Por Diario HOY.-
Preso de la burocracia, la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) continúa paralizada tras los cambios impuestos por Cristina Kirchner, que permitió meses de acefalía hasta que designó al cura Juan Carlos Molina al frente del organismo.
Un mes y medio después de la designación, la Sedronar vive en el caos debido a una serie de despidos de funcionarios de experiencia, y su reemplazo por cargos políticos. Según una denuncia publicada hoy, el gobierno ha preferido posicionar a gente afín al kirchnerismo, desestimando la profesionalización del organismo. Esto incide a la hora de abordar la problemática de la droga.
Más aún hoy, cuando hacen falta más que buenas intenciones para combatir este flagelo, luego de años de permitir que penetre en las capas más vulnerables de nuestra sociedad, en los jóvenes y en los barrios.
Tal como señaló nuestro diario en varios informes durante el 2013, la desprotección de nuestras fronteras, la desarticulación de las fuerzas de seguridad, y los beneficios que ha dado el gobierno para blanquear el dinero sucio a través de programas oficiales, hizo que los narcotraficantes encontraran en nuestro país un paraíso de impunidad. En este contexto, la política, y no la racionalidad y el trabajo profesional, siguen primando en la Sedronar.
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