SON SÓLO VACACIONES

Por unanimidad la Corte Suprema se ha expedido a favor de los intereses de la Asociación de Trabajadores de Estado (ATE) y la Confederación de Trabajadores Argentinos. El juicio había sido iniciado por una demanda del Personal Civil de las Fuerzas Armadas (PECIFA), los cuales habían impugnado a ATE por presentar candidatos a delegados siendo una asociación no reconocida por el estado, de acuerdo a la ley de Asociaciones Profesionales que niega esa posibilidad a las entidades no reconocidas ni afiliadas por la C.G.T. Viejo reclamo de los dirigentes de la CTA. Víctor de Genaro y Hugo Yasky. Un duro golpe a las huestes del gremialismo histórico y más tradicional de la Argentina, que nunca consintió en hacerle lugar al sindicalismo socialdemócrata en el esquema nacional de la organización reconocida del trabajo. O incorporar no solo una variante político-gremial, sino una posibilidad organizativa para cientos de miles de argentinos que necesitan pelear por sus derechos. También, viejo pedido acordado y nunca concretado por Kirchner. Ahora se resuelve de esta manera. Todo daría la impresión de ser un abierto enfrentamiento del gobierno nacional con los jueces de la Corte. Como que es una desobediencia a los intereses del matrimonio presidencial que tiene en Moyano a uno de los principales sostenes del poder político actual. Creemos que este fallo era una necesidad política del gobierno nacional. Se trata de recuperar iniciativa en el entramado de las fuerzas que van a ser su renovado sostén. El estilo CTA pega muy bien con los tiempos del rearmado electoral para el año que viene. Pero sobre todo, al gobierno le conviene tratar también con este tipo de sindicalistas, y sobre todo su discurso, de cara a los conflictos gremiales inminentes. También es una apuesta fuerte para restarle un poco de poder de fuego a la propia CGT. Moyano sabía de esto y se va a hacer el enojado y alguna que otra amenaza va a realizar. De todas maneras el jefe de la CGT, está encadenado por innumerables razones a los Kirchner. No hay conflicto gremial, solo vacaciones. Su adjunto en la CGT, Belem de la UOM, se ve que es un poco más soberano porque acaba de desmentirlo al afirmar la innegable crisis laboral en ciernes. Las manos atadas de Moyano, quizás lo obliguen a habilitar gremios y dirigentes menos comprometidos con Néstor Kirchner que hagan punta en alguna protesta laboral. Y de paso se blanquean como dirigentes. Porque algo van a tener que mover por los despidos, suspensiones y caída del salario.