HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 3 de diciembre de 2015

SIN DÓLARES NI RELATO: A SÓLO CUATRO DÍAS HÁBILES DEL TRASPASO DEL MANDO SE VACIÓ EL TANQUE DE RESERVAS.


    Por Fernando Gutierrez/iProfesional.- Falta casi nada para el traspaso de mando. El plan oficial era bien claro: esconder, lo que más se pueda, que se agotaron los billetes verdes durante este mandato. Pero ni siquiera eso pudo lograrse. El discurso oficial se quedó sin nafta, un revival del "caso Reutemann" Como los equipos que pierden por un gol en el último minuto. Como esos corredores de maratón que llegan exhaustos y tambaleantes y se caen justo antes de la línea de llegada, sin fuerzas para levantarse. Como Carlos Reutemann en el Gran Premio de Fórmula 1 de la Argentina de 1974, cuando lideró con comodidad toda la carrera y se quedó sin nafta justo en la recta final, ante la mirada incrédula del público. Las comparaciones deportivas abundan, pero aun así se quedan cortas para describir lo que le pasó al gobierno de Cristina Kirchner con los dólares, después de haber vivido una década récord de ingresos de divisas, gracias a los altos precios agrícolas. El objetivo político y económico trazado para los últimos dos años era claro: llegar con relativa calma al recambio gubernamental.

 En un país en el que el dólar es el termómetro del humor social y el gran tabú de los gobiernos, los mandatos auto-impuestos eran: 

- No incurrir en otra devaluación "sin éxito" (como la de enero de 2014) 

 - No privar todavía más de divisas a empresas y ahorristas. 

 Pero no se logró. Al igual que el tanque de combustible de Reutemann, la caja del Banco Central marca "empty" justo cuando faltan apenas cuatro días hábiles para el traspaso de mando. Es una realidad. Se acabaron los dólares y ya no hay forma de disimularlo. A pesar del exiguo tiempo que le resta para su partida, la administración K no pudo evitar que esto quede en evidencia. Más aun, dictó una serie de medidas recientes francamente deshonrosas. Para empezar, tuvo que hacer un nuevo recorte (uno más y van...) a los cupos permitidos para importación, generalizando la ínfima cifra de u$s50.000 diarios. Casi nada. 

En los hechos, varias actividades ya están paralizadas hace rato. Por citar sólo un caso, las empresas dedicadas a la electrónica que operan en Tierra del Fuego fueron notificadas, informalmente claro, sobre la inutilidad de molestarse en pedir dólares hasta el cambio de mandato. Por lo pronto, deben resignarse a ver cómo la deuda del Banco Central -por importaciones ya realizadas- sigue subiendo y ya se ubica en los u$s1.300 millones. Esto es apenas una pequeña parte, habida cuenta de que la cifra total adeudada a las industrias y comercios se estima en la friolera de u$s9.500 millones. Estas cifras exponen claramente cómo está la situación hoy día en las empresas, independientemente de la rama de actividad en la que se desenvuelven. Al corte casi total en el suministro de billetes verdes a compañías y al público en general, se sumó otra noticia que causó sorpresa y conmoción en la city: la frustrada compra de dos firmas petroquímicas por parte de YPF. La petrolera nacional, símbolo máximo de la gesta reestatizadora, no pudo concretar su plan de expansión porque no le dieron autorización para sacar del país.... apenas u$s122 millones. 

Una cifra ridículamente pequeña para: 

 - La importancia estratégica que reviste esta operación. 

 - El relato industrialista que pregona Kicillof desde que asumió.

 - La imagen que Argentina exhibe en el mundo inversor, que se muestra sorprendido ante la magnitud de la escasez. 

 Y, por cierto, para el tamaño de la economía argentina. 

 Qué lejanos parecen aquellos días de 2008 en los que el Banco Central hasta se daba el lujo de ofertar -en una sola jornada- u$s1.000 millones en el mercado mayorista para "domar" al mercado y mostrar su poder de fuego. Ahora, la caja no permite siquiera el "lujo" de darle billetes a las industrias ya no para crecer, sino para importar aquellos insumos básicos que les posibilite seguir en funcionamiento y no tener que desactivar puestos de trabajo. Lo paradójico es que, en el caso de YPF, los dólares ni siquiera debía ponerlos el Banco Central, ya que la financiación era aportada por una entidad privada. Aun así, el cepo no permitió la salida de esas divisas. 

"¿No era que había cepo?" 

Es claro que la venta a los ahorristas fue el último "bastión" que el kirchnerismo trató de defender en el plano cambiario. Esta prioridad, en términos políticos y para nutrir el "relato", había quedado más en evidencia que nunca el mes pasado. En ese entonces, la propia Presidenta, en su cuenta de Twitter, se jactaba de la cantidad récord de dólares que se estaban "llevando" los asalariados. Explicaba cómo en concepto de gastos con tarjeta de crédito habían salido en el año u$s5.140 millones, casi lo que había costado la compra de YPF (u$s5.317 millones en bonos). "Desde enero de 2014 a la fecha, en el Mercado Único y Libre de Cambios llevamos vendidos a las personas físicas que ahorran en dólares USD 8.968.425.533", afirmaba Cristina. Y preguntaba, con su clásica dosis de ironía: "¿No era que no se podía comprar dólares?... Mi Dios, que caraduras. ¿Y siguen hablando de cepo?"

Entradas populares

ARCHIVO DEL BLOG