Por iProfesional.-
La paz en la tropa duró poco. Aníbal Fernández fustigó a un economista de Scioli por salir a aclarar dichos sobre sueldos y jubilaciones que no eran ciertos. Urtubey pidió dejar de comparar al gobierno de la Alianza con Cambiemos y José Pampuro aseguró: "No entienden lo que significa el peronismo"
Como estrategia proselitista, la “campaña del miedo” adoptada por el oficialismo en la última semana, es un arma de doble filo. Por un lado, denostar al enemigo sobre la base de asustar sobre lo que puede ocurrir si éste triunfa, puede no dar los resultados esperados y por otro, puede generar quiebres dentro del propio espacio.
El “fuego amigo” volvió a encenderse dentro del Frente para la Victoria, tras una semana de aparente calma, y comienzan a notarse nuevamente, y esta vez con más fuerza, las grietas entre el sciolismo y el ala K del PJ.
Otra vez Aníbal Fernández fue el encargado de “marcar la cancha” y esta mañana salió con los tapones de punta contra Gustavo Marangoni, economista clave en el núcleo duro del sciolismo. El jefe de Gabinete se hizo eco de una versión periodística que, erradamente, atribuía Carlos Melconian la frase “ “ya no se pueden subir salarios y jubilaciones”. Dada la trascendencia del supuesto dicho del economista de Cambiemos, el presidente del Grupo Provincia aclaró lo sucedido a través de su cuenta de Twitter: “Hoy debatimos con Carlos Melconian. Tenemos distintas visiones de la economía. Quedaron expuestas ante asistentes y periodistas”, escribió y para despejar toda duda, aclaró: “Pero nobleza obliga jamás se refirió a salarios y jubilaciones de la forma que algunos le adjudican”. Parece que al ex candidato a gobernador bonaerense no le gustó el gesto de su compañero partidario y lo defenestró en su habitual conferencia de prensa: "Me llama la atención lo de Marangoni. ¿Tanta desesperación por parecerse a Melconian?", se quejó el funcionario. Al ser consultado sobre por qué el funcionario de Daniel Scioli querría parecerse a Melconián, Fernández respondió: "Qué sé yo. Pregúnteselo a Marangoni, no soy yo el que debe contestarlo". Las mañanas de furia de Fernández se volvieron una constante, especialmente después de que la provincia de Buenos Aires le diera la espalda en las urnas y terminara derrotado por María Eugenia Vidal. Pero más allá de la anécdota, el encontronazo entre Fernández y Marangoni, es una muestra en la botonera de pequeños “cruces” entre el kircnernismo y el ala naranja del oficialismo. Un poco más tarde, hasta un hombre cercano a Daniel Scioli decidió reconocer públicamente su desacuerdo con algunas estrategias elegidas para ganarle a Cambienos en el balotaje. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, admitió que "es absurdo plantear" como "discusión de campaña qué pasó con la Alianza hace 20 años".
Otra vez Aníbal Fernández fue el encargado de “marcar la cancha” y esta mañana salió con los tapones de punta contra Gustavo Marangoni, economista clave en el núcleo duro del sciolismo. El jefe de Gabinete se hizo eco de una versión periodística que, erradamente, atribuía Carlos Melconian la frase “ “ya no se pueden subir salarios y jubilaciones”. Dada la trascendencia del supuesto dicho del economista de Cambiemos, el presidente del Grupo Provincia aclaró lo sucedido a través de su cuenta de Twitter: “Hoy debatimos con Carlos Melconian. Tenemos distintas visiones de la economía. Quedaron expuestas ante asistentes y periodistas”, escribió y para despejar toda duda, aclaró: “Pero nobleza obliga jamás se refirió a salarios y jubilaciones de la forma que algunos le adjudican”. Parece que al ex candidato a gobernador bonaerense no le gustó el gesto de su compañero partidario y lo defenestró en su habitual conferencia de prensa: "Me llama la atención lo de Marangoni. ¿Tanta desesperación por parecerse a Melconian?", se quejó el funcionario. Al ser consultado sobre por qué el funcionario de Daniel Scioli querría parecerse a Melconián, Fernández respondió: "Qué sé yo. Pregúnteselo a Marangoni, no soy yo el que debe contestarlo". Las mañanas de furia de Fernández se volvieron una constante, especialmente después de que la provincia de Buenos Aires le diera la espalda en las urnas y terminara derrotado por María Eugenia Vidal. Pero más allá de la anécdota, el encontronazo entre Fernández y Marangoni, es una muestra en la botonera de pequeños “cruces” entre el kircnernismo y el ala naranja del oficialismo. Un poco más tarde, hasta un hombre cercano a Daniel Scioli decidió reconocer públicamente su desacuerdo con algunas estrategias elegidas para ganarle a Cambienos en el balotaje. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, admitió que "es absurdo plantear" como "discusión de campaña qué pasó con la Alianza hace 20 años".
"Mis hijos que votan no habían nacido cuando eso pasó. Y votan. Entonces, me parece que habían nacido y eran muy chicos, no saben de qué se trata pero, entonces, es muy fuerte plantearle a la gente 'Vótennos a nosotros porque los demás son peores'", argumentó.
Consultado por Radio Mitre sobre la presunta "campaña del miedo", respondió: "Yo creo que todo eso no sirve para nada. Esto es como en el fútbol: cuando vos tenés un buen equipo y creés que tu equipo puede ganar, no te preocupan los demás, no te preocupa qué es lo que puedas decir de los otros, lo que tenés que hacer es hacer vos tu juego".
En diálogo con radio Mitre, manifestó: "Si la discusión de campaña es qué pasó antes, es absurdo, también desde nuestro lugar plantear que si la discusión de campaña es qué pasó con la Alianza hace 20 años".
Otro que se quiso diferenciar de la “campaña del miedo” fue ex ministro kirchnerista, José Pampuro, quien salió al cruce tras las desafortunadas frases del ministro de Salud, Daniel Gollán acerca de la posibilidad de que cierren los centros de lucha contra el cáncer.
Pampuro, quien explicó que actualmente es paciente oncológico, aseguró: “Estoy indignado con esto, porque para ellos no basta con que pierdan la provincia de Buenos Aires, quieren hacerlo perder a Scioli y arrastrar a gobernadores victoriosos. Gollán no sé qué aportó. Que se calle un tiempito, que se ate la boca con una cinta y se calle. Lo que está pasando es que todos quieren ser más papistas que el Papa, pero el desbarajuste lo va a pagar el peronismo".
En ese sentido, agregó: “Al peronismo va a haber que reconstruirlo. Para mí no es bueno dar la cara por una persona que llegó a ministro no sé por qué. Están descontrolado estos muchachos, no entienden lo que significa el peronismo. Creo que si se despierta el general nos mata a todos"
