Por Gustavo Carabajal/La Nación.-
Los habitantes afirmaron que las agresiones fueron provocadas por las denuncias que hicieron contra una banda que vendía drogas en un sector del asentamiento
La venganza contra los vecinos del asentamiento Papa Francisco que denunciaron a una banda de narcotraficantes que opera en el límite con la villa 20 dejó de ser una amenaza y se convirtió en realidad.
Seis días después del allanamiento que realizó la Gendarmería, donde se secuestraron armas y droga, uno de los denunciantes recibió tres balazos en una pierna y veinte viviendas fueron atacadas a pedradas.
Según consta en la denuncia radicada por la Organización No Gubernamental (ONG) La Alameda, ante el juez en lo Contravencional Norberto Tavosnanska, "un grupo de veinte personas apedrearon y rompieron más de veinte casas de la manzana 30 y trataron de meterse dentro de ellas. También amenazaron con prenderlas fuego y con matar a sus inquilinos. Los agresores culparon a los vecinos por las detenciones de tres sospechosos con armas, drogas y dinero, en la villa 20".
Hace ocho días, un sector de la villa 20 y el asentamiento situado en la esquina de Pola y Francisco Fernández de la Cruz fueron escenario de un operativo de la Gendarmería. A raíz de ese allanamiento, ordenado por el juez Tavosnanska, fueron apresados los mencionados sospechosos. Luego del procedimiento, la situación en el barrio se puso más violenta.
Además de los ataques a pedradas ocurridos durante los últimos días, "un vecino boliviano de la manzana 30, conocido como Evo, fue atacado a balazos y le pegaron tres tiros en una pierna", consignaron los responsables de la ONG La Alameda en la denuncia presentada ante el juez Tavosnanska.
TRES NARCOS ACUSADOS
En la presentación realizada por la ONG, que canalizó las declaraciones de los vecinos del asentamiento, se señaló como responsables a tres sospechosos, de nacionalidad paraguaya, que comandan las bandas narcos que operan en la zona.
Según consta en la denuncia, uno de los presuntos jefes narco fue identificado como David, alias "el Chino", tiene entre 30 y 40 años, de contextura robusta, cuya hermana ocupó un terreno en el sector 8. Está armado y habría expulsado a varios vecinos de la comunidad boliviana que ocuparon el terreno, a partir del 24 de febrero pasado.
El segundo sospechoso fue identificado por su nombre de pila: William, de nacionalidad paraguaya, contextura delgada; de casi dos metros de alto y de cara huesuda. Se mueve en el barrio armado con una pistola calibre 9 mm y ocupó terrenos en el sector 8.
"Con ellos trabaja una banda de más de veinte personas, que serían imposibles de identificar rápidamente. Todos tienen entre 16 y 25 años. Se instalaron en la intersección del sector 8 y sector 9 de la toma, y el pasillo de la manzana 30 que empalma con el cruce de Corvalán y Chilavert", expresaron los denunciantes de la ONG en la presentación ante la justicia porteña.
Mientras que el tercer sospechoso está vinculado también con la venta ilegal de cables de luz en el terreno.
Este predio, ocupado hace casi cuatro meses, está dividido en dos zonas.
"Uno de los sectores fue ocupado por ciudadanos paraguayos y el restante por ciudadanos bolivianos. Dentro del grupo de los paraguayos existen cincuenta personas que se dedican al tráfico de droga y que decidieron ampliar su actividad desde la villa 20 al predio ocupado. Esta gente se instaló en el sector más cercano al terreno, donde funcionaba la playa de automóviles secuestrados que pertenece a la Policía Federal. Este grupo es el más peligroso y al que le secuestraron armas y droga. La comunidad boliviana no tiene nada que ver con ellos y como los denunciaron, resultaron blanco de los ataques", explicó un veterano jefe policial que solicitó mantener su nombre en reserva.
Hace un año, detectives de la superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal realizaron un operativo en la villa 20 y apresaron a 21 narcos paraguayos. En el operativo, ordenado por el juez federal Claudio Bonadio, fueron secuestrados $ 160.000 y US$ 1200. Tan importante es el poder de fuego que poseen los narcos que durante el allanamiento hirieron de un balazo a un afectivo del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF).
Los vecinos sospechan que la banda que se instaló en el predio tomado sería un desprendimiento de la organización que había sido desbaratada el año pasado.
LAS CIFRAS DEL ABANDONO
2000 Personas
Son las que viven en el barrio. En principio eran 50 familias; ahora son 750.
