Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Sorprendieron ayer el Secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, y su segundo, Juan Martín Mena, al citar a Jaime Stiuso, el ex jefe de operaciones de la SI, quien se encuentra en el exterior. Alegan que la nueva ley que creó la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) permite requerirle al ex agente que dé información sobre la causa AMIA, es decir, el atentado a la mutual de la calle Pasteur.
Resulta rara esta situación, porque en la causa por encubrimiento, Stiuso está citado solamente como testigo, pero en la misma, como ya lo dijimos, el Tribunal Oral Federal N° 2 no puede dar comienzo al juicio oral porque subsisten pedidos de parte que no son contestados por el Estado nacional y la Corte Suprema de Justicia también está en morosidad frente al tribunal.
Resulta rara esta situación, porque en la causa por encubrimiento, Stiuso está citado solamente como testigo, pero en la misma, como ya lo dijimos, el Tribunal Oral Federal N° 2 no puede dar comienzo al juicio oral porque subsisten pedidos de parte que no son contestados por el Estado nacional y la Corte Suprema de Justicia también está en morosidad frente al tribunal.
Especialmente en el recurso extraordinario que el ex juez Juan José Galeano interpuso ante el alto tribunal por las sentencias de Cámara y Casación que resolvieron que su fallo sobre la AMIA está viciado por ser cosa causa juzgada írrita. La realidad es que hasta que la Corte no resuelva esta apelación el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA no puede comenzar, aunque se sabe que el gobierno nacional quiere replantear la gastada pista siria para desincriminar a Irán. En esta causa se investiga una supuesta conexión local por parte de Galeano y los ex fiscales Eamon Mullen y Jops Barbacia. De todas formas, es muy discutible que la nueva AFI pueda citar a Stiuso, porque le correspondería hacerlo al juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, o al tribunal del juicio oral. Nunca en tiempos de la SIDE se utilizó el recurso de citar a un agente jubilado de oficio y es muy probable que su abogado, el ex fiscal federal Santiago Blanco Bermúdez, impugne la citación de Parrilli.
La nueva embestida
La citación en cuestión tiene todas las características de una emboscada para que los jueces federales que le abrieron causas por enriquecimiento ilícito o por lavado de dinero a su vez lo citen y lo puedan detener en forma preventiva.
En cuanto a la denuncia de Nisman, la Cámara Federal convocó a una audiencia para tratar la recusación que Héctor Timerman interpuso contra Germán Moldes, quien es el único agraviado. Así es que la Sala I rechazaría el recurso de apelación ante Casación pero la audiencia del 8 de abril demora esa apelación. Y recién si no se acepta la recusación la Sala puede negarle el recurso y Moldes debería llegar en queja. Pero ocurre que en tal caso le puede tocar el turno al fiscal Javier de Luca, quien desistiría de la denuncia. En caso de aceptarse la recusación, el reemplazante de Moldes lo deberá designar Alejandra Gils Carbó, quien nombraría a un subrogante que desistiría de la denuncia. En síntesis, el cristinismo está jugado a que la denuncia de Nisman, Pollicita y Moldes termine finalmente desestimada. El complemento de esto sería detener a Stiuso como autor intelectual del asesinato de Nisman. Aunque no lo digan, en el gobierno le atribuyen a Stiuso la información de las cuentas de Máximo Kirchner y Nilda Garré.