VERDAD Y MISERICORDIARaul Alfonsin en los años 70 se opuso en la Union Cívica Radical a la política de Unión Nacional que encarnara Ricardo Balbin y a la que convocara el Gral. Perón en su vuelta a la patria.
Vio con buenos ojos y alentó - como tantos otros "demócratas" - el golpe militar de 1976 del también "demócrata", por aquellos tiempos, Gral. Videla, con la excusa del desgobierno de Maria Estela Martinez de Perón .... cuando solo faltaban 6 meses para las elecciones presidenciales.
Amigo íntimo del Gral. Albano Harguindegui, Ministro del Interior del gobierno militar, mantuvo varias reuniones con el mismo en plena etapa represiva de ese gobierno.
Curiosamente Harguindegui fue el único miembro de la cúpula militar que nunca fue procesado por la represión del gobierno del que formaba parte, con obvia participación en las actividades represivas dado el cargo que ocupaba.
Harguindegui fue amigo íntimo de Jose Alfredo Martinez de Hoz - también nunca condenado - con el que en varias ocasiones compartiera safarís de caza mayor en Sudafrica, según dan cuenta (y se puede verificar) los diarios de la época.
Jose Alfredo Martinez de Hoz (y su grupo de civiles) fue el verdadero cerebro que planificó el golpe militar del 76 y luego sentó las bases de la "revolución" cultural, política y económica - a la que nominó "Proceso de Reorganización Nacional" - que se abatió sobre la Argentina saqueándola, destruyendo su tejido social y llevándola al triste estado que contemplamos hoy después de 33 años.
Cooptaron para ello a las Fuerzas Armadas por medio de una cúpula gorila, usadas como herramienta en la primera etapa del Proceso y puestas al frente para realizar el "trabajo sucio", mientras sentaban las bases culturales y económicas para la inversión de valores en la vida social y la enajenación del patrimonio nacional ( entre ellas la creación de una deuda externa ficticia e ilegítima ).
Terminada la etapa represiva era necesario continuar dicho "Proceso de Reorganización Nacional", por medios políticos.
Así nace el retroceso institucional que significó el establecimiento de una arcaica democracia demoliberal representativa (la "democracia renga") con nuevas y poderosas herramientas de control y manipulación en virtud de los avances tecnológicos de la década del 80: los medios masivos audiovisuales de comunicación con alto poder de penetración y como continuidad del gobierno militar - modelo de democracia este largamente superado por el pueblo argentino en su experiencia histórica - para que siguieran en el poder, entre bambalinas, los mismos grupos e intereses.
Se trataba de seguir con el mismo perro cambiándole solo el collar.
"Por sus frutos los conoceréis", y los de esta "democracia" están a la vista de todos, lo cual nos evita de mas comentarios.
Raúl Alfonsín fue el padre de esta "democracia", fundada en última instancia en la simulación y la mentira, razón fundamental del escepticismo que fue ganando progresivamene a la mayoría del pueblo argentino, y sobre el que tanto teorizan los "comunicadores" de la confusión, la fasificación y el encubrimiento, que hoy entronizan al dirigente muerto.
Tuvo durante su primer año de gobierno la posibilidad de cambiar el rumbo de la historia nacional y reasignarle otro sentido a la propia mediante la política económica de su primer ministro del rubro Bernardo Grispun, la investigación de la deuda externa ilegítima para lo cual se creara una Comisión en el Senado de la Nación y la política de Unión Nacional a traves del diálogo que iniciara con Maria Estela Martinez de Perón, pero es evidente que prevalecieron y se impusieron los compromisos adquiridos con el "poder real detrás del trono" que le habían permitido acceder a la Presidencia de la Nación.
La política económica retomó el rumbo fijado por el Proceso y el poder financiero, la Comisión en el Senado nunca concretó su investigación y la politica de Unión Nacional viró a las componendas con la llamada "renovación peronista" que se encargaba por esos tiempos de transformar a lo que fuera un movimiento revolucionario en un dócil partido funcional a la democracia renga y que habría luego de continuar, con mucho mas eficacia aún, lo iniciado por Alfonsin.
El que para culminar su obra - y como signo evidente de la coherencia operativa - firmó el Pacto de Olivos con Carlos Menem para permitir su reelección y la continuidad del "Proceso de Reorganización Nacional" que tan "exitosamente" comandaba este por aquellas épocas.
Raul Alfonsin, que fuera artífice y colaborador en el inmenso daño que sufrieran en estos últimos 33 años la Argentina y los argentinos, en su muerte, acalladas las pasiones de este mundo, merece como cualquier ser humano, la Misericordia de Dios y el perdón humano que abreva en esa Misericordia.
Que descanse en paz.
Argentina, 5 de abril de 2009
Se aspira con el presente a poner un poco de verdad en medio de la mentira que arrecia públicamente.
