REVANCHA CHARRÚA

Hace tan solo unos pocos meses, intentando huir de la derrota oficial con las retenciones confiscatorias a la producción agropecuaria y en una visita del mandatario ecuatoriano Rafael Correa, Cristina de Kirchner hizo pública la candidatura de Néstor al Unasur a instancias del presidente de la república hermana. Kirchner jamás demostró ningún interés en la diplomacia iberoamericana, como no sea la obtención de créditos y negocios, como con Chávez. Siempre enfrascado en el entramado financiero que estaba sosteniendo para beneficio de su mandato y el de Cristina, y también para una importante diferencia del selecto grupo de empresarios amisocios. La tardía construcción de una geografía de escape, tiene estas sorpresivas situaciones. Néstor está tratando desesperadamente, y se le nota, de re-calificar en la macro política luego de tanto vuelo gallináceo. Ya son contramedidas hechas sobre la base del deterioro y no medidas en ascenso. Estuvo todos estos años muy mal acostumbrado al ejercicio discrecional del poder. Pero el tiempo de las vacas gordas no solo ha concluido para los medios rurales. El Unasur, Unión de Naciones Suramericanas, mediante acta constitutiva firmada en Brasilia en el pasado mes de mayo, quedó conformado por doce países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. La totalidad de los estados suramericanos, integran esta auspiciosa instancia de unidad en la diplomacia de nuestra región. Haberse transformado en su primer secretario general, hubiese sido un logro aliviador para la complicada situación política nacional del matrimonio presidencial. Una descompresión buscada y anhelada, una cierta bocanada de aire fresco. Pero aparecieron los charrúas pasando una reciente y cara factura. Se prolonga indefinidamente el bloque al Uruguay, desde las costas argentinas. Es público y notorio el aliento electoralero, y sin medir consecuencias como siempre, que el gobierno kirchnerista les dio a los asambleístas en el conflicto más grave con los orientales en décadas. Tabaré Vázquez, más toda la oposición uruguaya, acaba de vetar las aspiraciones de Kirchner de manera odiosa para los caprichos sin política del ex presidente argentino.