No es a las AFJP a las que acaba de saquear el gobierno nacional. Es la gente, millones de argentinos han sido robados con el cuento de la crisis y también para protegerlos. El gobierno presionó a las empresas de capitalización para que invirtiera en títulos públicos. Sin mucho convencimiento, la operación fue realizada durante unos años. Ahora, y a la fuerza, estos títulos son expropiados. Es decir, se lo quedan los Kirchner sin pagar nada por ello. Decimos los Kirchner, porque consideramos que no se puede hablar de las responsabilidades de un estado inexistente. Que además fue privatizado y desnacionalizado. Debemos hablar entonces, de la absoluta y verdadera culpabilidad individualizada ante este notable crimen. La deuda social se acrecentará en unos 30.000 millones de dólares por esta vía. La secuencia terrible del corralito, corralón, pesificación y confiscación desembozada, configura el verdadero plan económico para la Argentina: la expropiación del ahorro de sus habitantes. El gobernar de los últimos treinta años en nuestra patria, nos habla claramente de una terrible época, en la que cada nueva versión supera en espanto a la anterior. Fracasaron con el intento confiscatorio al campo, así que ahora, a meter compulsivamente la mano en los bolsillos ajenos. Millones de bolsillos. Vienen por la cartera de la dama y la billetera del caballero. ¿Y luego que? Quizás el decomiso generalizado de colchones o la incautación vía manu militari, con perdón del Observatorio de Medios, de los depósitos en cuenta corriente. Si esto sigue así, en esta mezcla letal de desgobierno, negocios, venganza y entrega, estamos a un paso de la requisa domiciliaria. De hecho ya hicieron un anticipo con motivo del mamarracho de Julio López. Operaciones rastrillo en La Plata, en un franco tren intimidatorio. ¿Qué distancia habría con las épocas siniestras? Los derechos humanos, tan invocados, hace rato que han sido revolcados en la mugre de esta ignominia.Diccionario de la lengua española
Vigésima segunda edición
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