Fée verte (Hada verde) |
TÓXICO DE MODA
La SAEMB advirtió sobre los peligros del ajenjo.
Buenos Aires, 12 Jul. 11 (AICA)
Adicciones
A raíz de un informe periodístico, que se pareció más a una publicidad encubierta, sobre la “Absenta: la moda del licor maldito”, la Sociedad Argentina de Ética Médica y Biológica (SAEMB) advirtió sobre el aumento del consumo en el país de bebidas alcohólicas destiladas a partir del “ajenjo”; una planta perenne de un metro de altura que es un “alcaloide sicodélico o sicodisléptico”.
La entidad alertó que se trata de “un estimulante de la corteza cerebral y del retículo mesencefálico, para luego caer en una profunda confusión, estupor, letargo y coma, muchas veces irreversible”.
“Al comienzo de la ingesta, que tarda solo veinte minutos en absorberse, se producen alteraciones psicóticas muy severas, que son dañinas y peligrosas para sí y para terceros”, precisó en un comunicado firmado por su presidente, doctor Luis Aldo Ravaioli, y su secretario, doctor Abraham Stoliar.
La SAEMB aseguró que “esta ‘hada verde’ (fée verte) es tóxica y crea dependencia síquica y física. Algunos, chicas y chicos, se prostituyen por un vaso de ‘absenta’ o ‘licor verde’”.
Texto completo del comunicado
La Sociedad Argentina de Ética Médica y Biológica (SAEMB), entidad civil fundada el 8 de julio de 1980, por medio de este comunicado de prensa pretende alertar a las autoridades gubernamentales, judiciales, policiales, médicas, colegios, hogares, etc, del aumento en nuestro país de bebidas alcohólicas destiladas a partir del “ajenjo” (Artemisa absinthium), una planta perenne de un metro de altura y que era consumida en la antigüedad. En griego se llama apsinthion y en latín absinthium. Es un alcaloide sicodélico o sicodisléptico.
La Biblia la menciona varias veces cuando Dios convierte las aguas dulces y potables en aguas amargas y venenosas (ver Apocalipsis, capítulo VIII, versículos 10 y 11; et alter).
Debemos remitirnos, previamente, a la química orgánica y a la toxicología para comprender mejor la naturaleza y acción de este alcaloide que se puede obtener industrialmente o en forma casera.
Es un compuesto órgánico, es decir , que tiene átomos de carbono (C ), funciones aminas, hidrógeno (H), un núcleo indol, nitrógeno (N), insoluble en agua pero sí en alcohol y otros disolventes orgánicos, etc. Tiene dos isómeros alfa y beta TUYONAS, que es el principio , peligrosamente sicoactivo, del ajenjo (Artemisa absinthium).
Para uso “humano” sólo se puede extraer con alcohol etílico a muy alta graduación. Este alcohol con dos átomos de carbono (C) que contiene el “licor maldito”, “hada verde”, ”elixir enigmático”, “absenta”, “tanqueta”, etc; se puede detectar en el aliento, en la orina y en la sangre.
Pero las tuyonas o thujones, NO se pueden detectar en un laboratorio común, sino en pocos laboratorios complejos, caros y sofisticados, como los que tienen las facultades de ciencias exactas, química, bioquímica, medicina, cátedras de toxicología, policía científica, cuerpo médico forense, etc. Se dosa por resonancia magnética nuclear química (no confundir con la RMN radiológica), espectometría y cromatografía de masa, dispersión óptica rotatoria, cromatografía de gases y poco más. Por esto va a ser difícil y caro acceder a estas técnicas precisas en las personas intoxicadas por ajenjo y poder darles antídotos específicos rápidamente, antes de que el cuadro sea irreversible.
La SAEMB , a raíz de una nota aparecida en el diario “La Nación", el sábado 9 de julio, página 37 y firmada por Franco Varise titulada “Absenta : la moda del “licor maldito”, recibió en pocas horas consultas personales, telefónicas, @, etc; expresando su preocupación por este artículo que, según ellos, se parece a una publicidad encubierta.
Sin negarlo o afirmarlo, la SAEMB se ve obligada a emitir este largo, pero necesario y provechoso comunicado de prensa, por el bien de nuestra sociedad, ya que su consumo alcanza a adolescentes y adultos de ambos sexos. La marca inglesa ”HAPSBURG” que se vende acá libremente, vale $250. Cinco chicos poniendo $50 cada uno pueden comprar un litro. “Pega fuerte” dicen los muchachos.
Una “logia” del sin sentido, pero lucrativa, "THE GREEN SAINTS" difunde este consumo, primero entre las clases ilustradas y snobs y luego, poco a poco, llega a todos lados.
Contiene un 89.9 % de alcohol y un 35 a 40% de TUYONAS. El vodka, el gin, el whisky tienen entre un 40 a 50% de alcohol, el vino entre 12 y 16% y el fernet un 35 a un 40% . Algunos fabricantes, para no perder definitivamente su mortífero negocio, lo hacen con un poco menos de alcohol y de tuyonas. Pero igualmente es tóxico. En vez de un vaso, toman dos o tres y es lo mismo.
Desde 1978 la “absenta” está permitida en Chile a dosis bajas de ajenjo y el 22 de diciembre del 2010 el presidente Sebastián Piñera decretó la fabricación , el consumo interno y la exportación del “licor verde”. En Tacalmavida, Chile, se produce el único y “mejor licor de ajenjo” de América. El dueño de la destilería, Eric Caballero, se jacta de que su producto, de primera marca, vale €100 en Europa. “El absinthe de grado o tipo suisse, es la alquimia líquida cambiando el cerebro”, parafraseando a Hemiguay (que no se privó de nada).
Medicamente el ajenjo, que ahora se cultiva, con o sin autorización, en todas las latitudes.
Es primero un estimulante de la corteza cerebral y del retículo mesencefálico, para luego caer en una profunda confusión, estupor, letargo y coma, muchas veces irreversible.
Al comienzo de la ingesta, que tarda solo veinte minutos en absorberse, se producen alteraciones psicóticas muy severas, que son dañinas y peligrosas para sí y para terceros. Podemos imaginarnos lo que pasa cuando se bebe en grupos o manejan.
Estas alteraciones sicóticas consisten en alucinaciones visuales cinéticas y auditivas, ven brujas, fantasmas, personas agresoras, animales inmundos, situaciones de muerte y de violencia, despersonalización, convulsiones, saliva por la boca, gritos y palabras incomprensibles, se mueven y corren sin sentido tratando de escapar de lo que ven u oyen; semejante a un cuadro agudo de esquizofrenia. Si las personas que tienen esquizofrenia, delirios, variedades clínicas de neurosis, sicopatías y sicosis, aunque sean atenuadas y estén medicadas, consumen , aunque más no sea, un solo vaso de este “licor maldito” o “elixir enigmático”, se descompensan de inmediato neutralizando los remedios que le dio el siquiatra y entrando en un cuadro de sicosis aguda peligrosa para sí y terceros.
Esta “hada verde” (fée verte) es tóxica y crea dependencia síquica y física. Algunos, chicas y chicos, se prostituyen por un vaso de “absenta” o ”licor verde”.
Lo inventó un químico suizo en 1792 como un antiséptico conservante de alimentos. Pero, a su pesar, se desvirtuó el uso del producto.
A fines del siglo del positivismo (siglo XIX), artistas, filósofos, noctámbulos, bohemios, proxenetas y prostitutas, sicoanalistas como Freud, buscaban en el ajenjo su consuelo y su razón de vivir.
Personajes como Picasso, Edgard Allan Poe, Baudelaire, Hemirguay, Oscar Wilde, Van Gogh ( que era esquizofrénico y una noche se emborrachó con ajenjo y se cortó la oreja). Alfred Jarry , Comte, Fichte, Schelling , Bergson, Schopenhauer, Degas, que pintó un óleo en 1876 “L’ Absinthe” , otros impresionistas también se inspiraron en el “licor verde”, pintaron “Los bebedores de ajenjo”. No podían sustraerse Rodin, Zola, Dumas, Toulose Lautrec, Manet, Verlaine y otros ”maitrés á penser”, que se propusieron eliminar a Aristóteles, Sócrates y Platón y a sus comentaristas como Agustín de Hipona y Tomás de Aquino y reemplazarlos por Kant , Descartes, Hobbes, Marx, Hegel, Nietzche, Engels y otros filósofos de la tristeza y del pesimismo. Fueron posiciones materialistas, hedonistas, escépticas “non sense” y ateas en la que se llega a disolver la subjetividad finita en una totalidad en la que ya no cabe distinguir entre la razón de la realidad, perdiéndoles la confianza y reemplazándolas por el irracionalismo.
En nuestro país a fines del siglo XIX y comienzos del XX se bebía ajenjo en cabarets, tanguerías y tugurios, prostíbulos, conventillos y casas “bien”, creando en ellos severos cuadros sicóticos.
En 1907 por obra de Alfredo Lorenzo Palacios, el primer diputado nacional por el Socialismo representando al barrio de Barracas y la Boca, se prohibió el ajenjo porque entendía que era una amenaza para los trabajadores.
Los socialistas y anarquistas de aquella época no bebían , ni fumaban, ni se drogaban ni contraían matrimonio . Sus sucesores ahora, menos casarse se dan a la “dolce vita” . En la primera cooperativa socialista “El Hogar Obrero” no se vendía tabaco ni alcohol. Cuando esta cooperativa perdió su mística y sus códigos y comenzó a vender tabaco y bebidas alcohólicas, además de una mala administración, se fundió.
En la Argentina el uso legal del ajenjo es contradictorio. El Código Alimentario Argentino (CAA) en el artículo 1123 limita las cantidades del principio activo y su venta, pero su consumo o tenencia NO está penada por la ley. El Código Penal y la Ley de Estupefacientes tienen un vacío en esto.
El Instituto Nacional de Alimentos (INAL) en concordancia con los países del Mercosur, del Unasur, de la FAO, de la OEA, de la OPS, de la UE, está, por ordenes superiores, cediendo en este lucrativo negocio, ya que al “Artemisa absinthium” la denominan ahora como “aromatizante”. ¡Hipócritas!
La SAEMB cree haber cumplido con su deber ético y espera que la sociedad tome conciencia de un nuevo peligro para todos. Nosotros también podemos ser víctimas de un bebedor de ajenjo".
Informes: (011) 4653-6406 o por correo electrónico luismetri@gmail.com .+