Mario Quintana |
Por Marcelo Bonelli/Clarín.-
Mauricio Macri quiere poner orden en el gabinete económico: decidió elevar a Mario Quintana como principal figura económica del gobierno. La bendición se produjo intra-muros y llevó a que Quintana tomara un fuerte protagonismo en la instrumentación de medidas económicas.
También, que su palabra sea decisiva para la toma final de decisiones en el círculo intimo de la Casa Rosada. Así, Quintana se está convirtiendo en una suerte de “elegido” por el Presidente dentro del gabinete económico.
La nueva situación recalentó internas. Pero Macri tomó la determinación para que Quintana “laude” en las peleas entre Alfonso Prat Gay y Federico Sturzenegger .
Quintana igual cultivará el bajo perfil y buscará consenso. El CEO busca ventajas : tener poder y ningún costo público.
La noticia fue trasmitida a todo el movimiento empresario. Ya reconocen que es el “elegido” la UIA, ADEBA y la Asociación Empresaria. La decisión la comprobó Cambiemos esta semana, cuando Quintana fue el más activo para tratar de evitar el naufragio de la Ley de Inversión, llamada de Participación Pública y Privada. Pero el liderazgo que le concede Mauricio Macri , ya se percibe desde hace unos meses.
Macri abrazó su idea de abonar viejos juicios a los Jubilados . El vicejefe de Gabinete fue el mentor del proyecto con la intención de “mejorar el consumo en el año electoral”. Quintana también fue clave en otra decisión polémica: mantener alto el déficit fiscal con la intención de “meterle bomba” a la paralizada economía. En eso trabajó con Alfonso Prat Gay.
Ahora Quintana es el gran impulsor de la Ley de Participación Pública y Privada. El polémico proyecto le otorga múltiples facilidades a Macri para otorgar concesiones y garantías a empresas privadas que quieran invertir por 35 años. Se trata de una “ley maestra” que le da amplios poderes a la Casa Rosada para otorgar beneficios estatales a cambio de inversiones . Esta direccionada hacia infraestructura y su amplitud recuerda y tiene puntos de contacto con la “ley Dromi” de reforma del Estado.
Quintana, el miércoles, fue el encargado de hablar con jefes de bancadas y no ahorró presiones, promesas y hasta insultos para tratar de evitar el fiasco – final - en el Congreso. Macri lo acompañó férreamente : le reclamó a Emilio Monzó la aprobación de la ley.
El Presidente considera el proyecto clave para su futuro político y para atraer inversiones.
En la “Cumbre de Mini-Davos” hubo varios CEOS de las multi que le reclamaron beneficios especiales para tomar la decisión de invertir en Argentina. Uno fue Andrew Liveris de Dow Chemical. Las “multi” también exigieron comprobar que Macri puede instrumentar políticamente las promesas que hizo a los inversores. Por eso, el Presidente jugó fuerte el miércoles: una ley que lo habilita a acordar beneficios extras y ventajas competitivas despejaría las dudas sobre las gobernabilidad de Macri.
La oposición frenó el proyecto y reaparecieron los fantasmas. Hubo errores propios de Cambiemos: se llevó al recinto un proyecto que tenia múltiples disidencias y que era imposible de aprobar .
Tampoco facilita la coordinación una realidad política: las cada vez más marcadas diferencias entre Marcos Peña y la cabezas del Parlamento, Monzó y Gabriela Michetti.
Sergio Massa decidió limitar la cancha. Envió una señal política a los dueños del capital: Massa quiere estar en la mesa de discusión El Frente Renovador va a habilitar el tratamiento en el corto plazo, pero exige que haya mas control sobre la exhuberantes atribuciones que tendrá el Presidente..
En verdad, Macri tuvo una semana difícil en el Parlamento. Las señales fueron las contrarias a las buscadas: no tuvo fuerza para avanzar en iniciativas de gobernabilidad. Primero fue el traspié que le propinó Elisa Carrio con el trunco proyecto sobre Gils Carbó y después la imposibilidad de sancionar el plan Público y Privado de inversiones.
Pero no fueron los únicos incidentes.
El martes hubo una rebelión contra el PRO en la Comisión de Labor Parlamentaria, porque su titular frenó el comprometido tratamiento sobre las tarjetas de crédito. Hubo reclamos por nota y los propios radicales le exigen a Andrés Lipovetzky – su titular - que no eluda la cuestión. En el fondo se debate de economía. El informe de FIEL fue lapidario sobre los anuncios de “brotes verdes” que solo ven los economistas oficialistas: cayó la industria un 8 %. La cuestión genera polémica y llevó a algunos funcionarios a insinuar algo inadmisible: la UCA recibió la sugerencia de dejar de confeccionar los índices de pobreza, para no molestar a la Casa Rosada. La estadística marcó un aumento desde el inicio del gobierno de Macri. Lucas Llach ,vicepresidente del BCRA hizo el primer sondeo con Agustín Salvia: “ Ahora que el INDEC se normalizó, no tiene sentido que sigan elaborando el índice de pobreza”.
Prat Gay repitió la idea a monseñor Víctor Fernández. Fue en la recepción a la ex alumna del ministro, la Reina Máxima. Máxima se sorprendió y cerró la discusión: “ La UCA tiene que seguir midiendo el clima social de Argentina”.