HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

sábado, 26 de marzo de 2016

ENTRE QUEJAS Y PROMESAS, PRAT GAY APROVECHÓ LA VISITA DE OBAMA PARA HACER LAS PACES CON LOS EMPRESARIOS.


     Por Andrea Catalano/iProfesional.- La crema del empresariado local se dio cita en el encuentro organizado por la Cámara de Comercio Americana. Habían ido para escuchar al presidente Obama, que figuraba en la agenda sin confirmar, pero finalmente el protagonismo se lo llevó el ministro de Hacienda, que prometió buen clima de negocios. Confianza. Gestión. Tiempo. Oportunidad. Integración. Fueron las palabras que más se escucharon de parte de los ministros que el miércoles establecieron los ejes sobre los cuales se desarrolló el encuentro empresario organizado por la Amcham (Cámara de Comercio Americana) en el marco de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al país. Y no fueron usados por casualidad. Todos apuntaron a seguir bajando un mensaje orientado a recrear un ambiente de negocios que anime al empresariado argentino a volver a apostar por el país. Los ejecutivos presentes tomaron nota, literalmente, del mensaje, y aunque se avizora que las necesarias inversiones volverán al país, nadie se atrevió a ponerle una fecha, si para 2016 o para 2017. La reunión empresaria realizada por la Amcham en La Rural reunió, como hacía muchos años no se veía, a varios de los principales ejecutivos de compañías de peso en todo el país, de los más variados sectores. A los ejecutivos se los veía distendidos. Eran como 1.500 egresados de una escuela secundaria que hacía mucho tiempo no se veían y aprovechaban cada corte para ponerse al día sobre en qué andaba cada uno, con café y catering en bandeja de por medio. Tras la bienvenida de Juan Manuel Vaquer, presidente de Amcham y Dupont, el responsable de poner la primera palabra oficial fue el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Con tono sereno dio un panorama sobre la situación en que se encuentra hoy la economía y el trabajo que viene haciendo el Gobierno para cerrar el tema con los holdouts, no sólo en el exterior sino también puertas adentro. Dijo también que estamos frente a "una economía que padece enormes déficits de información" y responsabilizó a la administración anterior de esta situación.
"Estamos desapalancados, no sólo en la deuda pública sino también en la privada. El desendeudamiento fue un gran verso y tuvo su correlato en el sector privado, al no haber condiciones atractivas para la inversión. Si se ve para adelante es una buena noticia, pero hacia atrás es el reflejo de lo que pudo haberse hecho con esos recursos que estaban disponibles y no se hizo", añadió. Habló de baja calidad del federalismo, de haberse encontrado con una economía con mucha política social pero también baja calidad de empleo y mucha pobreza. Lamentó que, como país, "estamos demasiado divididos" y fue ahí cuando aseguró que "el cambio de clima debería reforzar la confianza, los vínculos, y potenciarlos para el crecimiento". También se refirió a la destrucción del crecimiento de los últimos cuatro años. "Sólo con haber liberado el ahogo de las restricciones, con más crédito y más foco en inversión en la infraestructura, con eso nomás, Argentina tiene al alcance de su mano 10 o 12 puntos del PBI sin efuerzo". Y en ese punto subrayó que el trabajo de los próximos meses se concentrará en tres capítulos de la macroeconomía: la balanza comercial, la situación fiscal y la inflación, y el tercero es el que más nos preocupa, pero hay que resolver los tres al mismo tiempo". Ahí fue cuando volvió a apelar a los hombres de negocios, señalándoles que el camino que están siguiendo es el único posible. "Vamos a gestionar y vamos a llegar a buen puerto" agregó para, luego, insistir: "A los empresarios les pido que confíen en ustedes y en la capacidad de la Argentina de transformarse. Confíen por su propio bien y comiencen a pensar en el largo plazo". 


 La visión de los empresarios 

Los empresarios recibieron bien el discurso de Prat-Gay. Según diversas consultas que realizó iProfesional toman en cuenta el énfasis puesto en la confianza y la posibilidad de pensar en largo plazo, una situación poco ejercitada en la Argentina. Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) consideró "muy bueno el panorama de situación" trazado por el jefe del Palacio de Hacienda. Destacó que se haya puesto el énfasis en el acuerdo con los holdouts aunque advirtió que "el proceso de inflación tomará su tiempo". Para bajarla en serio hay que hacer un trabajo sistemático, y da la impresión que saben lo que están haciendo". Al ser consultado sobre la invitación a pensar en el largo plazo, el principal referente del empresariado argentino indicó que para ello es necesario tener previsibilidad y reglas básicas de economía. El punto será "si se van a cumplir y si la justicia las va a hacer valer". Luego añadió que una vez cerrado el acuerdo con los llamados fondos buitre se podrá "comenzar a hablar con los inversores", para analizar la viabilidad de inversiones con hechos concretos. Campos no se atrevió a arriesgar que, una vez resuelto el tema con los acreedores, las ansiadas inversiones vayan a llegar a la Argentina. "No tengo elementos para aseverar que lleguen las inversiones fuertes. Pero sí va a haber una reactivación en el sector agropecuario, se va a lanzar el plan de infraestructura ... Pero es difícil saber hoy si los planes de inversión demorados con el cambio de clima se van a activar", concluyó. Para Ricardo Aguirre, gerente comercial de Chevron Argentina, la exposición del ministro de Hacienda "fue muy buena porque se resaltaron los esfuerzos que se están haciendo. El Gobierno está pasando un mensaje, y los esfuerzos van en la dirección correcta. Hay desafíos para mejorar la productividad laboral, y los hidrocarburos no convencionales son una gran promesa". El ejecutivo sostuvo que se deben mejorar cuestiones relativas a los costos, como la logística y la infraestructura ferroviaria "aunque más no sea para obras de transporte interno", se refirió. 

Y aludió al transporte de arena y otros insumos necesarios en la exploración y explotación hidrocarburífera. "Esto va a salir del trabajo conjunto entre la industria y el Estado, y nuestra industria es de largo plazo. Chevron es una apuesta al largo plazo", concluyó Aguirre. En otro tono se expresó el ex banquero Marcos Gastaldi, quien hoy asesora a empresas que buscan capitales para expandirse. "Es un momento óptimo para pensar en inversiones, y también en el largo plazo. Creo que están trabajando en políticas previsibles y en la medida en que se consoliden los equipos y se trabaje sin mezquindades esto va a ser interesante". Para Pablo Orsei, de Motorola Solutions, "Prat-Gay dio un diagnóstico claro" y consideró que en el país hay empresas que piensan más allá de las coyunturas. Por eso se atrevió a arriesgar que cuando el Gobierno pide pensar en el largo plazo "apuntan a un tipo de empresario que exige rentabilidad ahora". Para el analista político Sergio Berensztein, lo expuesto por el ministro de Hacienda tuvo dos ejes: "Ratificó los lineamientos expresador en el plan de estabilización, que habilita un momento de oportunidad, y remarcó la intención de profundizar el espíritu de confianza para que el país se ponga en movimiento". Sobre el pedido del ministro, señaló que "buscar la estabilización genera incertidumbre en el corto plazo, y si uno mira los datos de hoy no hay motivación. Pero si uno proyecta lo que hoy está ocurriendo en el mediano y largo plazo es otra la historia". 

Ministros enojados 

Luego vino el turno del Ministro de Modernización, Andrés Ibarra, que esta vez volvió a mostrar la falta de infraestructura tecnológica de la mayoría de los municipios del país. "Hay una avidez y una priorización respecto de la necesidad de transformar a los estados, que es enormemente alentadora para lo que tenemos que hacer", dijo. Y destacó la vocación por gestionar ese cambio en conjunto con los gobernadores para, así también, mejorar la prestación de servicios con los ciudadanos. El tercer ministro en pasar por la reunión de Amcham fue Guillermo Dietrich, de Transporte. Lideró un panel en el que expuso todo su equipo, que dio a conocer inversiones por más de $6.000 millones para los próximos seis años en infraestructura ferroviaria, aeronáutica, vial y transporte. Aunque bajó el mismo mensaje que los otros ministros, también dejó espacio para la crítica. Al describir la situación de la infraestructura pública se evidenció fastidio, enojo, bronca por el estado en el que se encuentran estas áreas. Tras señalar que las locomotoras tienen más de 50 años y que, pese a los servicios técnicos, se producen un descarrilamiento y medio por día, Guillermo Fiad, presidente de administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado, dijo que "lo que hemos encontrado nos da bronca por el desprecio que se ha tenido al ferrocarril". Eso dio pie para que Dietrich enfatizara que "vamos a gestionar, vamos a aprender del pasado. Esto lo vamos a arreglar con tiempo, honestidad y transparencia". Sostuvo que hay una enorme oportunidad para hacer negocios en materia de infraestructura en la Argentina "pero los empresarios van a tener que ser más competivitivos, aportar riqueza y generar bienestar para los ciudadanos", destacó. Más adelante, sostuvo que "es una catástrofe cómo se ha gestionado el estado nacional. Tenemos que escribir el nunca más de la corrupción en lo público en la Argentina", frase que disparó el primer aplauso espontáneo del público empresario que, hasta ese momento, escuchaba con atención cada uno de los panoramas que trazaba cada integrante del gabinete nacional. Las palabras poco amables siguieron. Calificó como "repugnante" los hechos de corrupción vinculados con la obra pública, en alusión a los casos de Lázaro Báez que investiga la justicia. 

"El mayor desafío es transformar la forma en que se gestiona el Estado", volvió conciliador. Pero luego volvió el tono crítico. Y apuntó directo contra el empresariado por no haberse rebelado frente a determinadas situaciones. "En los últimos 12 años el empresariado también fue cómplice porque no se plantó. Si hubiesen actuado distinto esto no hubiese pasado, pero ya está", disparó Dietrich, y dejó abierta la puerta para comenzar a trabajar en las nuevas oportunidades. Con un discurso más técnico, corto y directo, Juan Aranguren, ministro de Energía y Minería, abrió los paneles de la tarde. Habló de la necesidad de "normalizar las instituciones y los mercados" y de que eso se logra con la "verdad". Sostuvo que los dos ejes sobre los que se asentará la política será garantizar la seguridad energética y mitigar el impacto en el cambio climático. Y que para ello no habrá dudas en integrarse regionalmente con los países vecinos. Sostuvo la importancia de avanzar hacia la generación de energías renovables y su aporte a la matriz energética argentina. "Hemos iniciado un cambio de época en energía, ambiente, infraestructura", concluyó Aranguren para llevarse nuevos aplausos. El último ministro en hablar fue el de Producción, Francisco Cabrera, quien además de mostrarse emocionado por la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puso de relieve la necesidad de generar "confianza". Señaló que objetivo es que la Argentina vuelva a crecer en la economía global, y se mostró optimista en que "el cambio en las reglas de juego despertará las fuerzas dormidas de la producción".

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