LATERAL IZQUIERDO

La fractura agropecuaria tan deseada y buscada por el gobierno nacional como una de las variantes más sólidas para alumbrar una derrota política del campo, parece que podría finalmente lograr masa crítica. El reforzado estilo clasista del discurso “progresista” de los Kirchner, pretendiendo posar de protectores de los pequeños productores, tiene en la Federación Agraria al aliado pretendido y prisionero de un error, que ojalá no se consume. También este discurso oficial, es un mensaje para muchos inadvertidos sueltos que componen una clientela todavía anestesiada en una tribuna cada vez más despoblada. Es probable que la fractura se siga produciendo “ad intra” de las propias instituciones agropecuarias. No contribuyen para nada en la necesaria unidad de la agremiación del campo, la presencia, seguramente con inicial espíritu solidario, de muchos agrupamientos de izquierda que insisten precisamente en esa fractura clasista, que llegado el caso va a terminar siendo funcional al gobierno nacional. ¿El gobierno, ganará por “izquierda” este conflicto? Izquierda ideológica y derecha física, quizás sean la fórmula que le permitan al gobierno lograr el trabajoso número de una legislatura que ya no sería ni siquiera una escribanía, sino una mera gestoría, con perdón de las mismas, y de las más caras.