La Plata (Buenos Aires), 28 Set. 09 (AICA)
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, criticó que “en la Argentina periódicamente vuelven a presentarse proyectos llamados eufemísticamente de despenalización del aborto, o de abortos no punibles”. Tras preguntar si “conocen a alguien que haya sido castigado por haber abortado o por practicar abortos”, advirtió que “bajo esta cobertura de la despenalización lo que se pretende es legalizar el aborto, reconocerlo como un derecho”. “Desgraciadamente hemos escuchado y leído hace unos días la opinión de una Jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que afirma que el feto no es persona y por tanto no puede ser tutelado jurídicamente hasta el momento de nacer, porque no es independiente de la madre. ¡Cómo si el bebé ya se independizara de la mamá cuando cortan el cordón umbilical! Lo que está sugiriendo es que el niño por nacer es un objeto, un pedazo del cuerpo de su madre”, reflexionó en su espacio semanal en televisión. El prelado consideró que “es grave que alguien que quizá en una circunstancia futura tenga que decidir en virtud a su cargo sobre este tema, prejuzgue sobre la cuestión y lo haga ignorando que existen tratados internacionales que tutelan la vida humana desde el instante de la concepción”, y recordó que “son tratados internacionales que tienen para nosotros rango constitucional. Se puede hablar, por lo tanto, del estatuto jurídico del embrión. A las certezas de la biología y la genética se une la certeza del derecho”. “Además -agregó- la Señora Jueza de la Corte Suprema pronunció estas sentencias en un encuentro organizado por las denominadas Católicas por el Derecho a Decidir, de Córdoba; en un local del Congreso de la Nación y con la presencia de algún legislador”. El prelado descalificó a este grupo que se autoproclama como “católicas con el derecho a decidir”, al definirlas como “extraña especie de católicas que proclaman el derecho de una madre de asesinar a su hijo”. “Hace algunas semanas otro miembro de la Corte Suprema de Justicia sugería que podemos cultivar marihuana en el balcón –en alusión al juez Eugenio Zaffaroni-. Cabe entonces una angustiosa pregunta: ¿adónde puede llegar un país cuyos jueces han perdido el sentido de lo que es lo justo?”, concluyó.