Por Urgente24.-
Daniel Vila presentó un plan de adecuación ante la Administración Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y se fue de vacaciones junto a su mujer, Pamela David, y 3 de los 7 hijos que tiene el empresario. De acuerdo al semanario Pronto, ellos pasearon por Mendoza y Pinamar, en la Argentina; y Snowmass (Aspen, Colorado) y Miami (Florida) en USA. Cuando regresó, el plan de adecuación (una imitación del de Clarín, o viceversa) había sido aprobado, y entonces él aprovechó para hablar en contra. ¿Esperaba Vila, acaso, que la AFSCA no aprobara el de Grupo Clarín, y por eso decidió agitar el tablero?
Hay 2 datos que resultan imprescindibles considerar al leer las declaraciones de Daniel Vila, socio gerente de Grupo Uno/Supercanal Holdings:
Él mantiene un interminable conflicto con Grupo Clarín, que incluyó un polémico intento de intervención judicial de Cablevisión, con desplazamiento de fuerzas de Gendarmería Nacional hasta el edificio de la calle Hornos.
Vila era 'el amigo' de la Administración Kirchner, y tenía expectativas, muy probablemente, acerca de las consecuencias de una fragmentación de Grupo Clarín, que no ocurrió. Para colmo, el mexicano David Martínez, de Fintech Advisory, socio en Cablevisión, ha logrado una buena sintonìa no sólo con la Casa Rosada (que fue quien se lo impuso a Grupo Clarín como socio, años atrás) sino con Sergio Massa, un amigo de Vila que mantiene una relación volátil con Grupo Clarín.
Entonces, el mismo Vila que le dijo al semanario Pronto: "Pude disfrutar porque mi familia es lo más importante que tengo. En otro momento de mi vida yo no tenía conciencia de eso. Trabajar con culpa por dejar a los chicos es terrible", afirmó a la radio La Once Diez: "La Ley (de Servicios de Comunicación Audiovisual) es muy mala. Se hizo sin ningún rigor científico, desconociendo lo que pasa en el mundo de las telecomunicaciones. El debate fue una gran mentira. No hubo realmente un debate, ni técnicos en la materia. La ley se aprobó en 48 horas, de noche, salteando los reglamentos de las cámaras; y lo que ocurrió en los últimos metros fue un acuerdo entre el Gobierno y el Grupo Clarín para que nada pasara".
Vila no pudo cumplir aún sus expectativas pero él no pierde las esperanzas de que el Estado le imponga condiciones a Grupo Clarín.
Esa es la explicación de la siguiente frase:
"Lo que venimos haciendo los grupos grandes es dividir las empresas y transferirlas a actuales socios o familiares (N. de la R.: Vila hizo propietarios de licencias a 2 de sus hijos mayores de edad); en el caso de Clarín ha dividido en 6 diferentes nichos sin decir a quién le va a corresponder cada propiedad; supuestamente van a ser también los mismos accionistas del Grupo Clarín o alguien que los representará".
"¿Cómo puede ser que sabiendo que, teóricamente, se tiene que transferir a terceras personas, (Ricardo) Roa en su editorial de ayer (martes 18/02) sepa que la política editorial va a seguir siendo la misma? La realidad es que no va a cambiar nada, lo que va a haber es una simulación de transferencia", dijo él.
Sin embargo, Vila es muy contradictorio porque cuando el periodista Nicolás Diana le preguntó por las licencias que se le podrán transferir a socios y familiares, él respondió: "Es algo que no está prohibido, no es ilegal, estamos haciendo algo que dentro de este mamarracho que es la Ley (de Medios) nos permite hacerlo. Mis hijos Barbarita, Agustín y mi hermano se quedan con licencias".
¿Por qué estaría mal para Clarín lo que para Vila está bien? (Y viceversa).
El concepto también vale para esta frase: "Clarín hizo una copia de nuestra presentación, la única diferencia que tenemos es que nosotros hemos presentado los nombres (a quién se va a transferir, el plan está completo); en el caso del Grupo Clarín no se sabe a quién se va a transferir. Creo que ellos están armando sus fideicomisos offshore en el exterior y, como dice Roa, para que nada cambie".
"La Corte le entregó al Gobierno una pistola cargada diciéndoles 'señores a partir de ahora tienen que actuar con el procedimiento de adecuación forzosa', con lo cual, el Gobierno tendría que haber decidido de qué empresa se desprendía el Grupo Clarín, porque se habían vencido los plazos de adecuación voluntaria", cosa que no ocurrió, señaló Vila.
En esa línea, apuntó contra el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, y le reprochó que "incumpliendo la ley, él se presentó en el Grupo Clarín, y les dijo que exhibieran un plan voluntario para poder contemplarlo".
Para Vila "la conjunción de eso, es una ley mala, una mala reglamentación, y un acuerdo en los últimos metros hizo que la madre de las batallas, el famoso #7D, se transformara en un gran fiasco".
El plazo general para la adecuación una vez presentado el plan y autorizado por la Afsca es de 180 días. "En el caso de Clarín no creo que lo pueda cumplir porque no se sabe a quién se va a transferir", concluyó Vila.