Por Emilia Delfino/Perfil.-
El hallazgo de diez barriles con efedrina en TCA reabre el debate sobre los vínculos del Gobierno anterior en la importación y venta de precursores químicos.
El hallazgo de diez barriles de pseudoefedrina en el aeropuerto de Ezeiza esta tarde confirmó que el tráfico de precursores químicos para la fabricación de metanfetaminas continuó durante años a pesar de las prohibiciones.
Ezeiza era el paso preferido por los proveedores de narcos mexicanos para ingresar y sacar la efedrina del país, a través de mulas o cargamentos. La sustancia ingresaba legalmente desde China y Asia gracias a los aceitados y negligentes permisos oficiales pero salía del país camuflada porque su exportación era ilegal. Después del triple crimen de General Rodríguez, la importación también se prohibió.
La DEA venía advirtiendo en informes internos que la efedrina y pseudoefedrina seguían traficándose desde Argentina, como reveló PERFIL en 2013. El hallazgo de la Justicia, que llegó después de una denuncia del desplazado jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, es la primera prueba fáctica de que eso sucedía a los ojos de la administración kirchnerista y que el negocio seguía teniendo cobertura.
La Justicia todavía debe determinar la ruta de los barriles encontrados. Pero hasta el momento cree tener algunas certezas: los investigadores creen que la sustancia estaba desde 2010 en el área de tránsito de Ezeiza lista para partir hacia Paraguay. Allí, se había trasladado el negocio de los narcos mexicanos en 2008. El cargamento se encontraba en los depósitos de la empresa Terminal de Cargas Argentina (TCA).
Hace dos semanas, PERFIL reveló los nexos de dos dueños de depósitos fiscales con protagonista de la ruta de la efedrina. Dias después, Elisa Carrió pidió que se investigaran esas conexiones. Gomez Centurión se había anoticiado de la supuesta vinculación entre la efedrina y los depósitos fiscales poco antes de ser denunciado y desplazado.