ANGELELLI, ÚLTIMO ACTO.

    Por Alver Metalli/Vatican Insider.- Se espera para el viernes la sentencia del histórico juicio por la muerte del obispo argentino. Para la acusación, fue un “accidente simulado” El obispo de La Rioja, la ciudad argentina donde se lleva a cabo el juicio por la muerte de otro obispo, Enrique Angelelli, invitó a los fieles a esperar en oración la sentencia y convocó a los sacerdotes de la diócesis a una misa en la catedral que tendrá lugar el jueves 3 de julio, vigilia de la sentencia.
El viernes se sabrá finalmente qué han decidido los magistrados del Tribunal Criminal Federal que juzgan a Luciano Benjamín Menéndez, ex responsable del Tercer cuerpo de Ejército, y Luis Fernando Estrella, ex comodoro de la base aérea militar de la provincia.

El mismo obispo –Monseñor Marcelo Daniel Colombo, 63 años, licenciado en filosofía y derecho, para la posteridad que deberá reescribir este tramo doloroso de la historia del país- comentó que los últimos meses del juicio “fueron de gran importancia por el aporte de elementos de prueba que permiten un pleno conocimiento de lo que ocurrió realmente en la tarde del 4 de agosto de 1976”.

Se refiere al material que el mismo Papa Francisco ha enviado al obispo, que consiste en una carta firmada por Angelelli y un informe suyo sobre el asesinato de dos sacerdotes de su diócesis. La carta fue escrita por Angelelli en julio de 1976 y se envió ese mismo mes al nuncio apostólico en Argentina, Mons. Pio Laghi, muerto en 2009, quien siempre negó haberla recibido. “Estamos permanentemente obstaculizados para cumplir con la misión de la Iglesia”, afirmaba el obispo algunos días antes de ser asesinado mientras transitaba por la ruta 38, cerca de Punta de los Llanos. “Personalmente, los sacerdotes y las religiosas somos humillados, requisados y allanados por la policía con orden del Ejército”. El documento por su parte se titula “Crónica de los hechos relacionados con el asesinato de los padres Longueville Gabriel y Murias Carlos”, los dos sacerdotes muertos el 18 de julio de 1976 en la localidad de Chamical, perteneciente a la diócesis de Angelelli. Los dos documentos que proporcionó el Papa fueron enviados por Mons. Angelelli en diversas copias a la Santa Sede. Por boca de su sucesor, Mons. Colombo, se sabe que el Papa “se interesa por el juicio” y efectuó “por lo menos dos llamados telefónicos… para mantenerse al tanto”. 

 El viernes se sabrá entonces si el Tribunal –formado por los jueces José Camilo Nicolás Quiroga Uriburu, Carlos Julio Lascano e Juan Carlos Reynaga- considera completamente probada la acusación contra Menéndez como “el mandante” del asesinato de Angelelli y del intento de asesinato de su acompañante, el padre Arturo Pinto, que sobrevivió al evento. “Él (Menéndez) dio la orden” y organizó un plan de impunidad, afirma la acusación. “No era lo mismo matar a un obispo que a un ciudadano común” sostiene el fiscal, “era necesario enmascararlo, disimularlo, ¿y qué mejor que un accidente de auto?”. Estrella –siempre según la acusación- habría sido el “autor mediato”, “embistiéndolo en momentos en que se transportaba en su automóvil desde Chamical a la ciudad de La Rioja”. En este “accidente intencional”, el conductor Pinto resultó gravemente herido, pero sobrevivió y posteriormente presentó la denuncia. La Iglesia de La Rioja también se ha constituído en parte en el proceso que llega ahora a la etapa conclusiva y ha solicitado al tribunal penal que los dos imputados sean condenados por “odio religioso”. También ha solicitado la revocatoria de los arrestos domiciliarios para ambos, considerando que el obispo había sido perseguido y tratado con desprecio como “obispo rojo, comunista, extremista, tercermundista” hasta el punto de que “el jefe (del Regimiento de La Rioja, coronel) Osvaldo Héctor Pérez Bataglia y el director del diario El Sol, Ricardo Furey, entre otros, festejaran su muerte y brindaran por ella”.