Por Urgente24.-
Cuando el periodista Raúl Acosta le contó a Margarita Stolbizer, por LT8 de Rosario, que preparaba una nota titulada "El problema es Aníbal", la presidenciable le acotó. "No estoy de acuerdo. El problema es Cristina". Pues bien, todas las rutas de la efedrina llevan a la Presidente de la Nación. De un lado su fiel Aníbal Fernández, cuya responsabilidad ratificó en sede judicial el detenido Martín Lanatta; del otro, los importadores de efedrina, entre quienes se cita a Hugo Sigman, empresario de especialidades medicinales con acceso frecuente a la Quinta de Olivos. Cristina Fernández de Kirchner no puede mirar hacia otro lado cuando el tema regresa en días preelectorales.
Martín Lanatta, condenado a prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, ratificó en la Justicia sus dichos acerca de la supuesta vinculación del jefe de Gabinete y candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, con el negocio de la efedrina.
El detenido declaró este martes 25/08 como testigo ante el fiscal federal Gerardo Pollicita, en el marco de una causa iniciada por una denuncia que radicó la diputada nacional opositora Elisa Carrió, históricamente enfrentada en duros términos con Fernández.
Además de insistir con lo que había declarado al programa "Periodismo para Todos" (PPT) del periodista Jorge Lanata, el domingo 02/08, Lanatta adelantó en la audiencia judicial que planifica comparecer ante el fiscal de Mercedes, Juan Bidone, y revelar nuevos datos del Triple Crimen que nunca habría hecho públicos.
En "PPT" el condenado había dicho que, luego del crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, en 2008, "el negocio del tráfico de efedrina se lo termina quedando Aníbal Fernández". Las víctimas del triple crimen estuvieron involucradas en el tráfico de efedrina, un precursor químico utilizado en la fabricación de metanfetaminas.
Por esos homicidios fueron condenados en 2012 a prisión perpetua los hermanos Christian y Martín Lanatta, además Marcelo y Víctor Schillaci, también hermanos.
Lanatta afirmó también aquella vez que, poco antes del crimen Forza, supuestamente le pagó US$250.000 a Fernández para que le evitara ir a prisión por una serie de irregularidades.
La declaración de Lanatta vuelve a dejar en evidencia la vinculación del kirchnerismo con el ingreso y la ruta de la efedrina en el país.
Un capítulo muy delicado de todo el tema de la efedrina -cuyo comercio no es ilegal pero sí llegó a ser descontrolado y sin que nadie se preguntara los motivos del abultada importación desde China que ocurrió durante varios años- se refiere también a los empresarios farmacéuticos.
Por ejemplo, los rumores en el ciberespacio mencionaron en muchas oportunidades a Hugo Sigman (Chemo Group), de ingreso frecuente a la Quinta de Olivos.
Es imprescindible responder a la siguiente pregunta: ¿Por qué algunos grupos empresarios importaron 10 veces más efedrina de la que necesitaban sus laboratorios para producir analgésicos o antihistamínicos?
Hasta el triple crimen de General Rodríguez, la Argentina no tenía controles especiales ni aún menos severas restricciones a la importación de efedrina, tal como sí lo hacen USA, México y Colombia.