Miguel Pichetto, junto al Presidente. El candidato a vicepresidente es uno de los principales impulsores del proyecto para limitar la duración de los planes sociales. |
Por Martín Dinatale/infobae.-
El tema se analizó en el gabinete nacional y alcanzaría a unos 450.000 beneficiarios. La iniciativa, impulsada por Miguel Pichetto y Patricia Bullrich, busca la generación de trabajo genuino. No alcanzará a los que reciben la AUH ni a los programas de discapacidad.
El presidente Mauricio Macri evaluó en los últimos días un tema que surgió durante una reunión de gabinete y que podría modificar sustancialmente el esquema de la política social: la posibilidad de que en el futuro inmediato se recorten los programas sociales del Ministerio de Desarrollo Social a sólo un año y que se fomente de esta manera la salida laboral obligatoria para aquellos beneficiarios de planes.
El jefe de Estado analizó el tema con el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto en una charla que compartieron y luego se trasladó la misma idea a un encuentro del gabinete junto con Marcos Peña. Pichetto y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, son los principales promotores de esta propuesta, que difiere de la mirada que tiene la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley.
Según confiaron a Infobae cinco fuentes calificadas de la Casa Rosada, la propuesta concreta que Macri viene elaborando para dar una respuesta a aquellos que cuestionan al Gobierno por el esquema clientelar sustentado desde hace muchos años en la Argentina alcanzaría a los planes Hacemos Futuro y Salario Social, que alcanzan a 450.000 personas –cobran $8.000– y que viven en la línea de la pobreza.
“No estará contemplado bajo ningún punto de vista una limitación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que seguirá tal como está”, se encargaron en aclarar en el Gobierno. Tampoco está previsto, al menos en una primera etapa, que haya un recorte de los planes del Ministerio de Trabajo que son de capacitación o acción de empleo y que lo recibieron en el año último un total de 559.783 personas. Estos programas son muy variados y apuntan a capacitación e inserción laboral que no se modificará. Los beneficiarios de ayuda social por discapacidad tampoco se verán afectados. Por ahora no está definido en la Casa Rosada si esta propuesta se hará por medio de una resolución inmediata o un proyecto de ley que tenga su debate en el Congreso. En cualquier caso, admiten que la idea es que los planes sociales no tengan una durabilidad no mayor de un año y que en el medio haya un pasaje de capacitación para que los beneficiarios salgan del esquema de ayuda social con una oferta laboral. Actualmente la duración de los planes es ilimitada mientras los beneficiarios cumplan ciertos requisitos. Por ejemplo, el plan Hacemos Futuro es prorrogable cada año mientras la persona que lo recibe haga los cursos de formación laboral, una visita médica anual y complete cursos educativos. En cuanto a Salario Social, está sujeto a los programas de las cooperativas y también se va actualizando sin limitación. Sin embargo, la apuesta del Gobierno es muy ambiciosa y arriesgada si se tiene en cuenta el fracaso que implicó en su momento el plan “Empalme”, que se instauró durante el primer año de Macri. Este programa apuntaba a generar trabajo genuino, apoyar por dos años financieramente a las empresas que quisieran tomar beneficiarios de planes y crear así una cultura del trabajo en los sectores desprotegidos. Pero este programa no tuvo más que un 1% de adhesión en el universo total de los planes, ya que muchos beneficiarios no estaban capacitados para un trabajo o porque las empresas no dieron muestras de querer tomar personal.
“No estará contemplado bajo ningún punto de vista una limitación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que seguirá tal como está”, se encargaron en aclarar en el Gobierno. Tampoco está previsto, al menos en una primera etapa, que haya un recorte de los planes del Ministerio de Trabajo que son de capacitación o acción de empleo y que lo recibieron en el año último un total de 559.783 personas. Estos programas son muy variados y apuntan a capacitación e inserción laboral que no se modificará. Los beneficiarios de ayuda social por discapacidad tampoco se verán afectados. Por ahora no está definido en la Casa Rosada si esta propuesta se hará por medio de una resolución inmediata o un proyecto de ley que tenga su debate en el Congreso. En cualquier caso, admiten que la idea es que los planes sociales no tengan una durabilidad no mayor de un año y que en el medio haya un pasaje de capacitación para que los beneficiarios salgan del esquema de ayuda social con una oferta laboral. Actualmente la duración de los planes es ilimitada mientras los beneficiarios cumplan ciertos requisitos. Por ejemplo, el plan Hacemos Futuro es prorrogable cada año mientras la persona que lo recibe haga los cursos de formación laboral, una visita médica anual y complete cursos educativos. En cuanto a Salario Social, está sujeto a los programas de las cooperativas y también se va actualizando sin limitación. Sin embargo, la apuesta del Gobierno es muy ambiciosa y arriesgada si se tiene en cuenta el fracaso que implicó en su momento el plan “Empalme”, que se instauró durante el primer año de Macri. Este programa apuntaba a generar trabajo genuino, apoyar por dos años financieramente a las empresas que quisieran tomar beneficiarios de planes y crear así una cultura del trabajo en los sectores desprotegidos. Pero este programa no tuvo más que un 1% de adhesión en el universo total de los planes, ya que muchos beneficiarios no estaban capacitados para un trabajo o porque las empresas no dieron muestras de querer tomar personal.
“Vamos a tener que aclarar bien que se trata de una limitación de los planes sociales con la idea de ir fomentando el trabajo genuino de la gente como un complemento de las propuestas que ya hicimos para transparentar, desintermediar y capacitar en los planes actuales", dijo a Infobae un allegado al equipo de la Jefatura de Gabinete.
Stanley no está muy convencida de hacer este cambio en estos momentos y colisiona con las posturas más duras de Pichetto y Bullrich en el gabinete. Aunque Macri ya se convenció de que hay que dar una respuesta inmediata a los argentinos que cuestionan la política prebendaria y permanente de planes sociales.
En el caso de Pichetto, el candidato a vicepresidente ya habló públicamente del tema al sostener que “el Gobierno se equivocó con los planes sociales” y planteó que “la Argentina no puede sostener un sistema de seguridad social tan grande”.
La idea de reformular los planes sociales se potenció poco después de las PASO cuando los piqueteros más duros, liderados por el Polo Obrero y Libres del Sur, acamparon en el Ministerio de Desarrollo Social y el Gobierno denunció una “extorsión sistemática” ya que reclamaban a cambio de levantar la protesta más ayuda económica. Con el paso de los días, el viraje de Macri en plena pelea electoral se profundizó al punto de que reforzó su discurso en contra del aborto, a favor de mayores controles en la calle contra la delincuencia y ahora con esta idea de recortar a un año los planes sociales.