HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

viernes, 10 de enero de 2014

Negocian con los petroleros paz para acelerar inversión

Guillermo Pereyra, Miguel Galuccio,
Carlos Zannini

Por Florencia Arbeleche/Ámbito Financiero.- Empeñado en lograr el autoabastecimiento de gas y petróleo a partir del rendimiento futuro de Vaca Muerta y de otros yacimientos del país, el Gobierno buscó ayer garantías de paz social con los combativos gremios petroleros y aceptó a cambio impulsar una nueva ley de hidrocarburos, que contemple la explotación de recursos no convencionales como lo es el proyecto en la cuenca neuquina.
Para eso convocó especialmente a la Casa Rosada al senador por el Movimiento Popular Neuquino y secretario general del Sindicato Privado de Petróleo y Gas de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, que fue recibido por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Economía, Axel Kicillof; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y el CEO de YPF, Miguel Galuccio. Pereyra se sentó estratégicamente junto a Galuccio, con quien el sindicalista mantiene una muy buena relación. Hablaron sobre la importancia del abastecimiento y de la necesidad de mejorar la productividad no sólo en YPF sino en el resto de las empresas que operan en el país. Con los resultados de la producción de 2013 en la mano, los funcionarios coincidieron en la necesidad de revertir el 2,5% del balance neto del año pasado. 

Esto es, explicaron, porque pese al crecimiento del 10,5% en la producción de YPF, el rendimiento decreciente del 5% de las compañías privadas arrastó el resultado neto del país a un nivel que no alcanza para cubrir los objetivos. "Esto no se puede lograr sin alinear bajo el mismo objetivo al Gobierno, a las empresas y a los trabajadores", escuchó Pereyra y tomó nota de la urgencia del Gobierno por asegurar un horizonte sin medidas de fuerza del sector petrolero, acostumbrado a paralizar los yacimientos más importantes del país en medio de reclamos de aumentos salariales. Un panorama de conflicto es un fantasma que la Casa Rosada necesita mantener lejos especialmente de la zona de Loma Campana, donde la estadounidense Chevrón planea invertir un total de 1.240 millones de dólares para extraer del subsuelo neuquino gas y petróleo suficientes para cambiar el panorama energético argentino y convertir al país en un gran potencial de hidrocarburos. 

 Pereyra, un sindicalista alineado al líder de la CGT disidente Hugo Moyano, y -al menos hasta ayer- detractor de las políticas oficiales, es paradójicamente la llave que tiene el Gobierno para asegurar el alineamiento del sector petrolero al plan de aunar esfuerzos en pos de lograr seguridad energética. El flamante senador por Neuquén tuvo su debut en la maratónica sesión en la que se aprobó finalmente el pliego enviado por el Gobierno para ascender al grado de teniente coronel al jefe del Ejército, César Milani, por el que aportó su voto negativo. Ayer, sin embargo, se fue de la Casa Rosada con un reconocimiento impensado: logró el apoyo del kirchnerismo para su designación como presidente de la Comisión de Energía en la Cámara alta, según le contó después a sus aliados del gremio de Jerárquicos de Chubut, Santa Curz y Tierra del Fuego, José Lludgar, y Jorge Avila y Claudio Vidal, del Sindicato de Petróleo de Gas Privado de Chubut y Santa Cruz, respectivamente. Es, en rigor, un triunfo del sector, que aprovechará el envión para potenciar su reclamo de una "paritaria no convencional" que surgirá -según Pereyra- de la sanción de una nueva Ley de Hidrocarburos que contemple la explotación de los recursos no convencionales. 

 "En la paritaria actual no están contempladas ciertas tareas específicas que hacen al trabajo en cuencas como la de Vaca Muerta. Y eso hay que incluirlo en la discusión salarial", le dijo a este diario uno de los líderes de la dirigencia sindical petrolera. En rigor, el gremio ya había anunciado que una de sus pretensiones era que se aumentara la cantidad de personal en cada uno de los mini polos que distinguen la nueva modalidad extractiva de petróleo y gas. La fumata blanca en la Rosada alcanzó también al propio Galuccio y a Kicillof, que con las coincidencias que exhibieron ayer dieron por superadas las diferencias iniciales. Y sirvió, además, para alejar las versiones sobre la salida de Galuccio de la petrolera estatal, luego incluso de que el propio Capitanich y el ministro de Hacienda negaran esa posibilidad. Pereyra llegó a la banca evidenciando una línea crítica hacia el Gobierno de Cristina de Kirchner, en un triunfo que desmarcó también al gobernante Movimiento Popular Neuquino que referencia hoy en el gobernador Jorge Sapag. Tras ganar las elecciones, el sindicalista moderó rápidamente su discurso y su crítico discurso hacia el contrato de YPF con Chevrón quedó acotado a la campaña.

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