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| Cristobal Lopez cada vez más complicado en la Justicia. Foto Emmanuel Fernández. |
Por Lucía Salinas/Clarín.-
El empresario quiere asociarse con inversores para conseguir fondos frescos. Por qué está "deprimido".
En medio del complejo escenario judicial que atraviesa Cristóbal López diseña un nuevo camino para financiarse y hacer frente a la millonaria deuda que mantiene con la AFIP por no tributar el impuesto al combustible durante el gobierno de Cristina Kirchner. Junto a su socio Fabián De Souza buscará asociarse con nuevos grupos de inversores en el rubro energético y de la construcción para obtener un flujo mayor de ingresos.
En quince días deberá declarar ante la justicia por la deuda fiscal de $ 8.000 millones. Las últimas semanas el empresario K pasó más tiempo en Comodoro Rivadavia y desde su entorno aseguran que “no está bien de ánimo”.
Daniel Álvarez junto a Fabián De Souza el año pasado en el Mausoleo de Néstor Kirchner. Foto Opi Santa Cruz.
Daniel Álvarez junto a Fabián De Souza el año pasado en el Mausoleo de Néstor Kirchner. Foto Opi Santa Cruz.
El empresario kirchnerista que tiene activos en el Grupo Indalo por US$ 650 millones, tiene una inhibición general de bienes dictaminada por el juez Julián Ercolini. Además de la deuda por el combustible, la Justicia lo investiga por los $ 300 millones en aportes que no le pagó a los trabajadores de unas diez empresas del Grupo.
En este escenario López y su socio Fabián De Souza avanzarán en la búsqueda de nuevos socios “para ampliar los capitales y cancelar parte de las deudas”, señalaron a Clarín desde el Grupo Indalo.
Los rubros que consideran estratégicos para ingresar nuevos capitales son el energético, la construcción y la producción.
Las reuniones para concretar estos movimientos las encabeza De Souza en quien López delegó nuevamente el día a día de las compañías. Sin exposición pública y recluido en el Sur -en su propiedad de Rada Tilly-, el empresario K decidió no participar de algunas reuniones y negociaciones financieras: “Se deprime ante cada novedad que surge de los problemas económicos”, señalaron a Clarín desde su entorno. No está bien de ánimo.
Osvaldo Sanfelice junto a Cristóbal López salen del Mausoleo de Néstor Kirchner en Río Gallegos - Foto: OPI Santa
Osvaldo Sanfelice junto a Cristóbal López salen del Mausoleo de Néstor Kirchner en Río Gallegos - Foto: OPI Santa
Acorralado por la Justicia y con un complejo escenario financiero, a López le resulta complicado acceder a créditos. Por eso buscará asociarse con grupos locales para tener “un flujo de dinero y abonar parte de la deuda”. En principio buscarán cancelar hasta el 70 % en los próximos seis meses.
Tras doce años en los que el grupo Indalo creció de forma exponencial ( de 9 empresas que tenía López en 2003 cerró el 2015 con 35 formas sólo dentro del Grupo), el empresario K y su socio dejarán de ser accionistas mayoritarios de algunas de las principales compañías con este cambio en sus negocios. Paralelamente, si consigue autorización judicial, buscará vender algunas compañías deficitarias como las de alimentos e inversiones rurales.
Desde hace un tiempo, además, los abogados de empresario buscan tratar de acomodar el panorama de deudas. Por eso le le pidieron un peritaje a la Justicia para establecer cuánto deben las empresas de López en impuestos y contribuciones. “Algunas cosas que se reclamaban fueron pagadas y otras ya estaban incluidas en planes de pagos”, señalaron desde el Grupo Indalo a Clarín.
Esta deuda previsional ascendería en principio a $ 300 millones e incluye a unas diez empresas del holding. Desde el entorno de López señalaron que no descartan acogerse a la moratoria aprobada recientemente por el Congreso, algo que había revelado La Nación. "Primero hay que determinar el monto real de la deuda y después ver si podemos entrar en la moratoria", reconocieron desde el entorno de López.
