Por Christian Sanz/Tribuna de Periodistas.- Semana movida como pocas la que pasó. Entre Boudou, los datos de la pobreza y la metida de pata de Felipe Solá, casi no hubo respiro en la Argentina.
Aseguró Solá que el presidente argentino le pidió a su par norteamericano por la “cabeza” de Mark Rosen, el representante de Estados Unidos en el FMI.
Ipso facto, el oficialismo salió a desmentir a su canciller... ¡pero el dato fue real! Solo que no debía ser revelado públicamente.
“Yo me trago el sapo, pero nunca mentí”, les dijo Solá a sus hombres de confianza con enorme malestar. El silencio valió la pena: permanecerá en su cargo.
La pobreza, suavizada
Uno de los datos que sorprendió esta semana fue el de la pobreza en la Argentina, que dio a conocer el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Allí quedó de manifiesto que el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza al cierre del tercer trimestre del año, por encima del 32,1% y 40,8% registrado en igual período de 2019.
Lo curioso es que el mismo documento aclara que la situación podría haber sido peor: “En un contexto en el que resultó determinante la pandemia de coronavirus y en la que los números hubiesen sido mayores si el Estado no implementaba medidas de ayudas para enfrentar la situación”.
Este mismo cronista se lo preguntó a Juan Ignacio Bonfiglio, miembro del referido Observatorio de la UCA: “¿Cómo es posible que sepan a cuánto ascendería la pobreza si no hubiera ayuda del Estado?”.
La respuesta del experto es imperdible: “Es una simulación en base a datos estadísticos, que lo que hace es calcular para ese hogar cuál hubiese sido su ingreso si no hubiese tenido el aporte por parte del Estado”. Incomprobable.
En tal contexto, hay un dato inquietante que comenzó a circular con insistencia esta misma semana: la UCA habría “retocado” los datos que dio a conocer en su informe y en realidad la pobreza en realidad superaría el 53%.
¿Será así?
En regreso de Boudou inquieta a Cristina
Esta semana, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó a Amado Boudou al borde del regreso a prisión, ya que dejó firme su condena por el caso Ciccone.
A ello hay que sumar otro revés para el otrora vicepresidente: está a punto de ser llamado a indagatoria en otra causa, aquella que lo investiga por enriquecimiento ilícito.
Es un expediente que se inició por la denuncia de quien escribe estas líneas en el año 2012. Ciertamente, el primero en llevarlo tras las rejas.
El juez Ariel Lijo encontró elementos nuevos en su investigación y amplió la imputación. Por eso, decidió llamar a Boudou nuevamente a declarar. Si se agravara la situación de este último, sus años en prisión se sumarían a los que debe purgar por el caso Ciccone.
El exvicepresidente no está dispuesto a volver a la cárcel y, por eso, ha enviado un mensaje por elevación a Cristina Kirchner: si no lo salvan, “canta todo”. En buen romance: va a revelar que todo lo que hizo en el marco del caso Ciccone fue a pedido de Néstor Kirchner. Con detalles que podrían complicar a la propia vicepresidenta.
Ello explica que los principales referentes del kirchnerismo salieran a respaldar a Boudou “a coro”, siendo que en los últimos años nadie se había acordado de su suerte.
Es imposible saber si el gobierno finalmente “zafará” al exfuncionario, pero sí se puede anticipar que habrá una venganza feroz contra la Corte Suprema.
Ya mismo el camarista Juan Ramos Padilla —padre de Alejo, recientemente nombrado al frente del juzgado electoral de La Plata— está pidiendo juicio político contra ese cuerpo. En las próximas horas se le sumará el "valet" de Cristina, Oscar Parrilli.
Finalmente
Hablando de juicios y jueces, se vienen dos disputas judiciales de alto vuelo. Una refiere a la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires por parte del gobierno nacional.
Es una discusión en la cual la Corte Suprema no quiere meterse, pero deberá hacerlo. Se tomará un par de semanas antes de hacerlo, pero todo indica que fallará a favor de Horacio Rodríguez Larreta.
La otra disputa judicial en ciernes tiene que ver con el impuesto a las grandes fortunas. Aquel “Frankestein” pergeñado por Máximo Kirchner y Carlos Heller.
Durante la semana que viene, habrá una docena de presentaciones judiciales, invocando que la norma es inconstitucional y confiscatoria. Habrá que ver qué dice la Justicia al respecto.
Entretanto, el gobierno festeja la suspensión de las PASO del año que viene. Si algo no quería vivir es la repetición de lo que ocurrió en 2019 con el macrismo, que quedó severamente dañado luego de las primarias del 11 de agosto. Y jamás se repuso de ello.
De esa manera evitaron aquello que en su momento dijo Karl Marx: “La historia se repite dos veces, la primera en forma de tragedia... y la segunda en forma de farsa”.
