TORTA GALESA. Mauricio Macri visitó ayer por la mañana una tradicional casa de té en Gaiman, durante una visita a la provincia de Chubut. |
Por Ezequiel Rudman/Ámbito.- Convocó al gabinete a "Retiro Espiritual" que había suspendido en diciembre.
Vence el certificado de autoridad provisorio que el Ministerio de Trabajo otorgó al trío de la central obrera. Planifican formato de extraordinarias.
Mauricio Macri reunirá a todo el Gabinete nacional el 24 de febrero en Chapadmalal. El "retiro" político, que se había suspendido en medio de las violentas sesiones extraordinarias de diciembre, y luego de la tragedia del submarino ARA San Juan, marcará el relanzamiento de la gestión en 2018. El encuentro tendrá como objetivo el planeamiento económico y político del año nuevo con el foco puesto en la supervisión de la nueva convocatoria a extraordinarias con una prioridad a confirmar: la reforma laboral.
Con los secretarios generales de los principales gremios de vacaciones, el Ministerio de Trabajo de Jorge Triaca deberá esperar hasta la primera semana de febrero para reabrir las negociaciones con el debilitado triunvirato de Carlos Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid. Esta conducción resbaló en su intento de encolumnar a los sindicatos en un paro general contra la reforma previsional y luego sufrió el portazo del metalúrgico Francisco "Barba" Gutiérrez a la secretaria de Interior de la central de Azopardo.
Si bien el trío Acuña-Daer-Schmid logró terminar el año al frente de la CGT, su futuro como bloque de conducción está en duda. A fin de mes vence el certificado de autoridad provisorio que la cartera de Triaca otorga al triunvirato para poder ejercer la representación legal de la central obrera. En el Ministerio ya ingresó la solicitud de renovación que por ahora está bajo análisis ante la crisis que atraviesa el triunvirato frente a la rebelión de algunos gremios como camioneros de Pablo Moyano o bancarios de Sergio Palazzo quienes desoyeron el aval oficial de la CGT al proyecto de reforma laboral.
La estrategia final para empujar la reforma laboral en las extraordinarias de la segunda quincena de febrero serán parte del debate central de Macri, Marcos Peña, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Rogelio Frigerio, Nicolás Dujovne, Triaca y elenco. La fractura sindical es la excusa que utiliza el jefe de los senadores peronistas, Miguel Pichetto, para cajonear el tratamiento de la iniciativa. Pero el Gobierno nacional también deberá superar sus propios fantasmas políticos y su interna en el equipo económico. La violencia desatada frente al Congreso cuando se aprobó el nuevo cálculo jubilatorio llevó al oficialismo a evaluar la posibilidad de no convocar a extraordinarias. Sin embargo, el Congreso volverá a funcionar en febrero.
Falta definir ahora si la reforma laboral será incluida en esa agenda y si mantendrá el formato de ley unificada o, en cambio,será desmembrada en cuatro proyectos para diluir su impacto político así como eventuales marchas callejeras como ocurrió en diciembre. La logística que contempla la Casa Rosada para aprobar la reforma laboral también preve un esquema de sanción desdoblada. El Senado podría votarla en febrero y diputados en el período ordinario de sesiones a partir del 1 de marzo, después del discurso del Presidente ante la Asamblea Legislativa. El resto del temario se completaría con la reforma política -boleta única electrónica incluida reforma del Ministerio Público Fiscal y ley de la competencia.
Primer paso
El primer paso será abrir distintos escenarios de diálogo con los gremios. Desde paritarias, hasta las transferencias de fondos para las obras sociales. Todos debates con eco metálico. Ayer, el Presidente aludió también a la ley de responsabilidad fiscal aprobada en extraordinarias por el Congreso en el marco de los consensos acordados entre la Nación y las provincias. Y volvió a apelar al acuerdo con los Gobernadores del PJ, actores clave ahora para aprobar cualquier ley en el Congreso. Durante la inauguración de obras en un parque de energía eólica en Chubut, Macri apuntó que esas iniciativas son compromisos "para cumplir con cuidado y con equilibrio" la tarea que "nos toca a cada uno de los que administramos recursos como servidores públicos, justamente porque no queremos seguir tomando deuda y obligar a que nuestros hijos y nietos la tengan que pagar".