Por Diario HOY.-
La empresa Austral Construcciones, del empresario kirchnerista Lázaro Báez cobró, en el 2011, 254,3 millones de pesos de una firma de Brasil, la que no registra actividad desde 1989. La AFIP no advirtió la suculenta maniobra. Pensar que en nuestro país si el encargado de un kiosco omite registrar una venta de 30 pesos en los registros del IVA, seguramente le caen inspectores de la AFIP para multarlo…
Sin embargo, se sabe que con los amigos del poder el trato es discrecional. En las últimas horas trascendió que la empresa Austral Construcciones, del empresario kirchnerista Lázaro Báez, recibió $ 254,3 millones de pesos de una firma inactiva por medio de una operación internacional que involucra a tres países, además del nuestro. El monto alcanzó los 56,3 millones de dólares, cambiados al precio oficial en 2011, todo sin que lo advirtiera la AFIP.
Según la empresa de Báez, ese dinero ingresó como resultado de una mediación que le ganó a una sociedad de Curazao (país situado en el Caribe), por un proyecto fallido en Belice y negociado por un fideicomiso en Uruguay.
Pero desde el Registro Público de Comercio de Curazao informaron que la sociedad J+J Holding NV, a la que apunta Báez, no registra actividad desde 1989. Ya sea comerciales, o de pago de impuestos, por lo que la señalaron como "inhallable".
A eso suma que en el balance del ejercicio 2009 de Austral Construcciones no se dejó constancia alguna sobre esa supuesta inversión en Belice por la que dos años después cobró una indemnización. Pero en ese país de América Central -sobre la frontera sur de México- es donde se creó la empresa Teegan Inc., de Martín Báez, el hijo del empresario kirchnerista, y por allí habrían pasado decenas de millones de euros de la Argentina y con destino a Suiza.
El ingreso de esos capitales frescos (US$ 56,3 millones al tipo de cambio entonces vigente) se plasmó en el balance 2011 de Austral Construcciones y se concretó gracias a una mediación que Báez declaró haberle ganado a una sociedad de Curazao por un proyecto fallido en Belice por medio de un fideicomiso en Uruguay.
Según consta en el legajo de “J+J Holding”, esa sociedad se constituyó con las características de una firma de responsabilidad limitada (“Naamloze Vennootschap” o “NV”, en holandés) y su último domicilio, en el número 16 de Pietermaai es, hoy, inexistente.
Pero no sólo el domicilio es inválido. La firma que intervino como agente registradora, Corporate Trust, tampoco existe más. Su continuadora se llama Intertrust Group, con sede central en Amsterdam, y oficinas en Curazao, islas Caimán, Suiza y Luxemburgo, entre otros paraísos fiscales.
“Solo basta pasar la uña para descubrir cada vez más pus”. Esa frase le corresponde a Néstor Kirchner y la dijo en el año 2003 para referirse a la década menemista. Ahora, esa metáfora se auto cumple. Cada hora que pasa al kirchnerismo se le descubren ilícitos que perjudican y asombran a todos y todas.
