Por Guido Braslavsky/Clarín.-
Puja por los ingresos.
Tras unificar la propuesta con casi toda la oposición, lograron darle media sanción anoche en Diputados. Elevan el mínimo no imponible en un 36% y amplían las escalas del impuesto. Además, hubo un acuerdo entre Máximo K, Massa y Bossio para no salir en la foto.
Todo sucedió en pocas horas, y los tiempos se aceleraron de manera imprevista. La oposición en la Cámara de Diputados logró acordar ayer un proyecto de reforma de Ganancias alternativo al que impulsaba el Gobierno, y en un final abrupto, impuso su mayoría para cerrar el debate de manera anticipada. Así, anoche el proyecto unificado de la oposición obtuvo media sanción con 140 votos a favor, 86 en contra y 7 abstenciones. Pasa ahora al Senado, donde será tratado en la sesión del martes 13.
En lo que fue una dura derrota para el Gobierno en Diputados, el paso anterior fue el rechazo al dictamen de Cambiemos, considerado en primer término por haber sido el de mayoría.
La oposición lo tumbó por 144 a 88, un anticipo de lo que venía después. El cierre intempestivo del debate se dio cuando la oposición se percató de que el oficialismo buscaba prolongarlo ampliando la lista de oradores, mientras desde la Casa Rosada se “presionaba” a los gobernadores de la oposición, según sostuvo la massista Graciela Camaño, al presentar la moción de orden para dar por terminada la discusión y pasar a votar. “¡Durante 12 años no tocaron las escalas, vinieron a hacer esta fantochada, son demagogos que robaron el país. Y no nos dejan hablar!”, clamó la macrista Silvia Lospenatto en el final caliente.
La oposición lo tumbó por 144 a 88, un anticipo de lo que venía después. El cierre intempestivo del debate se dio cuando la oposición se percató de que el oficialismo buscaba prolongarlo ampliando la lista de oradores, mientras desde la Casa Rosada se “presionaba” a los gobernadores de la oposición, según sostuvo la massista Graciela Camaño, al presentar la moción de orden para dar por terminada la discusión y pasar a votar. “¡Durante 12 años no tocaron las escalas, vinieron a hacer esta fantochada, son demagogos que robaron el país. Y no nos dejan hablar!”, clamó la macrista Silvia Lospenatto en el final caliente.
Aunque el debate se esperaba hasta la madrugada, todo se terminó de abrochar en pocas horas, tras el tratamiento de la emergencia social, en la sesión que había arrancado cerca del mediodía.
El acuerdo lo hicieron el Frente Renovador de Sergio Massa, que junto al peronismo no K y el Frente Amplio Progresista (socialistas, Libres del Sur) empujaban uno de los dictámenes, y el Frente para la Victoria, autor de otro (había un tercer dictamen del Frente de Izquierda).
El oficialismo esperó apoyo de gobernadores, pero no lo consiguió. Plantados en su proyecto, sin querer incorporar impuestos salvo un fuerte gravamen al juego, Cambiemos no tendió puentes con el massismo y el peronismo, sus habituales interlocutores. Anteanoche en Tigre, donde estuvo reunido con los suyos hasta tarde, Massa habilitó a avanzar con el resto de la oposición. Casi el único camino para que no cayera el tratamiento de Ganancias este año, porque ni oficialismo ni la oposición por separado tenían los votos.
Según el proyecto aprobado, el aguinaldo no paga más Ganancias, ni las horas extra. El mínimo no imponible se eleva 36% desde 2017: será de $33.500 para los solteros y $44 mil para el casado con dos hijos, tomando sueldos brutos. Y habría actualización automática según la variación salarial. El Gobierno proponía subir el piso sólo un 15 %. También se amplían las escalas (con alícuotas del 2 al 35%). Se estima que 1 millón de trabajadores seguirán alcanzados por Ganancias (hoy son 2 millones). Según Lavagna el costo fiscal es $ 65 mil millones; $ 27 mil millones figuran en el Presupuesto y el resto serán recuperados con nuevos impuestos.
El proyecto dispone un gravamen a las tragamonedas y las apuestas online, para recaudar unos $ 2.700 mill ones (el del Gobierno iba por más, $ 5.700 millones). Pero tiene puntos difíciles de digerir para la Casa Rosada: reinstaura retenciones a las mineras (para recaudar $5 mil millones); y grava la renta financiera en plazos fijos de más de $1,5 milló y 15% al dólar futuro. Los topes del monotributo que el Gobierno quería aumentar 50%, suben 100% en la iniciativa opositora.
Hubo una reunión clave a mediodía en el despacho del jefe del bloque Justicialista, Oscar Romero, y la oposición anunció por la tarde el acuerdo en conferencia de prensa. Estuvieron los jefes de bloques y referentes de las bancadas: Héctor Recalde y Axel Kicillof (FpV); Graciela Camaño, Marco Lavagna y Facundo Moyano (FR); Romero y Sergio Ziliotto (BJ); Alicia Ciciliani (socialistas); Victoria Donda (Libres del Sur); Leonardo Grosso (Movimiento Evita) y Alcira Argumedo (Proyecto Sur), entre otros.
Había frustración en Cambiemos. “¡El kirchnerismo y el massismo se vuelven a reunir para tratar de destruir la economía” bramó el macrista Eduardo Amadeo. Se oyó hablar de veto presidencial, pero antes, de la barrera que impondrían los senadores cuando el proyecto llegue a esa cámara el próximo martes. Luciano Laspina, informante del proyecto oficialista, habló de un acuerdo opositor “entre bambalinas”, que calificó de “un acto de irresponsabilidad”. Y calificó la propuesta de “regresiva”.
Kicillof recordó que anular Ganancias fue una promesa de Mauricio Macri. Y el Frente de Izquierda, a través de Néstor Pitrola, se mantuvo en su dictamen: abolir Ganancias en salarios de convenio y jubilaciones.
Máximo, Massa y Bossio acordaron no salir en la foto
El acuerdo entre los opositores fue doble: en el texto y en que nadie pudiera capitalizarlo. Por eso, en la conferencia de prensa en que se anunció el acuerdo estuvieron ausentes sus figuras más conocidas: Sergio Massa (del Frente Renovador), Diego Bossio (del bloque Justicialista) y Máximo Kirchner (FpV).
La intención fue sumar a todos.
Massa en persona invitó a Néstor Pitrola. Pero el dirigente de izquierda rechazó el convite: "Massa convalidó las leyes del ajuste y entregó Ganancias en 2016. Este proyecto es para 2017", justificó.
Las principales espadas del oficialismo recorrían muy tranquilas los pasillos de la Cá- mara. "¿Ves a alguien del Gobierno acá tratando de frenar la aprobación?. Entonces por qué me voy a preocupar yo", dijo uno de ellos a Clarín. Y culpó a la Casa Rosada de equivocarse al creer que podía frenar la ley.