Por Guillermo Cherashny/El Informador Público.-
El domingo pasado y el viernes último Jorge Lanata desnudó la estrategia del PRO de utilizar la figura de la ex presidente para polarizar con el gobierno de Cambiemos en las próximas elecciones legislativas y también señaló que el gobierno presiona a la justicia para que no la metan presa y lo mismo denunció Margarita Stolbizer y, como impactó sobre votantes de Cambiemos que la quieren ver presa, tuvieron que sumarse Marcos Peña y Rogelio Frigerio en exigirle a la justicia que apure los juicios contra la corrupción. Los magistrados dijeron que no están paralizadas pero la opinión pública, por lo menos los que votaron a Macri y a Massa, coinciden con Jorge Lanata.
El jueves, los fiscales Pollicita y Mahiques ampliaron el pedido de indagatoria a la ex presidente con pruebas como que desde la presidencia le daban facultades a la Dirección Nacional de Vialidad para que le otorgara obras viales a Lázaro Báez cuando no reunía los requisitos para ganarlas y que, además, casi todas no las finalizó.
Nunca como ahora fue demostrada en un pedido de indagatoria la conformación de una asociación ilícita para el saqueo del estado entre la presidencia de CFK sus funcionarios y Lázaro Báez, el empresario que alquilaba y no ocupaba las habitaciones de los hoteles de la familia presidencial, y el 31 de este mes el juez Ercolini tiene todo en sus manos para un procesamiento y quizás detención de la ex presidente, pero la mayoría de los analistas dudan que ésa sea su decisión. El gobierno dice con cierta razón que el liderazgo de Cristina lo debe decidir el peronismo y no los jueces en las PASO pero la opinión pública opina lo contrario.