penoso hecho de que tantas familias argentinas carezcan de lo suficiente para una vida digna, que tantísimo padres no puedan llevar la comida a la mesa", sino también factores relacionados con la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales, indicó. Mons. Aguer afirmó que la pobreza material y la falta de educación están vinculadas y que ya "Santo Tomás de Aquino decía que es necesario un cierto nivel de bienes materiales para poder practicar la virtud; vale decir, para alcanzar el desarrollo de la personalidad que corresponde a la dignidad humana". En la categoría de pobreza, añadió, "tendría que entrar también esta especie de decadencia de la cultura popular que se torna irremediable si no se van poniendo remedios" y se permite a las familias vivir dignamente, "para que las ayudas que reciban estén orientadas a elevarlos en un sentido integral". Asimismo, Mons. Aguer recordó que en su encíclica Caritas in Veritate, el Papa Benedicto XVI advirtió que "uno de los aspectos más destacados del desarrollo actual es la importancia del tema del respeto a la vida, que en modo alguno puede separarse de las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los pueblos". Por tanto, afirmó el Prelado argentino, la medición de la pobreza podría también ampliarse a este campo. "El Papa recuerda cómo ha ocurrido y ocurre, en muchos lugares, que las ayudas destinadas al desarrollo están ligadas necesariamente a la adopción de planes de disminución de la natalidad, y cómo se intenta legitimar los atentados contra la vida, desde el aborto a la eutanasia", señaló. Finalmente, el Arzobispo de La Plata reafirmó que la pobreza extrema siempre será un escándalo y que para combatirla seriamente "falta asumir un concepto amplio de pobreza y éste debe sustentarse en la idea correcta del hombre". "¿Qué idea nos hacemos del hombre, de su dignidad, de sus derechos, de su futuro? ¿Qué es lo que le corresponde en justicia? ¿Qué deuda tenemos con él? Al ocultar o disimular la situación social estamos demorando e impidiendo la posible solución", señaló.