El peronismo jamás perdió en dos terrenos : el electoral y en la calle. Nuevamente ha quedado demostrado en la multitudinaria concentración de una heterogénea argentina de pie. Heterogénea como la que el peronismo supo representar y en su momento, también el radicalismo. Es más continuidad profunda de aquello, lo que se acaba de expresar en el Monumento a los Españoles y a pesar de algún exabrupto que no se condice con el verdadero espíritu de la movilización. Posee un contenido que seguramente incluye a la mayoría de los asistentes al otro acto, el de la Plaza Congreso. No es gorila, no es antidemocrático. No es golpista. Es nacional, profundamente nacional. Y es contundentemente popular. Políticamente este espíritu que encarnan millones de argentinos, hayan concurrido o adherido a cualquiera de los dos actos, se ha expresado orgánica y genuinamente en Palermo. El cambio recién comienza.
HANNAH ARENDT
En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".
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